Cómo salvar un matrimonio encaminado al fracaso
Antes de condenar tu matrimonio al fracaso, lee este artículo.
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Camila Ignacia Gómez González
Vivir crisis matrimoniales es algo normal, incluso dentro de las relaciones de pareja estables: por una parte a veces nos golpean los cambios que se viven a nivel sicológico y físico, y por otra a veces hay circunstancias externas que golpean la relación. Problemas siempre va a haber: la vida está hecha de desafíos, pero las crisis surgen cuando no hallamos cómo afrontar dichos problemas y nos rendimos, generando estancamiento y condenando al matrimonio al fracaso. Pero incluso si piensas que todo está perdido y solo falta firmar un acuerdo de divorcio, te pido consierar los siguientes puntos:
Cambiar la actitud
Volver a comprometerse con los ideales que se tenían cuando recién se contrajo matrimonio no es un asunto fácil, pero tampoco es imposible. Pensar que las cosas pueden ser diferentes, comienza a crear el ambiente para que lo sean. Ser más amable al responder y tener pequeños detalles que marquen la diferencia en la rutina de pareja, siempre ayuda a pensar si realmente se está condenado al fracaso.
Hacer sacrificios
Siempre es necesario sacrificar algunas cosas para poder tener éxito en otras, y el matrimonio se basa en dar y recibir. Cuando realmente te propones dar amor incondicional y entregar felicidad a tu pareja, el “paisaje” cambia de blanco y negro a color, pues se han decidido comenzar a cuidar el amor que siempre se han profesado.
Comunicarse mejor
Comienza a comunicar tus sentimientos de forma respetuosa. Es normal que al atravesar una crisis, las personas estén siempre a la defensiva, pues temen ser más heridas aún. Pero comenzar a comunicar cómo te sientes es el punto de partida para poder conversar de corazón a corazón con tu pareja. Hablen sin tapujos o caretas que hagan pensar al otro que no hay nada más que hacer pues, se haga lo que haga, están condenados al fracaso matrimonial.
Escuchar y mirar
Casi siempre, las personas no logran llegar a acuerdos porque están más pendientes de qué responder, que de escuchar atentamente lo que el otro quiere decir. Y cuando hablo de “escuchar” también hago referencia al lenguaje corporal, pues en ocasiones indica todo lo contrario a lo que decimos con nuestros labios, y nos delata.
Entregar confianza
La confianza es lo que toda pareja necesita para que su relación sea saludable. No hagas cosas que den cabida a la desconfianza. Sé siempre la mejor amiga de quien amas, no temas expresar lo que sientes, lo que esperas y lo que te gustaría que vivieran juntos.
Buscar ayuda
Busca ayuda para solucionar los problemas cuando no seas capaz de enfrentarlos sola. Cuando las situaciones parecen insuperables, pero el deseo y compromiso aún existen, es bueno acudir a quien pueda ayudarte a canalizar las emociones para lograr estabilidad entre lo que esperas y sientes.
Es importante tener claro que salvar un matrimonio del fracaso no es algo que se pueda lograr de manera unilateral. Para reparar el daño y calmar el dolor, se necesitan dos personas dispuestas a luchar por darse una nueva oportunidad cada día.