Lo amo, pero quiero separarme
Estás en una encrucijada difícil de resolver. Tu corazón y tu mente libran una batalla. ¿Quién ganará?
Fernanda Gonzalez Casafús
Llega una edad en la vida en la que te das cuenta que el amor no es todo en una pareja. Puede haber mil cosas que hagan que un vínculo se quiebre. Sí, aunque haya mucho amor. Si alguna vez has pensado en separarte, pero sientes que aún lo amas, sigue leyendo.
Hace poco conversaba con una amiga que está pasando una situación muy dolorosa. Ella y su esposo llevan varios años en pareja, pero la relación se ha ido desgastando mucho, al punto de no retorno. Los ataques de ira de él contrastan con la personalidad alegre y simpática que muchos conocen, y aunque jamás fue violento físicamente, ella siente que va quedándose sin fuerzas de tanto sostenerlo en sus más oscuros momentos.
“Lo amo, pero quiero separarme“, me dijo. Tardé unos segundos en procesar la idea, pero su explicación fue sumamente madura y convincente. Mi amiga se estaba desgastando por alguien que naturalizaba los cambios bruscos de ánimo y que luego pretendía arreglar todo a base de disculpas.
Ella me contaba que no siempre todo es amor. A veces hay que saber soltar. De nada sirve que ella lo ame inmensamente si él no se ama a sí mismo y elige destruir su vida viendo cómo las frustraciones de “lo que no fue” hacen mella en su ser. Ella es como una mariposa que está saliendo del capullo a descubrir la vida. Él, como un oso pardo, que se refugia en su cueva.
A veces el amor no es suficiente
Para muchos, en una relación debe darse el famoso “50 y 50”. Nunca estuve de acuerdo con ello. Un vínculo sano se compone de dos personas que ponen el 100%. La clave está en que a veces uno pondrá 70 y el otro 30; mientras que otro día puede pasar al revés. Y habrá días en que ambos equilibrarán sus fuerzas.
Definitivamente, de nada sirve que en una pareja uno solo haga la mayor parte del esfuerzo la mayor parte de las veces. Si eres tú quien siempre pones paños fríos a las peleas, si eres quien olvida y perdona todas las veces, si eres quien justifica sus actos, por miles de motivos, estás simplemente prolongando una situación que difícilmente se revierta, a menos que la otra parte realmente tome conciencia del daño que está ocasionando a la pareja.
Sí, a veces el amor no es suficiente. Porque puedes amar demasiado a una persona, perdonarlo todo, dar miles de oportunidades, tener la mano en momentos difíciles, ser quien lleve el estandarte de la paz. Pero si el otro es quien debe sanar primero por dentro para aprender a amarse, poco tienes para hacer allí, al menos hasta que ello suceda.
Señales de que una pareja no va más
“Aguanto un poco más, o lo echamos a suertes“, dice la famosa canción del grupo español “Ella baila sola”. Esta famosa letra describe cómo una persona siente esa monotonía que se apodera de una relación cuando ve que todo se deteriora, aunque no tiene la valentía -aún- para soltar el vínculo.
Existen claras señales que evidencian cuando una pareja está llegando a su fin. Es necesario reconocerlas y asimilarlas, y poder hacer algo con ellas. O trabajarlas y retomar el vínculo desde el lado de la comprensión, el respeto, el cariño, o cortar radicalmente la agonía. Estas señales pueden ser muy claras:
Piensas en separarte cuando pasó el enojo
Este es uno de los indicadores más fuertes que determina si realmente una pareja, o uno de sus integrantes, quiere separarse. Si pasó el enojo, la pelea, el momento de agitación, y aún así fantaseas con la idea de separarte, es porque estás preparada o preparado para ello, solo que aún no has tomado la determinación.
Hay maltrato físico o psicológico
De más está decirlo. Las agresiones físicas y verbales son otra de las banderas rojas en una relación y uno de los más fuertes indicadores para separarse. Si vienen luchando con esto durante mucho tiempo, te han prometido cambiar y no sucede, tal vez la separación sea una solución para tu tranquilidad emocional.
Desinterés evidente
Sientes que a tu pareja le da lo mismo todo. Ya no hay detalles de cariño ni empatía. A ti también te sucede, lo que antes preparabas con esmero ahora lo haces por inercia. Cuando hay un “desenganche” emocional, es un fuerte indicador de que la pareja va camino a la separación.
Apuesta al amor, pero no dejes de amarte
Siempre, siempre, el amor como bandera es una excelente decisión para llevar adelante nuestros vínculos. Pero si olvidas el amor propio, este amor por el otro, del que te jactas, cae por decantación. Pues no es posible amar profundamente al otro si no te amas primero a ti mismo.
Apuesta a la familia, al amor, a la empatía y el servicio a quien más te necesita. Pero no te desarmes en ese proceso. Si tomas la mano de alguien, que sea para ayudarlo a salir o subir contigo, no para hundirte en sus más oscuros demonios.
Busca ayuda si estás pasando por un momento difícil. Refúgiate en el cariño de tus seres queridos y amigos. Medita, reflexiona sobre la vida. Ello te hará tomar decisiones precisas, sin que nadie salga herido en el camino. Confía en el proceso y deja que todo fluya. Nadie dijo que sería fácil….¡Y lo estás haciendo muy bien!