Las parejas felices también discuten, pero esto las diferencia de las demás

Las parejas pueden vivir en armonía siempre que sepan cuánto están dispuestos a hacer para vivir en paz y felices.

Erika Patricia Otero

Es normal que todas las parejas tenga problemas y discutan. La gran diferencia entre las que son felices y las que fracasan, es que las primeras saben resolver los problemas.

Los problemas deben ser vistos como una oportunidad para crecer; sin embargo, hay muchos que los ven como un gran obstáculo que impide el progreso. Esto, a nivel personal como de pareja.

Cuando una persona tiene un problema y sabe superarlo, sale más fuerte y sabia; lo mismo ocurre con los matrimonios.

Antaño era más habitual que las parejas estuvieran dispuestas a hallar soluciones a sus problemas; no se daban por vencidos tan fácilmente. La situación es muy diferente ahora; las personas son un poco más intolerantes ante los errores y defectos de sus cónyuges. Esto lleva a que muchas uniones no pasen más allá de los 5 años, como máximo.

Es claro que hay situaciones insalvables dentro de algunas relaciones; eso es algo que no voy a discutir. No es bueno ni siquiera considerar soportar una situación violenta y de humillaciones constantes. Para que haya una buena convivencia y comprensión, debe haber respeto; esta es la base de toda buena relación humana.

Aclarado este punto, a continuación encontrarás las discusiones más comunes que toda pareja estable tiene.

1 Redes sociales

Este es un pasatiempo que roba mucho tiempo tanto a personas solteras como casados. Nada hay de malo en disfrutar un pco de las redes sociales, pero debe haber un límite.

Lo justo es que haya una conciliación para saber qué tanto tiempo es “sano” que estés en línea. Además, también es justo que ambos sepan qué tanto pueden compartir de sus vidas privadas.

Es justo que hagan un acuerdo antes que se presente un problema insalvable. La razón es que para algunas personas es normal publicar mucho sobre su vida íntima, pero para otros no.

Es cuestión de respeto hacia el otro; por eso, si tu pareja dice que no desea que sus vidas íntimas sean expuestas, debes respetarlo.

2 Visitas de los suegros o cuñados

No podemos negar que muchas veces las parejas no se llevan bien con tus hermanos o padres. Esto puede hacer que una visita inesperada no sea tomada de buena manera.

Para evitar esto, lo recomendado es asegurarse que las partes hallaron una solución a los mal entendidos. De otra manera, la situación puede asemejarse a una batalla campal si sus caracteres son fuertes. Tú en medio de tu pareja, tus padres o hermanos y verte orillada a elegir, no es una buena situación.

Si la situación es tan compleja como que cada vez que se ven se pelean, lo mejor es que mantengas a las partes separadas. Esto, por el bien tuyo y de tus relación con ambas partes.

Recuerda hablar con tu pareja sobre los límites que deben haber entre su familia y tu relación son importantes. Es conocido que muchas suegras y hermanos gustan de opinar sobre la relación más allá de lo que es sano.

La paz y armonía en tu matrimonio debe ser prioridad. Cuando tu familia o la de él se vayan, quedarán ustedes dos solos para hacerle frente a esos problemas; es mejor evitar eso.

De todas maneras, esto es algo que tienes que hablar con tu esposo para saber su punto de vista.

3 Tareas del hogar

Antes era habitual que las mujeres fueran la encargadas de las labores del hogar así trabajaran fuera del hogar; sin embargo, hoy día las cosas son muy diferentes.

Al tomarse la decisión de vivir en pareja, esta es una de los asuntos que más rápido se deben zanjar.

Hablar de este tema y saber dividirse las responsabilidades del hogar, evita malos entendidos y les ayuda a organizarse mejor.

Este tema es mejor abarcarlo de manera clara. La situación es que puede suceder que tu pareja se niegue a hacer su parte en la casa. Saber si ambas partes están dispuestas a hacer su parte, evitará dificultades mayores.

4 Ex parejas

Puede parecer insólito, pero ocurre más veces de las que se cree posible. A veces, hay ex parejas que no se dan a dolor del rompimiento y persiguen a sus ex. Lo hacen tal vez con el fin egoísta de que no sean felices o están muy mal emocionalmente.

Como sea la situación, esto es delicado y lo mejor es hablar claramente con tu pareja para que tenga claro que tú no tienes intenciones de ningún tipo con tu ex.

También es importante asegurarse que tu ex tiene claro que ya no lo quieres en tu vida ni de amigo. Las cosas habladas claramente pueden evitar muchos problemas.

Si las cosas llegan más lejos que una persecución y se vuelve acoso, es mejor plantearse la idea de una demanda. Mejor prevenir que lamentar.

5 Falta de tiempo para estar juntos

Muchas parejas presentan problemas por falta de tiempo para estar juntos.

Si se comienzan a presentar dificultades por esto, ambos tendrán que aprender a organizar sus horarios. No se trata de estar 24/7 juntos, es que los momentos de pareja tengan calidad y no sean interrumpidos.

Compartir tiempo es alimento para el amor, y es necesario para mejorar la convivencia.

6 El mal humor del otro

Todos pasamos por momentos donde nuestro humor se nubla. Es normal pasar por malos momentos; lo que no es justo es hacer pagar a tu pareja por tu malestar.

Es cierto que cuando se está de mal humor, la actitud cambia. Algunas personas se distancian. Otras personas no quieren hablar de lo que les sucede; mientras tanto, también hay quienes se desquitan con su pareja. Grave error.

Las personas deben aprender a separar una cosa de otra; además es justo que se acostumbren a hablar de lo que les molesta sin ofender a su pareja.

También es justo que si necesitas espacio, lo pidas sin miedo. A muchas personas les agrada estar solos para pensar y tranquilizarse. Que pidas a tu pareja que respete tu espacio y te dé tiempo es tu derecho. Es justo y además evita muchos inconvenientes.

Lo último que me queda por decir es que también puedes tener una relación amorosa feliz. Es cuestión de saber negociar y encontrar el punto medio que les beneficie a ambos. Toda relación debería manerjarse de esa manera.

Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.