Le compró una silla de ruedas a su mejor amigo con sus ahorros, pero algunos dicen que no debió hacerlo

La caridad es un noble gesto que nos hace mejores personas. ¿Cuánto hacemos nosotros por el otro?

Marilú Ochoa Méndez

Brandon Qualls, quien sufre parálisis cerebral, estudia la preparatoria en Arkansas, EEUU. Conseguía moverse gracias a una silla de ruedas rústica. Sin embargo, le era complicado y cansador. Continuamente tenía que hacer pausas debido al dolor en sus brazos al girar las ruedas.  Pero esta situación cambió drásticamente gracias a su mejor amigo: Tanner Wilson.

Tanner consiguió un trabajo de medio tiempo, ahorró su sueldo completo, y realizó un acto de gran generosidad: le compró a su amigo Brandon una silla de ruedas eléctrica.

Cuando había comprado la silla, Tanner la llevó a la escuela y sorprendió a su amigo. Brandon no pudo contener las lágrimas: “Entraron y mi cara se descompuso. Me encontraba llorando en todas partes.  como «¡Guau, no puedo creer que lo haya hecho por mí!»“, afirma el joven en un video.

¿Amigos o hermanos?

Dice una frase que los amigos son los hermanos que elegimos, y no puede ser más cierta.

Cuando le preguntaron a Tanner la razón para realizar este acto por su amigo, sencillamente comentó que fue algo que le nació del corazón. Afirmó que sintió que era lo correcto, pues Brandon había estado siempre para él cuando lo necesitó.

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Por si no fuera poco, el joven insiste: “Si mas personas buscaran el bien del otro, estaríamos todos mejor“.

¿Qué tienes en el corazón, Tanner?

Tengo un hijo adolescente, y reflexiono al leer este hermoso testimonio, ¿Hubiera hecho esto mi hijo?, ¿Lo hubiera hecho el tuyo? Lo que puso una sonrisa en mi rostro, fue la respuesta: ¡Sí!

La adolescencia es una etapa de autocentrismo, en la que los jóvenes buscan un sentido a su vida, pero está muy mal vista. En español, a veces se utiliza el sinónimo “aborrecente” en vez de “adolescente”.  Con él se quiere decir que los cambios físicos y emocionales que viven nuestros hijos a esta edad, son casi un agravio social, y una etapa que hay que sufrir y soportar. ¡Nada mas lejos de la verdad!

Gestos como el que tuvo Tanner Wilson con su amigo Brandon, nos ayudan a mirar con otros ojos esta edad.  ¡Qué riqueza tan bella tiene este joven en su corazón como para salir de sí mismo!, ¡Qué loable esfuerzo el de pasar dos años buscando una recompensa para alguien que no era él!.

Esta nota particular, encendió una chispa de esperanza en mi corazón: los jóvenes ansían dar su corazón, entregarse a otros y servir.  Estos gestos tan hermosos no son escasos. En cada escuela del mundo existen jóvenes que se precian, valoran y apoyan unos a otros. ¡Qué riqueza!

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Es una obra buena, aunque…

Contrariamente a lo esperado, el revuelo que está causando esta noticia en la redes sociales, no es bien visto por muchas personas, que denominan a este tipo de historias, “pornografía inspiracional“.   Y este hecho, nos muestra otro lado de la historia.

Antes que nada, aclararemos que es loable y heroica la acción de este amigo incondicional, el problema a destacar no se encuentra para nada en la acción generosa de Tanner, pero sí en la sociedad, y a veces en la reacción idealizada de los medios de comunicación.

La editora del tema de Discapacidad de un blog, Karin Willison, expresó su molestia por el trato sensiblero de la nota, y se preguntaba, ¿Por qué un joven tendría que sacrificar dos años de su vida para darle a un amigo lo que el seguro de gastos médicos debió darle?.

Los derechos humanos de los que tienen necesidades especiales

El término “pornografía inspiracional” puede sonar duro, sin embargo, busca expresar una costumbre social muy extendida: pensar que las personas con necesidades físicas particulares (personas que sufren alguna discapacidad), deben ser “salvadas” continuamente gracias a gestos casi heroicos de quienes viven con ellos. Pero, ¿por qué esto es reprobable?

En su reflexión citada arriba, la joven (quien también sufre una discapacidad), expone que las regulaciones para brindar apoyo y permitir la integración en la sociedad de los invidentes, sordos o personas con limitado desarrollo motriz, garantizan lo mínimo reglamentario para hacer más agradable la vida a estas personas, y exige que esta situación tiene que cambiar.

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Me pregunté por qué el seguro médico de Brandon no pagaba una silla de ruedas. Nunca tuve una respuesta. Leí más de 10 artículos diferentes, y ninguno abordó por qué Brandon no tenía ya una silla de ruedas eléctrica a pesar de su evidente necesidad de unaLos medios de comunicación se alegran de presentar a Tanner como un héroe, pero no están dispuestos a preguntar ni a discutir por qué su heroísmo fue requerido en absoluto“, cuestiona Karin.

¿Qué tan incluyentes somos?

Las personas tendemos a encerrarnos en nuestra realidad y asumir que lo que vivimos, es normal y común.  Tendemos a vivir para nosotros mismos. Reflexiones como la de Karin nos invitan a preguntarnos qué tan incluyentes y abiertos somos.

Seguro has estudiado un idioma. Sabes que te ayudará a potenciar tu desarrollo profesional. ¿Has estudiado lenguaje de señas?, ¿Sabes braille?.  En un restaurante ¿puede encontrarse fácilmente un menú auditivo para los ciegos?, ¿Existen rampas para discapacitados en las calles de tu ciudad?

¿Alguna vez te has preguntado por qué nuestra sociedad está solo acomodada para los que podemos movernos libremente?.

En 2008 entró en vigor la Convención de  las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Su propósito es “promover, proteger y garantizar el disfrute pleno y equitativo de los derechos humanos y las libertades fundamentales por las personas con discapacidad, así como el respeto sistemático de su dignidad inherente”. Sin embargo, esto está aún lejos de realizarse por completo.

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¿Corregir de una a una o cambiar nuestra visión?

Pily Valdez  cuenta en Instagram que debía llevar a su hijo de Guadalajara (en el centro del país), hacia Monterrey (el norte del país), y sufrió un revés debido a las políticas rígidas de una aerolínea.  Fueron obligados a documentar  la silla de ruedas de su hijo, y en su publicación le habla directamente a la aerolínea diciendo”Nuestra silla de ruedas las volviste a mandar como documentada, aún cuando le pedí a todo el staff que por favor me tuvieran la silla al bajar del avión. Papito me cargó todo el tiempo y no pudo ayudar con las otras maletas“.

Es triste, pero estas situaciones se dan continuamente, debido a que -como vimos arriba- estamos acostumbrados a generar condiciones de comodidad para los que son iguales a nosotros, pero pocas veces pensamos en que no somos los únicos.

Solamente en México, de los 133 millones de habitantes que se cuentan al día de hoy, el 6.4% viven con alguna discapacidad. ¡Mas de siete millones de mexicanos!, que también comen, también necesitan tomar aviones, también asisten a restaurantes, también desean ir a la playa, pero las más de las veces, no cuentan con las condiciones propicias para hacerlo.

Historias como la de estos amigos nos hacen recobrar la fe en la humanidad, pero también son oportunidades para cambiar nuestra visión, de manera que hagamos el mundo mas habitable para todos. ¿Te animas a formar parte del cambio?

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Marilú Ochoa Méndez

Enamorada de la familia como espacio de crecimiento humano, maestra apasionada, orgullosa esposa, y madre de siete niños que alegran sus días. Ama leer, la buena música, y escribir, para compartir sus luchas y aprendizajes y crecer contigo.