Lo qué estos niños hicieron para salvar a su madre de la muerte clínica te dejará sin palabras
Estos pequeñitos tenían un ritual cada día, mismo que después descubrieron que salvó a su madre de la muerte clínica. El vínculo entre madres e hijos es revelado y es más fuerte que la ciencia.
Erika Otero Romero
La historia de esta familia en particular es bastante conmovedora como motivadora.
Esto ocurrió en Rusia, en la helada localidad de Yakutia. Allí, dos pequeños hermanos, Lazar de 4 años y su hermana de 5, vivían con su abuela y tías, ya que su madre se encontraba muy enferma y hospitalizada por lo que no podía cuidar de los niños. El padre de los pequeños trabajaba en el bosque durante todo el invierno y el hermano mayor de los chiquillos, estudiaba en otra ciudad.
Su abuela Ksenia siempre los trato bien, les consentía cocinándoles pasteles y galletas, parte de las cuales los niños guardaban para regalarle a su madre cuando pudieran ir a verla al hospital. Además los niños podían jugar y distraerse con tal de menguar la ansiedad y el temor de la posible pérdida de su amada madre enferma.
La fe y fortaleza de unos niños, logró un milagro
Sin embargo, las cosas cambiaron cuando la segunda abuela de los niños fue a visitarlos, con ella en casa a los niños se les prohibió correr dentro de casa y hacer ruido, pero a ellos les quedaba un consuelo, un ritual sagrado que llevaban a cabo cada tarde.
Lo que hacían era ver las fotografías de su madre y lloraban hasta agotarse, pero un día la abuela de los pequeños les pidió que dejaran de hacerlo ya que parecía que los pequeñitos lloraban a alguien muerto, pero los niños siguieron haciéndolo, estaban convencidos de que, de una extraña manera ayudaban en la recuperación de su mamá.
Todo esa historia pudo ser pasada por alto si no es porque cuando la madre de los niños se recuperó y volvió con su familia les contó cómo, cuando estaba en el hospital experimento lo que se conoce como muerte clínica.
La mujer sintió que su dolor se iba y que un rayo de luz caía sobre ella, de repente, su mente gritó pidiéndole que mirara bien, pese a que le costaba mucho hacerlo, fue capaz de ver a sus hijos llorando a su lado. Fue en ese momento que comprendió que tenía una razón para permanecer en este mundo por más tiempo. Y desde luego, los niños se sorprendieron al escucharlo de su propia madre.
Apoyo en la distancia
Yo creo en el poder de la fe y la oración. No es que sea la persona más creyente en milagros pero es un hecho que existen y que podemos ayudar a las personas que amamos aunque estén en la distancia si creemos fervientemente en que algo puede ocurrir para cambiar o mejorar la situación en la que se encuentran, tal y como le pasó a los niños de la historia.
El vínculo entre madres e hijos, algo más que amor
No hace mucho encontré una noticia donde la voz de una madre ya fallecida guiaba a unos agentes de la policía para que pudieran encontrar a su bebé antes de que algo catastrófico pudiera ocurrirle a la pequeña.
Las madres tienen el conocimiento de que sus hijos dependen de ellas y que quizás solo bajo el cuidado y la tutela de ellas, sus hijos van a estar bien. Por eso casi que son capaces de regresar de la muerte- de manera literal como simbólica- a criar a sus hijos por el tiempo que haga falta, como en el primer caso, o a rescatarlos de una muerte segura, como en el segundo.
Madres e hijos estarán conectados por algo más fuerte que el amor, quizás sea por efectos de la intuición, por el hecho de el vínculo indeleble que se establece al momento del nacimiento o por un conjunto de esos tres aspectos, lo cierto es que parece ser capaz de romper los límites de la muerte.