Madres ven el extremado e inexplicable parecido entre sus hijos; cuando la verdad sobre la paternidad de todos ellos sale a la luz, un país queda en shock
Un caso real que sacude a un país y alerta al resto del mundo.
Viviana Domínguez
El alto precio que a veces se paga
Holanda aún sigue en shock después del descubrimiento hecho por este grupo de madres. Todas ellas tienen algo en común, haberse sometido a una inseminación asistida.
Un parecido que alarma
De acuerdo a lo expresado por Up Socl, todo comenzó en el momento en que estas madres encontraron un gran parecido entre sus hijos.
Aunque todas habían sido asistidas en el proceso de inseminación asistida, el procedimiento había tomado lugar en diferentes clínicas especializadas en este tipo de tratamientos.
La sospecha se centraba en la posibilidad de que todas compartían un mismo donante, por lo que decidieron juntarse y exponer su caso ante el Ministerio de Sanidad, quienes después de una profunda investigación, confirmaron las dudas de estas madres, “un solo donante era el padre biológico de 102 niños”.
“Sólo quería hacer feliz a las personas, no tener tantos hijos”
¿Cómo es que pudo pasar esto?
La respuesta es muy simple, no existe un sistema de regulación o de registro que permita a las clínicas conocer la lista de donantes, o en qué otras clínicas de fertilización la persona se presentó, sólo se le es permitido a los hijos biológicos acceder a la lista en el caso que deseen saber la identidad del padre donante.
De acuerdo a la ley de inseminación asistida, cada hombre puede donar sólo 25 veces una muestra de espermas, para así prevenir, la coincidencia de encontrarse entre medio hermanos en el futuro.
En este caso, y aunque no se ha confirmado la identidad del donante, esta persona realizó más de 100 donaciones en 11 clínicas diferentes.
Para justificar, que el responsable de los hechos, sólo lo hizo por razones económicas, ya que reciben 50 euros por cada muestra, simplemente expresó que sus intenciones no eran “tener tantos hijos como pudiera, sino hacer feliz a la gente”.
Entendiendo el proceso del donante
Cuando se habla de inseminacion asistida, además de entender las razones por la que una mujer decide o necesita de este procedimiento, en este caso interesa el otro lado del proceso, “el donante”.
Ante todo la persona debe cumplir con ciertos requisitos mínimos, como:
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La persona debe tener entre 18 y 29 años, depende el lugar o país puede variar.
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No ser hijo adoptado.
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Presentar una historia médica limpia de enfermedades hereditarias.
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Se requiere como mínimo tener una altura de 1,70.
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La persona deberá realizarse varios estudios médicos, para verificar antecedentes familiares y de posibles enfermedades hereditarias, revisación andrologica, a fin de descartar patologías urinarias o en los genitales, análisis de sangre, y por supuesto calidad seminal.
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Después de cumplir con estos requisitos, se determina el lugar, que debe ser una clínica autorizada, para la extracción de la muestra seminal.
La proliferación de hijos no reconocidos
El rol de los padres siempre ha sido considerado el más importante en la vida de los hijos, además que es la base de nuestra sociedad.
La paternidad responsable, implica como tal, la creación de un vínculo amoroso, con el hijo, y el acompañamiento durante el crecimiento del mismo. Esto está establecido para conservar un orden en la sociedad, y asegurar la continuación de la vida como familia en la Tierra.
Debido a las diferentes situaciones que se enfrentan en la vida, y el desarrollo de la medicina, nuevos caminos de fertilización se han abierto, llenando de esperanzas y felicidad a muchos matrimonios que por razones individuales, no podían completar su núcleo familiar con la llegada de un hijo, y hasta aquí, creo que todo está muy bien, pues el objetivo básico es el mismo, la formación de una familia.
Nuevas leyes y una regulación en el tema
Durante el año 2009, un caso de donación de esperma fue noticia.
Cuando William Marotta respondió a una solicitud de donación de esperma, anunciada en “The Craighlist”, durante dos semanas William donó varias muestras de esperma, y a la vez firmó un contrato en el cual él renunciaba a todos los derechos de paternidad.
Según él, “él sólo quería ayudar a dos mujeres a formar una familia”.
Para su sorpresa, tiempo más tarde, recibe una carta donde se le solicitaba la manutención de la niña.
William se enteró que las mujeres se habían separado, por lo que la madre biológica, pasando momentos difíciles económicos, fue a solicitar ayuda al gobierno, y este pregunto quien era el padre biológico, por lo que así el Gobierno del Estado de Kansas, solicitó la ayuda alimentaria a él.
Cuando se escuchan casos como este, la necesidad de establecer patrones claros de regulación, habilitar un registro de donantes, y la falta de responsabilidad, saltan como temas de prioridad, con el fin de lograr un orden en el proceso, y no permitir la proliferación indiscriminada de seres humanos, que no tiene nada que ver con la formación de una familia.