Los médicos advierten sobre la falta de beneficios y hasta perjuicios para el bebé con esta práctica que las mamás famosas están promocionando
Una práctica que sigue después del parto y de la que es mejor que no participes (lo que esta famosa actriz está tomando puede revolverle el estómago a más de una).
Viviana Domínguez
Una práctica para acompañar el puerperio
El puerperio es conocido como la etapa post parto, donde la madre suele presentar síntomas de depresión o anemia. La misma se ha puesto de moda segun un articulo publicado por Univisión.
Esta práctica consiste en el consumo de la placenta durante esta etapa. Según lo informado por Univisión, varias famosas han subido a sus páginas sociales sus experiencias y los efectos favorables de esta práctica tan inusual, mencionando como algunos beneficios que ayuda con la depresión pos-parto, normaliza los niveles de hierro y favorece a la lactancia infantil.
No obstante los médicos están en desacuerdo y lo fundamentan en el hecho de que se conoce esta actividad en los mamíferos, pero no en la raza humana, ni siquiera en culturas aborígenes, más bien dentro del grupo de mujeres caucásicas, de clase media y educadas.
El mismo artículo presenta la opinión expuesta por doctores del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Oregon quienes alertan de los posibles peligros de esta costumbre denominada “Placentofagía”.
Placentofagía animal y humana
Por definición la placentofagía es el acto realizado más frecuentemente por mamíferos de comer la placenta después del parto, los motivos científicos son que la placenta posee pequeñas cantidades de oxitocina que ayudan a calmar el estrés y estimula la lactancia.
Por otro lado, se lo considera como un acto de supervivencia y protección a la cría, no dejando rastro para posibles depredadores. Ahora bien, el hecho de que sea benéfico en los animales, no significa que tenga los mismos efectos en el ser humano.
La placenta humana tiene una textura muy similar a la carne de res, y si bien es rica en vitaminas, inmunocomplejos y hormonas, al ser procesada, combinada o cocinada, estos componentes son alterados, por lo que la única opción es de ingerirla cruda.
Un artículo publicado por el portal Comer o no Comer, detalla muy bien las razones por la cual algunos comportamientos animales sirve para su especie pero no se aplica al aspecto clínico del ser humano.
Para esto menciona lo que la Academia Americana de Neurologia piensa al respecto:
“Los humanos no somos iguales que el resto de mamíferos en una larga lista de aspectos fisiológicos y metabólicos. Pero hay otros factores que invalidan los estudios en animales, tales como su diseño (que suele ser defectuoso), su análisis estadístico (cuestionable) y la tendencia de las revistas científicas a publicar más a menudo los estudios con resultados positivos que los que revelan resultados negativos”.
Nada se ha comprobado
Si bien muchas personas en estos últimos tiempos están realizando esta práctica, no hay ningún estudio científico que respalde los beneficios, sólo artículos en páginas de salud, o personas que manifiestan haber recibido el consejo de su ginecólogo, o que los Chinos lo usan con fines medicinales (cosa que es verdad pero para otros asuntos).
Tres formas de consumirla que se conoce:
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Cápsulas: a través de un proceso de deshidratación de la la placenta.
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Cocinada: en comidas o jugos.
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Cruda: no se recomienda por el nivel alto de intoxicación que puede provocar.
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Lo que sí se sabe
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La placenta contiene infecciones bacterianas.
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NO existe ningún respaldo científico que asegure que ingerir placenta ayude a la depresión post parto.
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Puede poner en riesgo la vida del bebé a través de la lactancia materna, pasandole la infección.
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Eleva la posibilidad de reproducir las bacterias en el organismo.
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Las píldoras no están reguladas por la agencia de Drogas y Alimentos (FDA).
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No acarrea ningún beneficio comprobado.
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La placenta está compuesta por tejido FETAL , no materno por lo que pertenece al bebé.
Elije lo mejor para ti y tu familia
Si te pones a pensar hay muchas actividades animales que jamás imitaremos y si el consumir placenta humana está basado tan sólo en el hecho que es bueno para el animal y no hay ninguna confirmación científica, sería bueno esperar antes de incluirla en tu dieta personal y de tu bebé.