Lo que he aprendido de mi hijo tímido
¡Tenemos tanto qué aprender de aquellos a quienes consideramos tímidos! Yo he aprendido mucho de mi hijo, que desde un principio demostró ser tímido por naturaleza.
Denhi Chaney
Yo no nací siendo tímida. En realidad, platicar y conocer personas nuevas nunca ha sido difícil para mí y, aunque aprecio mis momentos de soledad, no son absolutamente necesarios para recargar mis energías. Sin embargo, en enero del 2012 nació mi primer hijo, quien desde bebé demostró una personalidad tranquila y definitivamente tenía sus preferencias de quien lo podía tomar en brazos. Conforme creció, no fue difícil ver que mi pequeño es tímido: no le gusta estar entre un mar de gente, ni conocer gente nueva. Es callado y le toma su tiempo acostumbrarse a nuevas experiencias.
Desde un principio me pareció cómico que una persona tan social como yo, tuviera un hijo completamente opuesto. No lo voy a negar: hubo muchas ocasiones en donde pensé que sería mucho más fácil si él fuera sociable; incluso llegué a pensar que mi hijo tenía que cambiar. ¡Qué equivocada estaba!
He aprendido muchas cosas de él, cosas que alguien que no es tímido por naturaleza, jamás podría aprender. Estas palabras se las dedico a él y a todo niño o niña tímida, quienes necesitan saber que son perfectos tal y como son.
1. La timidez no es una enfermedad
Muchos piensan que alguien que es tímido necesita cambiar, lo tratan casi como si su timidez fuera una enfermedad. Estoy aquí para decir que no lo es, y que una persona tímida es igual de chistosa, alegre y amigable que una persona sociable. El detalle es darles su tiempo para que te puedan demostrar de manera integral quiénes son. El único mensaje que debemos darles es que no precisan cambiar, pues una persona social no vale más que una persona tímida.
2. Los que hablan poco, observan más
Me he dado cuenta que mi hijo tiene memoria fotográfica para detalles, lugares y personas. Aunque no dice mucho, observa y aprende con todos sus sentidos. Cuando pienses que tal vez no recuerdan un lugar o algo que les enseñaste, prepárate para sorprenderte al ver que recuerdan todo. Al mismo tiempo, ellos observan hasta el más mínimo detalle y es por eso que ha sido una bendición ver el mundo a través de los ojos de mi hijo: todo es maravilloso, todo merece su atención y muchas veces él nota detalles que para mí pasan desapercibidos.
3. Cuando se sienten cómodos, son leales a morir
Como dije antes, a estos niños les toma su tiempo sentirse cómodos con alguien a quien no conocen; sin embargo, cuando se sienten cómodos, te demuestran con hechos cuánto te estiman y que reconocen lo que haces por ellos. Son leales y te hacen sentir su amor de una forma mucho más sensible y delicada. Estos pequeños tienen el don de amar con hechos y, la mayoría de las veces, es todo lo que necesitas, pues las palabras salen sobrando.
Ama a tu hijo tímido y jamás le mandes el mensaje de que necesita cambiar. Conforme pase el tiempo, él se volverá más social por decisión propia, aunque siempre mantendrá una personalidad más tranquila, callada pero increíblemente amorosa y detallista.