Los colores que vistes sí afectan tu estado de ánimo
No es una invención, el color de tu ropa influye en tus estados de ánimo y en la de los que te miran. Usa este conocimiento a tu favor.
Emma E. Sánchez
Quienes estudian Psicología, Diseño, Ventas y hasta Diseño de modas, lo saben con claridad y aprovechan este conocimiento para sus propios fines:
Los colores nos afectan, nos relajan o estresan, nos animan o nos apagan, nos hacen comer, comprar, pensar y hacer o dejar de hacer cosas.
Ahora, recientemente se están haciendo estudios en una nueva rama conocida como Cromoterapia, que aunque no está completamente comprobada, su teoría sostienen que el color también puede ayudarnos en la curación de nuestros dolores y enfermedades. Repito: aún falta mucho por investigar y comprobar pero lo cierto es que sí pueden cambiar nuestro estado de ánimo y con ello mejorar nuestra actitud y la producción de químicos en nuestro cuerpo que pueden ayudar a curarnos. Muy interesante ¿no lo crees?
Los colores nos influyen según los encontremos en nuestro alrededor, en nuestra cas ay habitaciones, el color en las escuela, las tiendas y hospitales por ejemplo pero un campo que no se había considerado y mucho menos era el cómo los colores que vestimos nos afectan.
La mente es maravillosa publicó recientemente un artículo que aborda este tema tan interesante.
¿Lo revisamos?
Primero, hablamos por qué elegimos un color u otro cuando compramos la ropa y cuando elegimos nuestra ropa cada mañana
Cuando nos vestimos, inconscientemente lo hacemos en función de cómo nos sentimos en ese momento. Conforme vamos tomando consciencia de nuestros sentimientos y emociones, podemos lograr reconocerlos y entonces hacer un cambio eligiendo la ropa y los colores que nos ayudarán a salir de ese estado.
Por ejemplo, si amanecieras sin ánimo y más bien decaído, buscarás colores apagados y pesimista y lo contrario, si nos levantamos contentos, escogemos colores alegres, ahora con un poco de conciencia haremos justamente lo contario para ayudarnos a nosotros mismos a sentirnos mejor.
Vestirnos cómodamente, de manera apropiado apara el lugar y las personas con las que estaremos y con los colores que influirán correctamente en ti y quien te mire.
Ahora sí, vamos a revisar los colores:
Rojo, naranja y amarillo
Estos son colores emocionantes, excitantes que nos animan y nos dan energía, son recomendables para las personas depresivas, decaídas y con desánimo. También es muy bueno usarlos en el invierno pues trasmiten alegría, color y buen ánimo.
Estos colores no son buenos ponerlos juntos en recamaras o lugares donde se requiera relajarse o descansar, son colores más bien para trabajar y aportar actividad y energía.
Verde, azul y el violeta
Son colores que invitan a la relajación, la tranquilidad y la paz mental. Son muy buenos cuando te sientes ansioso o vas a atender una cita importante o cuando quieres mostrar seguridad y confianza a un cliente.
Todos estos colores invitan a la curación emocional y se pueden usar en dormitorios y salas por ejemplo.
Blanco y beige
Ambos son colores relacionados con la pureza y la simplicidad, con lo ligero y lo divino. Cuando requieras enfocarte en algo muy importante estos son loso colores ideales. Los puedes usar también en todo tu ahogar, te aportará luz, frescura y en verano es muy refrescante.
Rosa y fucsia
Son los colores que nos hacen sentir bondadosos y caritativos, que nos hacen dominar nuestro egoísmo y ego, nos ayudan cuando estamos enojados y concentrados en nosotros mismos. Muy útiles cuando requieres que alguien confíe en ti, son colores relacionados a lo tierno y a la infancia.
Negro y gris
Definitivamente no son colores muy recomendables para quien padece depresión o es más bien pesimista, no son colores para un enfermo, los usamos cuando necesitamos mostrar elegancia y seriedad. Muy útil cuando somos figuras de autoridad y requerimos generar respeto.
Ahora que ya conoces un poco más sobre lo que pueden hacer los colores por nosotros, es bueno revisar nuestro guardarropa y ver cuál es el color predominante pues eso habla mucho de nosotros y de cómo nos percibimos y sobre todo cómo nos sentimos.