Los 7 propósitos financieros para comenzar un año próspero
La prosperidad económica y financiera puede llegar a tu vida si aplicas estas acciones.
Emma E. Sánchez
No soy mucho de ponerse metas cada inicio de año, pero conforme pasa el tiempo compruebo que definitivamente todos podemos mejorar si decidimos dar el primer paso, y el inicio de cada año puede ser la mejor motivación para hacerlo, pues estamos más dispuestos y con la actitud adecuada para lograrlo.
Y ya con este ánimo de hacer mejoras a tu vida, y principalmente por tu situación financiera, estoy segura que esforzarte por vivir estos 7 propósitos harán la gran diferencia cada nuevo año que inicia y en tu vida en general.
¿Estás lista?
1 Generar nuevos recursos
No hay otra opción: hay que buscar generar otra fuente de ingreso a la par de la que actualmente tienes. Hoy en día no solo es prudente sino una verdadera necesidad el poder tener dos o más entradas de dinero.
Si es el caso que ya tienes un empleo, puedes buscar un medio tiempo extra, vender o producir algo para vender. Si eres especialista en algún campo, dar asesorías u ofrecer capacitaciones. Revisa tus opciones y comienza a ver alguna buena opción que te permita tener un ingreso extra.
Hace tiempo alguien me dio un buen consejo: si estás pagando un carro, por ejemplo, aunque el pago esté dentro de tu presupuesto, busca un nuevo ingreso que te permita hacer un poco más ligero el pago, no esperes a que alguna calamidad ocurra y te quedes sin ningún ingreso.
2 Identificar en qué se te escapa el dinero
Muchos creen que ganan poco y puede ser que los ingresos no sean suficientes para cubrir los gastos, pero cuando se revisa a fondo, la gran mayoría de nosotros, tenemos un problema mucho más grave: no sabemos ni podemos administrar nuestro dinero.
Cuando existe este problema, no importa si se gana mucho o poco, nunca habrá dinero que rinda en manos de una persona desorganizada con sus finanzas.
El primer paso para que el dinero te rinda es registrar cada gasto que haces, por muy pequeño sea. Luego, observa en qué se está perdiendo y proponte con determinación a eliminar esas “fugas” y apegarte a un presupuesto.
3 Eliminar deuda
Primero hay que identificar la llamada “deuda sana” como lo es el pago de una casa, un vehículo o hasta tu educación, ¡pero no más! Todo lo demás es deuda mala que hay que eliminar y evitar a toda costa.
Las tarjetas de crédito son muy peligrosas, lo mismo que préstamos que no te generan activos o inversiones, así que identifícalos y traza un plan para eliminarlas de raíz. Hay algunos métodos como el “bola de nieve” que te ayudarán a ir eliminando deuda por deuda. A veces este propósito puede tardar un tiempo, inclusive algunos años, pero ¿sabes algo? Vale mucho la pena hacerlo con constancia y liberarte de las cadenas de la deuda.
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4 Ahorro
Se dice que todos debemos ahorrar el 20% de nuestros ingresos, pero para la gran mayoría esto puede ser un gran reto, por lo que puedes iniciar con el 5 o 10 % mientras liquidas tus deudas.
Recuerda que el ahorro no es lo que te queda después de gastar o pagar todo lo que debes, ¡al contrario! Primero ahorras y luego ajustas tus pagos y gastos. Esta es una gran meta que puedes lograr, proponte una cantidad y luego cumple una quincena a la vez.
Recomendación: esconde o guarda tu dinero lejos de ti y no caigas en la tentación de gastarlo a la primera provocación.
5 Crear un fondo de emergencias
Este es un rubro diferente al ahorro, un proyecto muy ambicioso que debe responder a la siguiente pregunta: ¿cuánto debes tener ahorrado para vivir sin trabajo por tres meses? Una vez que fijas la cantidad, comienza a guardar el dinero poco a poco sin desfalcarte hasta logar tu objetivo.
Este dinero puede ser la respuesta a un accidente, una urgencia médica o la pérdida de empleo y no afectar tu nivel de vida, de ahí que sea tan importante lograrlo y nunca tocarlo.
6 Hacer un patrimonio
Cuando vas ahorrando, poco a poco y con paciencia, puedes ir adquiriendo activos que te permitan generar más dinero o tener un patrimonio para tus seres queridos.
Puedes comenzar a comprar algún seguro de vida, un terreno o una vivienda y todo aquello que en el futuro puedas heredar a la siguiente generación para que continúen con el progreso y crecimiento familiar.
7 Ser generoso
Y por último, la gran clave de la abundancia: ejercer la generosidad. Para ver milagros en tu vida y tener lo suficiente siempre para ti y los tuyos, sé generoso siempre que puedas hacerlo y aún cuando te duela el hacerlo. Hacer pequeños sacrificios para que la vida de otros sea mejor dará a tu vida un sinfín de buenas consecuencias.
No esperes a tenerlo todo para ser generoso, has de esto, una forma de vida. Nunca te arrepentirás.
Emma E. Sánchez
Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.
