Madre lucha contra cáncer durante su embarazo, gana y da a luz, pero el destino le arrebata la vida de la forma más inesperada
“Mañana es un gran día. Dios ha estado a mi lado todo el tiempo”, fueron sus últimas palabras publicadas.
Mariel Reimann
Es una de esas historias que se asemejan a una película en la que sabemos que el protagonista está enfermo de cáncer, sabemos que no es real, pero sin embargo, como es Hollywood, nos pasamos toda la película rogando que pase algo y que el o la protagonista se salve.
Casi como en Otoño en Nueva York, este caso de la vida real, lleva a esta valiente madre, esposa y mujer, muy cerca de vencer su condena de muerte pero no lo logra.
Si hay algo que Jamie Snyder nunca perdió fue la sonrisa en su rostro
Así lo relata la nota pubicada por ABC7. Jamie se había convertido en una celebridad por su popular sonrisa y su actitud positiva ante cada una de las pruebas que la vida le puso por delante.
Su mejor amiga, Larina Companile, asegura que cuando más difíciles se le ponían las cosas , ella más sonreía para darse ánimo.
Nadie se hubiera dado cuenta de que Jamie sufría de cáncer si no la conocías
Jamie batalló con dos cánceres, y los venció a los dos. A pesar de que había perdido uno de sus ovarios en la batalla contra el cáncer, ella y en contra de todos los pronósticos quedó embarazada por segunda vez.
Un nuevo cáncer reaparece
Luego de recibir la noticia de que estaba embarazada, los médicos le anuncian que ahora padecía de cáncer cervicouterino y que harían todo lo que esté a su alcance para que su embarazo llegara a término.
Jamie estaba esperando mellizos, y luego de una extensiva quimioterapia los médicos ayudaron con el segundo milagro y erradicaron el cáncer, pudiéndose enfocar en el desarrollo de los gemelos.
A pesar de que el cáncer había entrado en remisión, los médicos le advirtieron que luego de la cesárea le extirparían el útero y el cérvix para evitar complicaciones en el futuro. Y todo venía bien y jamie continuaba sonriendo.
Un día antes de la cesárea, ella publicó en sus redes lo que serían sus últimas palabras escrita, y como siempre estaban llenas de fe
“Mañana será un gran día. Dios ha estado a mi lado todo el tiempo. Todas sus oraciones y amor me han mantenido bien. Deséenme suerte. Me haré una cesárea a las 7 y después una histeroctomía radical. Estaré bien. Gracias Dios por permitirme pensar positivo durante estos momentos difíciles”.
Salió de ambas operaciones muy bien, pero el destino tenía otro plan para ella
Luego de salir de ambas cirugías bien, y de poder conocer a sus hermosos mellizos, de la manera más inesperada y una vez más en contra de todo los pronósticos, Jamie dejó este mundo al día siguiente tras un paro cardíaco.
Su amiga declara que le da paz saber que ella ‘llegó a conocer a sus hijos y a cargarlos en sus brazos’.
Según lo reportado pos la familia a ABC7, los mellizos nacieron prematuros pero estaban en buenas condiciones.
Cuando el final no es el que esperábamos, ¿nos ha fallado la fe?
La respuesta definitiva, es NO. La fe mueve montañas, y en este caso lo hizo. Jamie luchó con toda su fe para sobrevivir y para traer a Nico y Camila a este mundo, pero luego ella tuvo que partir.
Cuando sólo nos enfocamos en lo malo (que es algo natural, por que la muerte no parece traer nada bueno), dejamos de ver todo el bosque y el paisaje que la vida de esa persona pintó en nuestras vidas.
Jamie luchó hasta el final para traer a sus hijos, aunque su destino no seguiría acá junto a ellos. Jamie ahora es su ángel y un ejemplo de valor, de lucha, de fe, de mostrarle una buena sonrisa al mal tiempo. Jamie nos deja a todos un legado invalorable de que creer en realidad puede mover montañas.