Madre entiende el mensaje escondido que dejó su hijo en una extraña mancha 14 años después de su muerte
No podrás detener tus lágrimas de emoción con esta historia que deja el MEJOR mensaje del mundo para las madres.
Fernanda Gonzalez Casafús
Muchas veces se nos hace difícil detenernos un minuto a pensar en todo lo que tenemos. Mientras escribo ésto, y luego de haber conocido la historia que te contaré a continuación, no puedo más que sentirme avergonzada de no saber apreciar muchas veces las cosas que Dios ha puesto en mi camino.
Su historia
La historia de Heather es de superación, resiliencia y valentía. El sitio Positive Outlook recoge la historia de esta madre de 4 hijos, quien tras catorce años de la muerte de uno de ellos, nos pone a reflexionar a todos acerca del verdadero sentido de la vida y del valor de las pequeñas cosas cotidianas.
Fue una de esas noches agotadoras, en las que el tiempo parece escurrirse entre los dedos, y la vida pasa casi sin darte cuenta. Los trillizos de 2 años y su hijo de 4, se encontraban cantando y revoloteando en la sala mientras Heather intentaba que recogieran sus juguetes para poder ir a la cama. Cuando de repente, vio a uno de los trillizos con sus manos manchadas de tinta azul. Un bolígrafo había explotado y, de alguna manera, ahora la alfombra nueva tenía una gran mancha.
Heather, enojada como muchas madres solemos ponernos en una situación así, cuando el cansancio nos agobia, sólo atinó a enfadarse con los niños y a limpiar frenéticamente la alfombra, sin resultados, pues la mancha no salía. Limpiaron la mancha durante días, pero no obtenían resultados. Lo que no supo Heather hasta un tiempo después, es que esa mancha sería más tarde una gran enseñanza de vida.
Al poco tiempo de ese incidente, el pequeño que había roto el bolígrafo enfermó de cáncer. Y luego de dos años, falleció. Ahora, esa estela azul sobre la alfombra le recordaba a Heather no sólo a su pequeño hijito, sino que la invitaba a pensar cada vez que la veía, acerca de cuánto se preocupaba habitualmente por trivialidades. Había sido una pequeña travesura, y ella se sentía enfadada consigo misma por haberse molestado tanto en ese momento.
“Fue un recordatorio constante de mi frustración por algo tan trivial, algo tan poco importante en el esquema de la vida”, dijo Heather.
La vida está hecha de pequeños momentos
Esa mancha azul es sólo el recordatorio de que la vida se construye día a día con aquellos momentos que nunca vuelven atrás. Los juguetes en el piso, las travesuras de nuestros hijos, las manos con barro, una corrida hasta alcanzar el autobús, mojarse bajo la lluvia, y dejar entrar a nuestra mascota con sus patitas con barro.
Los juguetes se juntan, las manos se lavan, otro autobús viene detrás del que has perdido, la ropa se seca, y el amor de tu mascota tapa cualquier mancha de barro del piso.
Ésta es una pequeña lista -o al menos la mía- de las cosas que nos hacen disfrutar la vida al máximo, agradeciendo por cada momento vivido:
- Sentirse gratificado y sonriente en los días de lluvia
- Saber apreciar el lado bueno de las cosas
- No apegarse demasiado a las cosas materiales
- Sentarte en el piso con tus hijos a jugar (aún cuando hay platos que lavar)
- Poner música y bailar con tu esposo
- Jugar un juego de mesa junto a tu niño
- Dejar que tus hijos jueguen con barro
- Aceptar esa invitación de tu niño a colorear aunque aún estés enfadada con él porque ayer no recogió sus juguetes
- Aceptar con fe los caminos que tiene Dios planeados para nosotros
Aferrarse a lo verdaderamente importante en la vida hace que valga la pena cada día de nuestras vidas. Disfrutar de cada momento y valorar lo que Dios ha puesto en nuestro camino es la mejor forma de aprovechar la vida al máximo, sin preocuparse por cosas que tienen solución.
Siempre habrá manchas que limpiar, juguetes que recoger, cosas rotas que volver a armar. Pero sólo un tiempo para disfrutar de sus travesuras.
¡Aférrate a la vida con una sonrisa como lo haces la mayoría de las veces!