Método de crianza que te ASEGURA sacar lo mejor de ti como madre y lo mejor de tu bebé
Ocho pasos para la mejor forma de criar a tus hijos desde el primer momento.
Fernanda Gonzalez Casafús
En los últimos años han salido a la luz innumerables formas de crianza que nos ayudan a los padres a sobrellevar la paternidad en la era de la posmodernidad. Una de las teorías más aceptadas por madres y padres es la de la crianza con apego, que toma notoriedad gracias al pediatra William Sears, y se basa originalmente en los principios de la teoría del apego del psiquiatra y psicoanalista John Bowlby.
La crianza con apego es una forma de criar a nuestros hijos de forma sensible y sensitiva, siguiendo sus necesidades, escuchando sus deseos más internos y haciendo eje sobre todo en el ritmo natural de cada niño. En cierta forma, siempre que criamos lo hacemos con apego; el punto es que al tipo de apego al que la teoría alude es al apego seguro, el cual se caracteriza por la incondicionalidad de los cuidadores. Es decir, un bebé que es criado con apego seguro sabe que su madre, su padre o su cuidador no van a fallarle cuando él más lo necesite.
Criar con apego asegura el despegue
Aunque suene algo rebuscado, criar con apego seguro a un bebé no quiere decir que el pequeño sea más apegado a su madre, sino que a la larga sentirá una seguridad y una independencia que se irá acrecentando con el afianzamiento de la relación entre madre (o padre) e hijo. Esto sucede porque el bebé crece sabiendo que hay alguien que escucha sus necesidades, está atento a sus falencias y cuida de su salud e integridad emocional desde el momento del nacimiento.
Muchos se ha escuchado hablar de la crianza con apego, y erróneamente se piensa que esta teoría fomenta niños inseguros y “apegados” a sus padres. Lejos de ello, cuando un niño es criado con paciencia y respuesta inmediata a sus necesidades primarias (como alimento y cobijo), sentirá que es amado y por ende, crecerá emocionalmente sano.
Los 8 principios para criar con apego seguro
La organización Attachment Parenting International, quienes se dedican a fomentar mundialmente un vínculo seguro entre padres e hijos, aseguran que existen 8 principios fundamentales para quienes buscan criar a su hijo para que sean sociables, autónomos y seguros de sí mismos.
1. Vínculo estrecho desde el nacimiento
El contacto del bebé con su madre es sumamente importante en los primeros minutos de vida para que el apego pueda darse. En los últimos años, cada vez más instituciones abogan por ese contacto primario entre madre y bebé, pues está comprobado que ese primer contacto desata una gran cantidad de beneficios biológicos y psíquicos para la díada mamá-bebé. Este primer contacto piel a piel asegura -o al menos beneficia- una lactancia pronta y exitosa, al mismo tiempo que ayuda a calmar el estrés que sufre el bebé tras la llegada a un mundo completamente desconocido.
2. Alimentar desde el amor
Puedes darle el pecho o el biberón. Lo importante es alimentar como un acto propiamente de amor. Si bien la lactancia materna va de la mano de la crianza con apego, lo cierto es que muchas madres no logran alimentar a su niño con su leche y deben recurrir a fórmulas. Sin embargo, una buena búsqueda de información y asesoramiento especializado puede llevar a una madre por el camino correcto para asegurar la lactancia. Mientras tanto, sea la alimentación que elijas para tu hijo, la misma debe propiciar la oportunidad para fortalecer lazos familiares. Preparar alimentos sanos, y preocuparse por su nutrición aseguran una crianza respetuosa.
3. Colecho
Está comprobado que cuando un bebé duerme cerca de su madre -ya sea en la misma cama o en su cuna, en la misma habitación- el niño se sentirá más seguro pues su madre o su cuidador están atentos a sus necesidades antes de que llore. Algunas teorías conductistas sugiere que al niño se lo debe dejar llorar para que “aprenda”; sin embargo la crianza con apego no sólo destierra ese mito sino que desaconseja rotundamente dejar llorar al bebé por tiempos prolongados.
4.Porteo
Llevar al bebé en un portabebés es otra de las premisas de la crianza con apego. Mientras que en la era posmoderna se tiende a despegarse del niño buscando no sólo su autonomía (a veces de forma errónea) sino también la de su madre, el porteo es una práctica ancestral que asegura un apego seguro. “No lo tomes en brazos porque se acostumbran” suele decirse, mientras que la crianza con apego nos invita a criar con amor y llevar en brazos a nuestros bebés siempre que podamos.
5.Intuición y sensibilidad ante sus necesidades
Responder al llanto de un bebé no es hacer de él un niño “caprichoso” sino un futuro adulto autónomo y seguro de sí mismo. Atender el llanto del bebé, entender su lenguaje gestual y corporal y estar atentos a lo que nos quiere comunicar es una de las formas de criar con apego y amor. Los bebés no son manipuladores, sino que su llanto es la única forma de comunicarse con sus cuidadores. Calmando sus necesidades le estaremos enseñando al bebé que allí estaremos para cuando nos necesite, y de esa forma crecerá confiado.
6. Cuidar dando cariño
Las caricias, las palabras de amor y aliento, las miradas nobles y los gestos positivos tienen una gran influencia en el bebé. Criar con apego es cuidar desde el amor; es acompañar cada acto con suaves caricias y palabras de cariño. Cuando los cuidados diarios están atravesados por una sonrisa, unas pequeñas cosquillas y un sutil juego, la confianza del niño y su seguridad irán creciendo favorablemente.
7. Equilibrio ante todo
El equilibrio en la vida familiar es importante para asegurar un buen clima de crianza para el niño. Ningún extremo es bueno, y no se trata de criar a un niño sin límites, ni tampoco aplicar severas sanciones, sino de encontrar ese punto justo donde el niño aprenda los límites pero sienta que se hace con amor y respeto hacia él. El balance tiene que ver con escuchar a nuestro hijo y entender sus dudas, sus miedos, sus frustraciones, para conocerlo mejor y a partir de allí ayudarlo a construir su identidad.
8.Disciplina positiva
La crianza con apego está en contra de los castigos físicos y emocionales, pero aboga por mostrar las consecuencias de los malos actos. Es decir, se trata de tratar a los niños como te gustaría ser tratado, escuchando, mirando a los ojos, hablando con claridad, sin mentiras y mostrando qué sucede cuando uno hace algo inapropiado. La compasión y la empatía son premisa fundamental en la crianza con apego.
Para muchos puede ser una simple “moda”, para otros, una forma de vida. Aunque a veces nos parezca algo exigente, este tipo de crianza está basada en el amor profundo, la confianza y el respeto, y en el reconocimiento de nuestros hijos como individuos con características y deseos propios. Y tú ¿qué opinión tienes de la crianza con apego?