Las 5 crueles razones de por qué los hombres se desenamoran de sus esposas (inevitablemente)
Son lamentables, y la mayoría de nosotras cae en esto sin darse cuenta, hasta que la palabra divorcio aparece en la conversación.
Mariel Reimann
Antes de entrar en detalles, me gustaría decir que este artículo no busca culpar a las mujeres y librar de culpas a los hombres; la verdadera intención es la de arrojar un poco de luz a algo que muchas de nosotras hacemos y casi sin darnos cuenta.
También me gustaría mencionar que estos son errores que también pueden ser cometidos por los hombres y que tienen el mimo final: el amor en la pareja muere.
Y sin dar más vueltas vayamos al grano
1. Demasiada confianza
Este concepto es confundido muy a menudo, y trae más problemas que soluciones.
Tener confianza con tu pareja, es el estado ideal. Esto implica conocerlo lo suficiente, saber qué le molesta y qué no, poder hablar de todo y sentirte cómodo en su presencia.
Hasta acá todo va bien, pero esta confianza y comodidad, lleva a muchas parejas a cruzar un límite que lleva a la falta de respecto.
Es mucho más fácil gritarle cuando no nos gusta algo o insultarlo, por qué no. Tenemos la confianza suficiente como para decir lo que queremos de la manera que queremos sin mayores consecuencias.
Sin embargo, estamos equivocadas, las faltas de respeto, por más mínimas que nos parezcan son el pasaje al desenamoramiento.
2. Parte de esa confianza nos hace sentir que no importa cómo nos vea, siempre nos verá lindas
Y en un mundo ideal esto es verdad, pero, lamentablemente somos humanos codificados genéticamente de cierta manera, y sin importar cuanto tratemos de cambiar o ignorar esto, las cosas siguen igual.
Me atrevería a decir que en el 90 por ciento de los casos, ese amor a primera vista, fue un día en el que nos veíamos y sentíamos como un millón de dólares. Pues, nos guste o no, el arreglo y cómo nos vemos tiene mucho que ver con mantener el romance en una pareja.
Y esto va para los dos. Si él se deja estar, engorda, no se afeita y nunca quiere bañarse, obviamente hará que su mujer deje de sentirse tan atraída.
Esto no es frivolidad, es realidad mujeres y hombres, si no se arreglan y cuidan apagarán el amor.
3. Dejas de tener tu propia vida
Sin importar lo controlador o no que sea tu pareja, uno de los errores más comunes que matan el amor en una pareja, es que renuncien a su vida individual. Por más que seas una ama de casa, o que tengas tu propio trabajo, es necesario que sigas cultivándote.
Tener amigas casadas, o estudiar algo en línea, perfeccionar un hobby, servir de voluntaria en algún lugar, o simplemente tener tu propio trabajo, son cosas que son necesarias para que ambos puedas ser felices.
Ninguna pareja funciona a largo plazo si uno de los dos deja de vivir.
4. No más espontaneidad, no más pasión, todos los días son iguales
Si recuerdas la época en la que ambos estaban tratando de conquistarse el uno al otro, seguro recordarás pensando o hablando con tus amigas tratando de inventar el mejor plan para una salida para sorprenderlo. Y si le preguntáramos a él, estor segura que las respuestas serían similares.
Bueno, eso hermoso y vital para que una relación sobreviva, tiende a desaparecer con el tiempo, matándola.
5. Te has convertido más en la mujer que lo cuidad (casi como una madre) que en su amante
“No olvides las llaves”, “Pasa por la tintorería cuando vuelvas”, “No te hagas problema por la reunión con mi familia, yo ya les dije que no podías ir”, etc.
Este tipo de comportamientos que si bien son todos positivos, son también los de una madre que ‘protege’ y ayuda a que su hijo tenga todo sin tener que enfrentar las situaciones que no le agradan.
Uno de mi mayores errores como esposa, fue ser la mejor madre de mi esposo. No lo dejaba que haga nada, nunca confiaba que se acordaría de algo, por que lo veía y trataba como a un niño. Y créanme, esto desgasta hasta la relación más fuerte.
Tú te casaste para ser su mujer, no su madre.
CONCLUSIÓN:
Si sigues estos pasos terminarás con una relación basada en el respeto y no el abuso de confianza; con la mujer bella y saludable que siempre fuiste; con una vida plena; con la espontaneidad con la que lo enamoraste y con una mujer que lo ama y es su amante.