Mi hija es tímida. ¿Qué es lo que hice mal?
Soy ferviente seguidora de la crianza respetuosa, por eso, cuando veo a mi hija tan tímida y con tanta dificultad para socializar me pregunto ¿qué estoy haciendo mal?
Fernanda Gonzalez Casafús
Desde que soy niña tengo recuerdos de jugar con muñecas, amo los bebés desde que tengo uso de razón. Uno de los objetivos primordiales en mi vida fue siempre ser mamá; por eso me siento plena y feliz. Pero más feliz me siento cuando veo a mis hijos felices. Soy ferviente seguidora de la crianza respetuosa, por eso, cuando veo a mi hija tan tímida y con tanta dificultad para socializar me pregunto ¿qué estoy haciendo mal?
Como padres debemos entender que cada hijo es único y particular. Hay quienes piensan que la genética no influye demasiado en la personalidad del niño, hay quienes piensan por otro lado que sólo influyen los agentes externos como la forma de crianza, el ámbito social en el que se mueve, etc. Yo creo que es una combinación de ambas cosas. De hecho, yo fui siempre una niña muy tímida; sin embargo luego de haber transitado la adolescencia (y con la ayuda de la danza) emergí como una persona nueva y ya no me sentía para nada tímida.
Cuando nació mi hija yo ya había leído toneladas de artículos acerca de la crianza respetuosa, crianza con apego, lactancia, parto respetado, etc. Quería comenzar haciendo las cosas bien, como cualquier madre y padre. Criar con respeto es justamente respetar los tiempos del niño, empatizar con él, no presionar, no utilizar castigos sino consecuencias, acompañarlo emocionalmente, acompañar los berrinches sin castigar, y básicamente comprender su psiquis de niño.
¿Pero… por qué un niño puede ser tímido?
Por lo general, los niños sumamente retraídos son niños desconfiados e inseguros.. Se supone que el estilo en la educación es un factor que predispone a la timidez infantil. Padres severamente exigentes, la rigidez en la forma de educar, la crítica, las burlas o la desaprobación frecuente que podemos observar en padres autoritarios y muy exigentes, así como la sobreprotección desmedida, pueden causar que el niño crezca sintiéndose inseguro e incapaz de desarrollar sus habilidades sociales de forma adecuada. Sin embargo no es el caso de mi hija, quien es libre en sus elecciones, es muy responsable a sus 4 años, es atenta y muy obediente. Tiene comprensión cuando lo necesita y tiene sus reprimendas cuando es necesario.
Entonces, ¿qué es lo que anda mal?
Pues nada, nada anda mal. Cuesta comprender a veces que cada niño tiene su ritmo, sus gustos, sus preferencias y sus propias limitaciones. Cuando un hijo es tímido puedes replantearte qué es lo que estás haciendo mal o, como en mi caso, dejar de echarte tantas culpas y dejar que crezca a su ritmo sin presionarlo por ser “más sociable”. Cuando alguien quiere saludar a mi hija y ella se retrae, nunca la obligo ni le digo “pues anda y saluda”. También intento dejar de mecionar que “ella es muy tímida” justificando su accionar.
¿Qué hacer ?
No insistir ni forzarlo a ser quien no es. Un niño tímido sufre cuando lo fuerzan y se esconderá aún más. En cambio si lo dejamos ser entonces él sólo irá tomando confianza cuando lo crea oportuno. Mi hija ha cambiado mucho de un año a otro y aunque le cuesta más que al resto socializar en un cumpleaños o en una razón social ella misma elige con quién hablar y con quién jugar. Y tiene toda la libertad de hacerlo.
Una buena opción es llevar a nuestros hijos a reuniones donde haya chicos de su edad, evitar sobreprotegerlos, es decir, ayudarlos pero no hacer las cosas por él, jugar a juegos con disfraces, actuaciones, entrevistas y todo lo que tenga que ver con lo social, y sobre todo, evitar contestar por él cuando le hagan preguntas.
Es importante que valoremos los méritos y esfuerzos de nuestros hijos a la hora de relacionarse con los demás; ésto lo hará sentirse más seguros y confiados siempre. Ellos mismos van haciendo su camino, nosotros como padres sólo guiamos y acompañamos su transitar.