¿Mala conducta en tus hijos? Conoce 5 límites que les hacen falta
Mala conducta en casa o en la escuela pueden ser señales de carencia de límites en tus hijos. La solución a tus dificultades la encontrarás en este artículo.
Emma E. Sánchez
Como si se tratara de una plaga o de un contagio, la mala conducta, las faltas de respeto y todo tipo de comportamiento inapropiado se esparcen entre niños y adolescentes.
Cada vez que, como especialista, abordo esta problemática con los padres o tutores de niños con conductas desafiantes, violentas o de cualquier otra forma irrespetuosa, me encuentro con el mismo panorama: los padres nunca establecieron límites y si algún día lo hicieron, no fueron consistentes en su aplicación y seguimiento.
Las familias hoy tienen en común varias de estas características: ambos padres trabajan y pasan poco tiempo en casa; los hijos pasan mucho tiempo solos en el hogar o al cuidado de terceros; los padres buscan compensar su falta de atención a los hijos comprándoles todo cuanto ellos piden y tienen la falsa creencia de que construyen su autoestima siendo permisivos con ellos sin responsabilizarlos por sus actos, etcétera.
Muchos problemas que los hijos acusan en la escuela y dentro o fuera de casa, se podrían evitar si se ponen en práctica estos cinco límites básicos:
1. Paredes adentro
Desde edad preescolar, los niños deben ser instruidos por sus padres en todos los temas, y particularmente en los que se refieren a la forma de vida que la familia tiene. Por ejemplo: no golpear o lastimar a las mascotas. Es una cuestión que los niños pequeños van aprendiendo y conforme crezcan podrán llegar a entender que si en la familia se tiene una mascota hay que no sólo no lastimarla, sino cuidarla y respetarla. Cada casa y cada familia tienen una forma de conducirse y ésta tiene que ser clara para todos los integrantes.
2. Horarios
Y sí: horarios para levantarse, comer, hacer tareas, asearse, jugar, divertirse, e ir a dormir. Los horarios nos dan estructura cuando somos pequeños, contribuyen a formar buenos hábitos y protegen nuestra salud integral. Los horarios se adaptan y modifican según las necesidades y el crecimiento de los hijos, pero, como todas las cosas buenas que valen la pena, requieren de constancia. Si a los niños les enseñas a seguir un horario te evitarás un sinnúmero de problemas en la escuela.
3. Dos buenos aliados
Los hábitos van de la mano con los horarios, son tus mejores aliados en la buena formación de tus hijos. Si en la niñez los adoptas, la adolescencia no te costará ningún trabajo extraordinario. Piensa en los buenos hábitos que desees desarrollar en tus hijos y sé constante en vivirlos, es un tiempo invertido que valdrá oro. Te lo garantizo.
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4. Contribuciones a casa
El trabajo honrado moldea el carácter y refina el espíritu. Un hombre o mujer trabajadores se forman dentro de las paredes del hogar. Nadie es demasiado pequeño para no poder colaborar en casa. Ayudar con el aseo no es solamente apoyar a mamá, es toda una enseñanza de vida que muestra cómo ser solidario, servicial, instruye en la administración del dinero, en ser autosuficiente y en el desarrollo de habilidades que le permitirán, inclusive, saber ganarse la vida.
5. La brújula de los valores
Recientemente hablé con un joven que había cometido cierta falta grave en la escuela; al preguntarle qué pensaba que sus padres le dirían cuando se les informara de lo ocurrido, él dijo: “No lo sé, nunca me dicen nada y no creo que esto sea tan grave como dicen”.
No hay nada más triste en un joven que no sepa distinguir entre lo correcto e incorrecto, que no tiene en su interior esa “brújula moral” que le ayuda a tomar buenas decisiones porque sus padres nunca se tomaron la molestia de construirla y verificar que funcionara adecuadamente, “porque no tenían tiempo”.
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Te invito a revisar la manera de crianza que estás llevando en casa, a fin de que el futuro de tus hijos sea brillante y feliz.