Michelle luce vestido con PODEROSO mensaje para las mujeres, mientras Obama sólo parece tener ojos para ella
La primera dama tenía un poderoso mensaje escondido en el vestido del que las mujeres debemos estar orgullosas y del que los hombres deben aprender.
Mariel Reimann
Los Obama capturan la atención de los medios una vez más. La primera dama no sólo capturó las miradas con su belleza sino con un mensaje escondido en su vestido.
La primera dama junto al presidente de Estados Unidos fueron los anfitriones de la última cena de estado que ellos dos liderarán en los últimos meses de mandato de Obama. La cena tiene invitados importante entre los que se encontraban mandatarios y gobernantes de diferentes partes del mundo; la misma tiene lugar en Washington D.C.
La primera dama utilizó la ocasión para pedirle a Donatella Versace que le diseñara un vestido que llevará un mensaje intrínseco.
Según lo publicado en el New York Times, el vestido que capturó la mirada del mundo y los ojos de su esposo que parece más enamorado que nunca, llevaba un mensaje muy poderoso:
“Libertad de movimiento, libertad para luchar por sus ideas, libertad para ser quien quieras ser”.
Según la diseñadora, el vestido trata de imitar una armadura, que en lugar de ser rígida, es flexible, dejando que la primera dama se mueva con libertad y que sus expresiones no se vean limitadas.
El vestido y el mensaje escondido buscan dar un grito de libertad y fortaleza en el que todas las mujeres puedan sentirse identificadas.
Las noticias están plagadas de casos en los que las mujeres somos victimizadas, torturadas, productos de crimines de violencia doméstica, usadas como objetos, vendidas, desvalorizadas y humilladas.
No pasa un día sin que las noticias no reporten un crimen en el que una mujer no haya sido la víctima de algún tipo de abuso que a veces se roba su vida y su dignidad.
El vestido de la primera dama representa la fortaleza que tenemos adentro, la fuerza que llevamos en nuestra entrañas y que nos protege. Somos mujeres, creamos vidas, fortalecemos nuestras familias, formamos naciones, cuidamos de generaciones tras generaciones, damos amor cuando sólo el odio reina; somos guerreras, somos hecha de los más bello y lo más fuerte, y sólo nosotras podemos luchar por quienes somos.
Recientemente se inició una campaña en contra del fenocidio.
Las fotos de mujeres y hasta de bebés en el vientre de sus madres, han formado parte de esta campaña que busca lograr que el mundo entienda que no somos un objeto ni la propiedad de nadie, que no nos podrán callar ni detener.
Enseñémosle a nuestras hijas a luchar por sus ideales, a no callar, a buscar la justicia y a amar como sólo una mujer puede hacerlo.
Enseñémosle a nuestros hijos a respetar a las mujeres, a amarlas como sólo un hombre de verdad puede amar. Enseñémosle a respetarlas, y a admirarlas por quienes son, por cómo piensan, por cómo luchan y por cómo aman.
Mariel Reimann
Mariel Reimann estudió leyes en la Universidad de Córdoba, Argentina y vive en Salt Lake City, Utah. Es madre de dos hijas que son la luz de su vida.
