Lo que no debes dejar de decir a mamá, en su día
"No hay madre como la de uno mismo" Proverbio africano.
Yordy Giraldo
Se acerca el día de la madre. Por cierto, este año lo celebran en el mismo día, tanto aquellos países que suelen festejarlo el segundo domingo de mayo, como quienes lo hacen el 10 de mayo, como México. Con motovo de esta celebración, hoy quiero ser portavoz de todo hijo: quiero que mis palabras sean las de tus hijos hacia ti, y sean las tuyas hacia tu madre:
Te amo madre
“Por tu amor incondicional, porque todos tus defectos no fueron suficientes para opacar tu labor de madre. Me atrevo a decir, incluso, que ser consciente de ellos es lo que te hizo esforzarte tanto. Te amo por ser una mujer que no se rinde, y poner tan en alto tu género, al punto que no hay un ser en este mundo que no te venere o que no venga de ti.
Porque “no puedo” es una palabra que no conoces cuando se trata de sacar a tus hijos adelante, y no se me ocurre una mejor lección de vida que esa. Porque el cansancio jamás ha logrado que dejes para luego a tus hijos, y todos mis errores no han sido suficientes como para alejarte de mí, o para que te rindieras conmigo.
Te amo porque me convertiste en tu motor de vida, algo que no merezco, pero agradezco porque tu ejemplo te ha convertido en el mío. Eres en lo que se piensa cuando queremos ejemplificar la palabra milagro, ¡porque puedes ser tantas cosas! Mi héroe cuando necesité que espantaras los monstruos, curaras mis heridas, cumplieras mis deseos. Y la villana cuando el regaño se hizo requerido, cuando me obligaste a comer mis verduras, tomar las medicinas, levantarme por mi cuenta después de la caída.
Amar… se aman muchas cosas, de muchas maneras. Pero contigo conocí de primera mano lo que es el amor sin condiciones.Porque no importa el miedo que sentiste al descubrir que ya crecía dentro de ti, asumiste el reto incluso a pesar de que tal vez no era el momento idóneo.
Te amo porque sólo tu tienes la habilidad de saber qué quiere decir cada uno de mis llantos, porque cuando otros ven solo mis imperfecciones, tú no dejas de decirme que soy perfecta, que yo puedo. Te amo, porque ¿cómo no amar la sangre que corre por mis venas, el seno que me amamantó, la lágrima que se derramó por mí, el amor que me fue entregado, desde antes de conocerme?
Yo, que no amerito ese amor porque, a diferencia del tuyo, mi amor es interesado, porque viene de tus noches de desvelo, de tus risas, de tu paciencia, de mi platillo favorito, de tu dulzura, de tu lealtad sin límites, como solo puede serlo la lealtad de una madre. Yo que siempre quería el juguete de moda, la fiesta con muchos amigos, las travesuras sin consecuencias, hacer “mi santa voluntad”, ¡y tú que solo querías mi bien y hacerme feliz!
Gracias, mamá
Te amo madre, no concibo que sea de otra forma, no imagino un yo sin un tú. Raíz del árbol que soy, semilla de la que germiné, tengo tanto para agradecerte y las palabras se quedan cortas. ¿Cuántas acepciones puede tener una palabra? ¿Cincuenta, cien? Insuficientes para todo lo que necesito englobar para agradecer a quien me dio la vida, ¡he de conformarme, pues, honrándote! Esforzándome para, además de tu amor, tener tu orgullo y darte así las gracias”.
Si aún no sabes cómo decirle a tu madre todo lo que significa para ti, quizá estas palabras te inspiren un poco para hacerlo. No es díficil, ni hay que ser poeta, solo dejar que el corazón hable. Haz de este 10 de mayo una celebración del amor, más que una fiesta con regalos costosos que se dan por obligación. Que puedas siempre decirle a mamá cuánto la amas; que toda madre escuche eso de sus hijos, siempre.
