Le dijeron que su bebé tenía leucemia, ella se negó al tratamiento médico, luego algo sorprendente CAMBIÓ todo
Algo en su interior le decía que no debía someter a su hija a la quimioterapia...
Fernanda Gonzalez Casafús
Si no crees en la intuición de una madre, esta historia cambiará tu modo de pensar. Si bien es cierto que debemos escuchar a los médicos, también muchas veces es menester escuchar nuestra intuición como madres. En este caso, por ejemplo, la intuición de una madre salvó la vida de una pequeña niña.
Pia de Jong es una novelista cuya obra máter se llama “Salvando a Charlotte: una madre y el poder de la intuición“. En su libro recopila las memorias acerca de la batalla de su hija recién nacida quien fue diagnosticada con leucemia, y cómo ella tomó una sorprendente decisión que hizo que algo inesperado sucediera.
Un diagnóstico y un vuelco inesperado
Mirror recopila la historia de esta escritora quien, junto a su esposo, se armaron de gran fuerza de voluntad para enfrentar al equipo médico cuando su pequeña hija Charlotte fue diagnosticada con leucemia mieloide congénita, un tipo de cáncer en la sangre bastante raro, que ataca particularmente a las células mieloides.
Cuando nació su hija, Pia recuerda la expresión en el rostro de la matrona que estaba examinando el cuerpo de su hija. La doctora estaba observando la espalda de la pequeña cuando su dedo índice se posó sobre un punto. Pía se quedó petrificada, puesto que sabía que algo malo sucedía, a juzgar por la reacción de la médica. “¿Qué es lo que ves?”, le preguntó la mujer a la matrona y ésta le explicó que había un punto en la espalda de la pequeña, y que cuando lo presionaba y lo volvía a soltar se volvía de color azul. Nunca había visto algo así. La doctora comenzó a tomar notas acerca del exámen corporal de la niña y la inquietud de Pia aumentaba.
Pía le pidió a su marido que busque información en internet pero no encontraron nada al respecto. Sin embargo, la información acerca del diagnóstico no tardaría en llegar. La pequeña Charlotte tenía leucemia; esas manchas en su piel eran tumores. El tipo de leucemia que poseía la bebé era la más peligrosa, y cuando Robert, el padre de la pequeña preguntó qué tan peligrosa era, los médicos le respondieron:” El tipo de leucemia que tu hija tiene es el más peligroso. Lo siento, pero debes prepararte para lo peor. Charlotte puede tener muy poco tiempo de vida.”
Una decisión que todo lo cambiaría
Ante semejante diagnóstico, y con la incertidumbre de no saber cuánto era ese tiempo de vida que le quedaba a la pequeña, según los médicos, Pía se encontraba totalmente abrumada con las palabras del doctor. Estaban sentados en el consultorio y el oncólogo estaba explicando que el próximo paso a seguir sería intentar una quimioterapia, pero les advirtió que en un recién nacido los efectos podrían ser devastadores y letales, y que si sobrevivía, podía quedar con secuelas.
Fue entonces cuando en medio de la explicación del médico, Pía se levantó del asiento, buscó la mirada de su marido para encontrar complicidad, y le dijo al médico “Nos vamos a casa. No haremos el tratamiento”. La decisión instintiva de Pia, ahora conocida como “espera vigilante”, se convirtió luego en el protocolo médico estándar para el tipo de leucemia de Charlotte, según Mirror.
El tiempo pasaba y Charlotte no recibía el tratamiento
Pía y Robert trataban de pasar tiempo de calidad con Charlotte, pues no sabían cuánto tiempo más la tendrían con ella. Habían decidido no someterla al tratamiento pues las posibilidades de vida luego del mismo eran escasas, y llegaron a la conclusión que esperarían un milagro.
El tiempo pasaba y la niña crecía fuerte. Hasta que un día notaron que de a poco los puntos azules en su cuerpo fueron desapareciendo, hasta no tener ninguno. Cuando hicieron el exámen oncológico, el mismo arrojó que la niña estaba completamente curada de la leucemia y había atravesado una “remisión espontánea”, es decir, su sangre se había limpiado sola, por completo.
La sorpresa fue tan grata que no podía creerlo. El milagro había sucedido; no habían estado tan equivocados; al fin y al cabo hoy tenían viva a su hija. Hoy Charlotte es una adolescente sana que disfruta el día a día y del amor de sus padres.
Qué es la leucemia mieloide
La leucemia mieloide aguda es un tipo de cáncer de la sangre y la médula ósea. Según el sitio cancer.org, la mayoría de los casos de leucemia mieloide aguda se originan de células que se convertirían en glóbulos blancos, pero en algunos casos se desarrollan en otros tipos de células formadoras de la sangre. Este tipo de leucemia es potencialmente peligrosa porque avanza más rápidamente que la leucemia común.
Síntomas
Según el sitio MedLine, algunos síntomas de la leucemia mieloide aguda en niños, son:
-
Dolor en los huesos o las articulaciones
-
Infecciones frecuentes
-
Facilidad para sangrar o para presentar hematomas
Advertisement -
Sentimiento de debilidad o cansancio
-
Fiebre con o sin una infección
-
Sudoración nocturna
-
Protuberancias indoloras en el cuello, las axilas, el estómago, la ingle u otras partes del cuerpo que pueden ser azules o moradas
-
Manchas como puntos bajo la piel provocadas por el sangrado
Advertisement -
Dificultad para respirar
-
Pérdida de apetito y menor consumo de alimento
¿Hubieras hecho lo mismo?
Sin dudas esta madre fue muy valiente y supo escuchar su corazón. Sin embargo, manejarse sólo con la intuición en temas médicos puede ser muy arriesgado. Probablemente en este caso, haya sido la decisión correcta, puesto que el tratamiento contra la leucemia mieloide para un recién nacido conlleva serios riesgos y hasta la muerte misma.
Lo ideal es siempre escuchar la opinión médica, y no sólo una sino varias, si no te quedas conforme. Pero también es importante seguir nuestra intuición de madre. En muchas ocasiones, como en la de esta historia, puede salvarle la vida a tu hijo. Y tú, ¿hubieras hecho lo mismo?