Las 3 emociones que se apoderan de los hombres cuando se enteran que serán papás
Saber las impredecibles emociones que se apoderan de tú hombre al enterarse que será papá, te ayudará a entenderlo mejor.
Mariel Reimann
Nosotras en un total estado de felicidad y con todo (literalmente) en nuestro cuerpo yendo a un millón de millas por hora, la mayoría de las veces no sabemos, ni percibimos qué es lo que en realidad está pasando dentro del corazón y mente de ese hombre, que aunque no cargará al bebé (durante el embarazo), será un padre.
Sin duda cada casa es un mundo, y cada caso es singular y particular. Las reacciones de los futuros padres siempre van a tener que ver con el entorno de la pareja y del deseo o no que tengan de convertirse en padres. Sin embargo, parece haber al menos 10 sentimientos que embargan a la mayoría de los hombres ante la noticia, probablemente, más grande de sus vidas.
Tú te enteras de que ese bebé está allí adentro tuyo, y lo seguirá estando por los próximos nueve meses. Los nueve meses se pasan despacio y no ves la hora de poder sostener a ese pequeño ser en tus brazos. Por otro lado está tu esposo que lo único que puede hacer es esperar por ese gran momento.
¿Qué sucede con los hombres cuando se enteran que van a ser padres?
1. El primer sentimiento es una gran expectativa y alegría
Por algo uno de los libros más vendidos en cuanto a embarazos, es “Qué esperar cuando estás esperando”. El enuncio de un embarazo abre todas las expectativas del universo, en especial para ese padre.
El sentimiento de saber que han sido capaces de crear una vida, los embarga y se apodera de ellos en una manera diferente que a las futuras mamás. Ellos, se sienten algo así como un Súper Héroe; han sido capaces de cumplir con el propósito natural de la procreación y serán papás.
En este momento es cuando surgen un millón de preguntas, que quizás, nunca podrán responder. ¿Seré un buen padre? ¿Me irá a querer? ¿Irá a ser feliz? ¿Estará orgulloso de su padre?, etc.
La alegría se apodera casi de cada rincón de sus almas y pensar con claridad se hace casi imposible.
2. Miedo
Todos tenemos nuestros pasados; algunos vienen de familias ejemplares, otros de un hogar con una madre soltera, otros de maltratos, y ya sea que nuestra experiencia con nuestros padres haya sido mala o buena, tenemos miedo de cometer sus mismos errores o miedo a cometer errores peores, o a no se tan buenos padres como los que ellos tuvieron.
El miedo a la parte financiera es otra cosa que no pueden evitar sentir. Saben que la familia se ha agrandado, que quieren lo mejor para ese bebé, y temen no poder proveer lo suficiente.
Con sus esposas embarazadas, y también bajo la influencia de un sin fin de emociones y sentimientos, cosas cambiando en sus cuerpos y llenas de incertidumbres, ellos tienden a sentirse solos en el aspecto económico; sobre todo por que ellos quisieran darle a ese hijo todo lo que ellos jamás pudieron.
3. Impaciencia
La paciencia los comienza a abandonar, en su mayoría alrededor del quinto mes de embarazo. Es en este mes cuando los papás pueden sentir a su hijo moviéndose en el vientre de su amada.
Hasta ese momento, para los hombres, la idea de que un bebé vendrá al mundo no es tan realística; saben que está allí, pero es difícil sentirlo por completo, hasta que ese bebé les da su primer patadita. Es allí cuando en el cerebro de los hombres las cosas se hacen cien por ciento reales, y es justamente el momento en el que pierden su paciencia.
Quieren que el tiempo pase rápido, quieren ser parte de la vida de ese hijo, mientras que la mayoría de las mujeres disfrutamos de cada segundo de sentirlo mover dentro de nuestros cuerpos. Sabemos que los estamos protegiendo y por más molesta que sea la panza, lo disfrutamos.
Es importante que ambos se apoyen y que las esposas también sean sensibles a los procesos por los que ellos están pasando.