Mi pareja es mayor y mi familia no lo acepta

El amor real y verdadero trasciende las fronteras y los obstáculos que se presenten. ¿Cómo explicar esto a nuestra familia?

Erika Patricia Otero

Estamos en pleno siglo 21 y aún es sorprendente cómo existen tantos tabús en lo que respecta al amor.

Básicamente, en lo que respecta al establecimiento de una pareja sentimental, hay “ciertas” reglas que tu familia espera que cumplas. Sin embargo, la realidad es que no tienes por qué cumplir con las expectativas de nadie. La vida no se basa en hacer feliz a los demás a costa de tu propia felicidad; y esto aplica en todas las áreas de la vida.

En el amor, que haya una gran diferencia de edad es uno de los mayores estigmas sociales que pueda existir. Es peor cuando la mujer es mayor que el hombre. No es que haya menos críticas cuando el hombre es mayor, pero la sociedad está más acostumbrada.

Las críticas surgen debido a varios prejuicios. Van desde acusar de buscar intereses económicos, hasta pretender ventajas sexuales. No digo que esto en algunos casos sea de esa manera, pero en muchos otros sí es amor. Como sea, es una relación entre dos adultos, no es algo que deba hacer mella más que a los implicados.

¿Es justo que se preocupen? Quizás, pero sigue siendo un asunto en el que pueden opinar, pero nada más que eso. Lo cierto es que ambas partes van a enfrentarse a reacciones adversas y rechazo por parte de ambas familias.

¿Eso tiene que importar? Depende de qué tan sensatas sean las observaciones. Recordemos que las personas que están fuera de una situación “ven mejor”; sin embargo, esto no debe ser determinante para que ajustes tu relación a los intereses de los demás.

¿Importa la aprobación familiar?

Esto también es muy relativo. Hay culturas donde la pareja debe ser aprobada por los padres o abuelos; otras donde no es así. Lo cierto es que siempre habrá quienes les importe la aprobación de sus parejas por parte de su familia; y a quienes les es irrelevante.

Pese a eso, es seguro que la familia va a preocuparse por tu relación de pareja. Es normal que pongan peros, paras y porqués; también es normal que la situación se vuelva problemática y es fácil de entender. No se trata de romper el vínculo porque no están de acuerdo; es tratar de hacerlos ver que ambos se aman y comprenden.

Como hijo o hija debes tener presente que el vínculo padre-hijo no se rompe nunca. Puede ser que te distancies por tener salud mental, pero ese vínculo es indeleble. Es normal que al haberte criado, se preocupen y quieran lo mejor para ti, y ese concepto vendrá desde perspectiva.

Si ellos rechazan a tu pareja, es probable que haya conflictos, desilusión y decepción de ambas partes. Incluso, puede suceder que te pongan a elegir. Es en estos momentos que debes aplicar los siguientes lineamientos.

1 Hablar: escucha y da tu punto de vista

Tener una conversación abierta y sincera es primordial para que ellos entiendan tu posición. También deberás estar abierto a lo que tu familia tenga para decir ver y hacer ver tu punto de vista.

Pregunta el por qué del rechazo a tu pareja de manera cordial y que no se sientan agredidos. Cuando ellos abarquen el tema te darás cuenta del verdadero motivo del rechazo. Este puede deberse a prejuicios sociales o culturales; incluso, te darás cuenta si se trata de manipulación o de un verdadero interés en tu bienestar.

Teniendo claro su punto de vista, podrás pedirles que abran su mente y se den una oportunidad de conocer a tu pareja.

2 Asertividad, límites claros y respeto

Lograr que entiendan tomará tiempo y paciencia. Sí, porque pelear no solucionará nada. Tu familia puede y está en su derecho de no estar de acuerdo con tu relación. Pese a eso, debes dejar claro que eso no implica que actuarás según sea la voluntad de ellos. En última instancia, eres tú quien convivirá con tu pareja y se trata de tu vida y felicidad, no la de ellos.

Para comunicarles esto, debes ser asertivo y respetuoso. Siempre procurando dejar claro que, si bien estás abierta a escuchar, también estás en tu derecho de poner límites.

Si la situación se pone “pesada”, tendrás que hacer acopio de mucha comprensión; sin embargo, también debes estar dispuesta a tomar medidas extremas. Hablo de poner distancia; esto con el fin de evitar enfrentamientos innecesarios que no tienes obligación de soportar.

3 Busca apoyo en tu pareja

Puede ser que sea solo tu familia la que ponga resistencia a la relación; sin embargo, el tema afecta a ambos, y él o ella deben apoyarte. Por esto, ambos deben formar una “asociación” para hacerle frente a los obstáculos.

Para que el apoyo se dé de forma natural, debes hablar con franqueza con tu pareja y exponerle la situación. Esto le ayudará a entender lo que pasa y te apoyará . Ahora bien, si tu familia se da cuenta del apoyo que existe entre ambos, sabrán que la relación es sana.

4 Trata de que haya algunos acercamientos

La única forma de quitarse los prejuicios de la cabeza, es permitirse conocer a la persona. Por esto, lo que debes procurar es que hayan encuentros ocasionales entre tu familia y tu pareja. Las cosas pueden cambiar, y si eso pasa , está bien, pero si no, no fuerces la situación. Si eso ocurre, no expongas a tu pareja a situaciones embarazosas. Nadie necesita ser humillado en público.

5 Demuestra madurez

Hay que tener claro algo: si después de todo lo que has hecho la situación no cambia, no insistas.

Solo hazles ver que te puedes llevar bien con ellos a pesar de su negativa a aceptar tu relación. Que no porque ellos no le acepten, le vas a abandonar.

Tu familia está en su derecho a no aceptarlo; eso está bien, pero tú estás en derecho a vivir según tus propias reglas. Diles francamente y sin herirlos que ambos son consientes de las diferencias y las dificultades que una relación representa. Hazles ver que ambos están bien con eso y a pesar de todo, son felices.

Solo me queda decir que cualquier relación de pareja es compleja. Esa complejidad no viene dada por la edad, sino de las diferencias que existen. Pese a eso, si hay respeto, amor y comprensión, ambos se van a llevar bien.

Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.