Los retos del primer año de matrimonio

¿Estás por casarte y no sabes lo que te espera? Te invito a leer este artículo.

Erika Otero Romero

Cuando una pareja está en su primer año de matrimonio es natural que deseen pasar juntos la mayor cantidad de tiempo. Sea por la emoción del enamoramiento, el inicio de una nueva aventura, la novedad de vivir en pareja, un intenso proceso de adaptación, o por la razón que sea, el primer año de matrimonio así como es crucial para cimentar la relación, es también uno de los más complejos. Esto se debe a las expectativas que cada una de las partes pone sobre su pareja. Si te preguntas cuáles son los retos del primer año de matrimonio, haré una breve lista:

  1. La intromisión de terceros en la relación (suegros, amigos, cuñados).

  2. La lenta adaptación a la vida en pareja y la designación de roles.

  3. Problemas económicos y distribución de los gastos.

  4. Poco tiempo para salir como cuando eran novios.

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A razón de lo anterior quiero ofrecerte una solución a cada uno de los anteriores retos del primer año de casados.

1. Terceros en la relación

Cuando el problema tiene que ver con otros antes que por las diferencias entre los recién casados, lo mejor que la pareja puede hacer para evitarse inconvenientes es ir a vivir a distancias prudentes de las dos familias y evitar recurrir en busca de ayuda ante la primera dificultad.

A veces ustedes mismos son quienes hacen que sus respectivos suegros, amigos y cuñados intervengan en la relación. Claro que se puede pedir un consejo o pasar tiempo con los seres queridos, siempre y cuando se mantenga la distancia prudente que evite la intromisión excesiva y así evitar los problemas en la pareja.

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2. Problemas de adaptación

Ustedes pueden tener tres años de noviazgo e, incluso así, al momento de vivir juntos después de casados, descubrirán que existen grandes diferencias y pequeños detalles que pueden resultar incómodos en la convivencia con su compañero.

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La solución es el respeto y tolerancia por las diferencias del otro, así como la buena comunicación y la confianza entre ustedes. No pretendas que tu pareja cambie su gusto por el fútbol el domingo por la tarde, solo porque a ti te incomoda y quieres ir a comer un helado a fuerzas. En su lugar, negocia intereses y no te impongas porque solo saldrás perdiendo armonía en la relación.

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3. Problemas económicos

Las parejas de hoy día eligen trabajar juntos y mancomunar gastos. Cuando ambas partes están de acuerdo, no existe mayor problema, pero la situación se puede poner pesada cuando es uno de los dos quien trabaja y el otro se queda en casa.

Acá el asunto es saber que tanto el trabajo de la casa, como el de afuera, refieren esfuerzo, entrega y sacrificio. Aunque uno aporte dinero y otro en apariencia no lo haga, igual ambos son relevantes para el bienestar y equilibrio del hogar. O pueden optar por probar no hacer uno de los dos trabajos y vean qué pasa con el matrimonio.

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4. Tiempo juntos

Cuando eran novios, salían cada tanto. Bueno, es de tener en cuenta que aún no tenían que trabajar en miras de pagar cuentas y comida, sino que el dinero era invertido únicamente en diversión y detalles. Además, el tiempo que pasaban juntos era del que podían disponer por las noches o fines de semana. Casados la situación cambia de manera abismal: ya no solo se trabaja para pasear, ahora hay cuentas y compras que no pueden esperar. Súmale el cansancio acumulado después de llegar del trabajo, o el agotamiento después de horas arreglando una casa.

Plantéate la situación de la siguiente manera: el tiempo que pasan juntos puede no ser en grandes cantidades pero sí de calidad. Una buena charla a la hora de la comida, ir a la cama más temprano de lo habitual para expresarse su afecto, un domingo de películas y asado con amigos, o simplemente un buen masaje después de una ardua jornada de trabajo. Las opciones son múltiples y no veas solo el hecho de no salir como antes, ya que en el pasado no tenían tantas responsabilidades.

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Si analizas con calma, podrás darte cuenta que si no insistes en comparar el tiempo que estuvieron juntos como novios con el de ahora como matrimonio, los inconvenientes serán mucho menores. Cuando uno busca comprender y adaptarse, la convivencia se vuelve mucho mejor de lo que imaginaron y seguro los años venideros serán más felices y prósperos para ambos.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.