Los niños, los seres más vulnerables que existen
La naturaleza de los niños es ser inquietos, creativos, activos, preguntones, consentidos, habladores y, más que nada en el mundo, necesitan que se les ame y se les acepte como son.
Diana Cantor Martinez
Nada me conmueve tanto como el maltrato físico y emocional a los niños. Pocos comprenden la profunda indefensión de un niño. Son los seres más vulnerables que existen, ni siquiera saben cómo defenderse. Existe un equivocado sentido de dominación y de poder sobre los hijos; se considera que son propios y que nos pertenecen, pero no es así. Somos sus guías, no sus dueños. Nuestra tarea es amarlos y guiarlos, no dominarlos.
¿Qué lleva un padre a maltratar a sus hijos?
La cadena perpetua del maltrato
No hay duda de que los padres maltratadores fueron niños maltratados. Existen muchas formas de maltrato físico y emocional: los golpes, los gritos, los insultos, el abuso sexual entre otros. Cuando tú como padre te sorprendas frente a uno de tus hijos maltratándolo, pregúntate: ¿Qué heridas del pasado necesito sanar? Y adicionalmente, es importante que te cuestiones acerca del hombre en que estás convirtiendo a tu hijo. Existen dos posibilidades, o lo conviertes en un maltratador o le enseñas que debe permitir en su vida el maltrato. Incluso, pensaría que las dos alternativas pueden cohabitar en una misma persona. Lee un poco más sobre este tema en este artículoLa letra con sangre no entra. Educar a tus hijos es una tarea de amor y paciencia.
¿Qué es lo que no te gusta de tu propia vida?
La inconformidad, el aburrimiento, la falta de sentido de vida, las cadenas del pasado y la falta de perdón pueden ser algunas de las razones que lleven a las personas a llenarse de resentimiento. Como es natural ese sentimiento de frustración buscará la forma de exteriorizarse y una muy probable es arremeter contra los hijos.
En lo particular, me parece que los adultos no se desquitan de sus frustraciones fácilmente con otro adulto, porque las consecuencias no se harán esperar; mientras que muchas veces desfogarán sus rabias en un niño que no puede defenderse. Te sugiero entonces que mires un poco hacia adentro y revises con sinceridad qué debes y puedes cambiar y lo que no puedas, busca la manera de aceptarlo. Finalmente, es necesario que canalices correctamente las emociones con las personas adecuadas y en su justa dimensión, y si crees que necesitas ayuda profesional para lograrlo es importante que des el paso.
La falta de paciencia
De todas las cualidades que un buen padre debe tener, la paciencia es vital. Un padre no puede exigirle a un niño que se comporte como un adulto. Es necesario comprender que se necesita una vida entera para aprender; todos los días se aprende. Esa es la tarea de un padre y una madre. Debemos aceptar la misión que nos corresponde como guías, líderes, orientadores, maestros; bajándonos al nivel y al ritmo del niño y no esperando que él suba al del adulto.
La naturaleza de los niños es ser inquietos, creativos, activos, preguntones, consentidos, habladores y, más que nada en el mundo, necesitan que se les ame y se les acepte como son; que no se les impida ser niños, que se les guíe con afecto y con la completa comprensión de su naturaleza indefensa y vulnerable. Me despido adaptando un poco la frase de Maya Angelou para decirte que: tus niños al crecer tal vez olviden tus palabras, pero ‘nunca olvidarán cómo los hiciste sentir’.
Este otro artículo te dará buenas ideas para canalizar las energías de tus niños ¿Dejar que tu bebé juegue en la cocina? Sorpréndete: puede ser buena idea