Mantén tus valores pese a las malas influencias
Un adulto maduro no está tan interesado en ser popular sino en ser coherente con sus valores, no dejes que las malas influencias quiten eso de ti.
Marta Martínez Aguirre
Mantener los valores en medio de malas influencias es tan difícil como mantener la ropa seca en medio de una guerra de bombas de agua en el verano. ¿Tienes alguna idea sobre cuánto están influyendo en tu vida tus amistades?
Cada vez que visito la cárcel para realizar alguna pericia psicológica, hay una frase que está presente siempre: “Me junté con quien no debía”. A este respecto, uno de los personajes bíblicos que más me apasiona es Nehemías, que sabía tomar el toro por las astas cuando se trataba de amistades tóxicas o perjudiciales.
En el año 586 a.C., Nabucodonosor, rey de Babilonia, invadió Jerusalén. La invasión, lo puedo asegurar, vendió todos los boletos para la función principal del cine en 3D: asolaron la ciudad, quemaron el templo, rompieron el muro, dejándola completamente vulnerable; incendiaron uno a uno los edificios costosos, destruyeron todo a su paso, llevándose lo de valor y dejando la ciudad en escombros.
El mismo lugar donde la gloria de Dios se hacía presente fue arrasado, solo quedaron cenizas y ruinas. Los israelitas sobrevivientes fueron llevados a lo largo de 1,300 kilómetros hacia Babilonia, encadenados y atados como esclavos. Una vez más el recuerdo de la esclavitud en Egipto golpeó fuerte en su psiquismo, dejándolos desamparados y quebrados en sus emociones.
Pero Dios no dejaba de tenerlos presente, así que cuando los medos y los persas invadieron Babilonia el lamento de los israelitas se cambió en baile. Ciro envió una proclamación a través de su reino, dejándolos libres para retornar a sus tierras. El retorno se hizo bajo la dirección de tres hombres, y en tres momentos distintos. Los israelitas no se marcharon de inmediato, algunos decidieron quedarse al verse libres y retornar años más tarde.
Nehemías lideró la última compañía. El rey Ciro había muerto, siendo sucedido por Artajerjes. Nehemías era copero de este, lo cual le otorgaba un lugar privilegiado en el reino. Cuando escuchó que el muro de Jerusalén seguía en ruinas, sintió la responsabilidad de hacer algo y se lo dijo al rey. Este le permitió retornar y ocuparse del asunto. Nehemías era un líder que tenía las ideas claras, era resuelto y, sobre todo, no dejaba que los problemas quedaran sin resolver.
Uno de los mayores problemas que debió enfrentar fue la oposición, la burla y combatir contra las malas influencias. Entonces reparó el muro, y fue un gobernador justo de la ciudad, pero con el paso del tiempo debió retornar a su antigua función junto al rey Artajerjes.
En ese período en que se ausentó de la ciudad el sumo sacerdote Eliasib, jefe de la cámara de la casa de Dios, había estado vinculándose con Tobías, quien era un verdadero dolor de cabeza. Se había burlado, criticado e impedido que la reconstrucción del muro se llevara a cabo. Pese a ello, Nehemías se había encargado de mantenerlo lejos de la casa de Dios. Pero en su ausencia, Tobías había logrado penetrar en un lugar de santidad. (Nehemías 13:4-9):
- ¿Qué lugar de tu vida les dejas ocupar? (versículo 5) ¿Su influencia en ti ocupa un lugar grande como la habitación que habían hecho para Tobías? ¿Dejas que intervengan en tus decisiones personales? ¿Los consultas en temas que atañen a tu entorno familiar? ¿Has cedido a sus opiniones aun cuando fueran contrarias a tus valores familiares?
- Pon límites claros (versículos 5 y 9). Para darle una habitación a Tobías vaciaron otras tantas, donde se guardaban cosas de valor. ¿Ha pasado eso en tu vida? ¿Has llegado al punto de ceder en tus principios? ¿Cuándo fue la última vez que pudiste poner un límite respecto a un valor moral o dejar claro tu forma de pensar? Pon un NO cuando se trate de defender la salud de tu cuerpo (alcohol, cigarrillo, drogas), en el respeto por la vida propia o ajena (exceso de velocidad, conducir bajo los efectos del alcohol), en lo que denigre tu sexo, en lo que dañe tu imagen laboral (llegar tarde al trabajo, no cumplir con las normas de la empresa).
- Analiza las consecuencias de esa amistad (versículo 7). Las amistades suelen tener influencia en varias áreas de la vida: el uso del tiempo, los estudios, las conductas, la moda y hasta cómo te comportas en lugares públicos. Analiza diferentes momentos de tu vida en los cuales hubo eventos negativos, o incluso aquellos en los que te has encontrado en peligro. Trata de ser objetiva y piensa en quiénes han sido los protagonistas de esas vivencias. ¿Con qué personas te vinculas cuando el resultado es desfavorable?
- Actúa aunque duela (versículo 8). Nehemías se sintió disgustado, pero no se quedó quieto. Con energía arrojó todos los muebles de Tobías fuera de la habitación. Quizás esto puedas aplicarlo a tu situación, tal vez puedas arrojar fuera de tu vida todo aquello que no te permite crecer. Tal vez debas arrojar el plasma del chisme, el sofá de la competencia desleal, el baúl de la obscenidad…
- Limpia y retorna a tus buenos hábitos (versículo 9). Si observas a Nehemías no le bastó con sacar fuera los muebles de Tobías, sino que hizo limpiar la habitación, como decir ¡no quiero ni rastros de él! ¿Qué cosas crees que deberían ser purificadas en tu vida? ¿Puedes retornar sola o necesitas ayuda? Si es así, empieza ahora mismo; si no puedes, habla con algún profesional de la salud, un líder espiritual, que pueda ayudarte a edificar tu muro de fortaleza moral, emocional y espiritual.
Una mala influencia tiene poder sobre ti sólo si dejas que entre en tu vida. Actúa entonces como Nehemías y determina que nada va a impedir que vivas de acuerdo con tus valores.