La razón número por la que un hombre abandona a su pareja
Todo está perfecto. La relación ha pasado la prueba de los primeros años y la idea de una vida entera juntos no es mera especulación. Pero un día simplemente te dice que necesita tiempo para aclarar sus sentimientos.
Yordy Giraldo
Seguramente te vas a identificar con el siguiente escenario. Todo está perfecto en tu relación de pareja, o eso crees; su relación ha pasado la prueba de los primeros años y la idea de una vida entera juntos no es ya una mera especulación. Sin embargo, un día, simplemente, tu pareja te dice que necesita tiempo, que quiere aclarar sus sentimientos, que se quiere ir de casa…
No se trata necesariamente de saber qué estás haciendo mal en tu relación de pareja. La cuestión es que existen muchas relaciones de las que, vistas desde fuera, cualquiera diría: “¿Pero cómo es posible que sigan juntos?”. Pero se debe a que esa persona encuentra allí lo que quiere para sí misma.
A lo mejor eres demasiado celosa, o tal vez eres la típica que hasta el agua se le quema, o te pasas todo el tiempo en el salón de belleza o en el gimnasio y, con todo, quizás para tu pareja esas son las cosas que le gustan de ti. Entonces, desde esa perspectiva eres su pareja ideal; el asunto es que se descuidan otros ámbitos. La razón número uno por la que hombres y mujeres se alejan de su pareja es simple: están insatisfechos en más de un área con lo que hace o es su pareja.
Los vacíos de la insatisfacción que llevan a un rompimiento:
1. Falta de dirección en la relación
En un momento sentimos que no compartimos intereses con las personas que están a nuestro lado. Es por eso que es tan importante hacer actividades en común, crear un vínculo y no dejar de alimentarlo; de esa manera reducimos las posibilidades de despertar un día y mirar al otro como alguien a quien no conocemos, y ni nos conoce.
2. Falta de aprecio por lo que la pareja es
La cara contraria es sentirnos poco valorados. Todos tenemos un ego que necesita ser nutrido, y una de las formas en que eso sucede se da a través del aprecio de los demás, y que aprecien lo que hacemos. Si todo nuestro esfuerzo pasa desapercibido, más temprano que tarde nos sentiremos insatisfechos. Por supuesto, hay que empezar por valorarse a una misma.
3. No hay metas a largo plazo
Incluso, aquellos a quienes les encanta la idea de una vida sin sobresaltos necesitan de vacaciones, de hacer algo diferente, de vivir nuevas experiencias. Sobre todo los matrimonios llegan a caer en la actitud cómoda de levantarse, trabajar, tener un poco de intimidad y dormir, y así al infinito. “Hasta la belleza cansa”, dice una canción, y es cierto.
4. Ideales poco realistas
Quizá pienses que los ideales son en sí poco realistas, pero cuando nuestra escala de valores está sustentada en lo que se tiene, y no en lo que se es, las posibilidades de que nos sintamos insatisfechos son grandes y eso incluye, por supuesto, nuestras relaciones de pareja, familiares y amistosas.
La razón es una, pero los motivos son muchos. Los seres humanos somos emociones, y esas emociones tienen diversos orígenes; sin embargo, una cosa es clara: cuando hay gozo en nuestro espíritu, dejar atrás nuestra vida no es opción.
