Mitos y estigmas sobre la femineidad

¿Orgullosa de ser mujer? Descubre los estigmas sociales que debes ayudar a erradicar para que tú y tus hijas vivan una vida libre de maltrato y llena de posibilidades.

Erika Otero Romero

La sociedad actual ha tenido grandes transformaciones. Esto ha permitido que la forma de ver al hombre y a la mujer cambie desde muchos puntos de vista. Muy a pesar nuestro, sin embargo, muchas cosas aún no han cambiado del todo. Por el contrario, pareciera que se arraigan con más fuerza en el pensamiento general; tal es así, que el feminismo ha perdido su concepto real y se ha convertido en una especie de movimiento revolucionario, que en lugar de buscar la igualdad de derechos de la mujer y el hombre, lo que ha hecho es que se genere una filosofía herrada que habla sobre un tipo de supremacía y liberación femenina, que no abona porque ganemos un lugar justo dentro de la sociedad, sino que nos veamos como mujeres que han perdido el respeto por sí mismas.

No es un secreto que con el paso de los años a cada género se le otorgó un rol social y, con esto, una serie de tareas acordes con sus cualidades y capacidades. Al hombre, por ejemplo, se le dio el título de “sexo fuerte”, que quizá ganó por su fuerza corporal y la mujer, dado que no tenía la misma capacidad física, el de “sexo débil”.

Verdad o mentira, lo que realmente importa es que nos ganemos con gracia y feminidad el lugar que merecemos en la sociedad; gran reto, cuando de manera equívoca, por años, nos hemos visto sometidas a imposiciones culturales, y después nos hemos encargado de “degenerar” de manera gradual el concepto que se debería tener de nosotras.

Para terminar con esto es necesario que eduquemos a nuestros hijos –hombres y mujeres– para que amen y se amen y a la vez respeten y se respeten, pues de esta manera serán ejemplo para los demás y su vida se verá limpia de títulos y violencia inmerecida. Mitos y estigmas sobre la feminidad:

  1. __No por ser mujer el hombre tiene derecho a someternos a su voluntad. Una situación que ha sido difícil de suprimir, dado que en muchas ocasiones nosotras mismas permitimos el abuso de todo tipo, desde que decidan sobre nosotras, hasta que nos traten como minusválidas mentales.
  2. Las mujeres están en la obligación de casarse pensando en el bienestar económico de sus familias. Antaño era frecuente que los padres obligaran a sus hijas a hacer esto, y aunque ya no es frecuente no quiere decir que se haya extinguido por completo.
  3. Es obligación de la mujer quedarse en casa para atender a los hijos y al marido. La situación ha ido cambiando, y aunque en algunos países aún se ve de manera un tanto reprobatoria que una mujer casada salga a trabajar, hoy, por la situación económica que priva, se vuelve necesario que la pareja trabaje, aunque esta no debería ser la razón primordial.
  4. Una mujer no tiene derecho al mismo salario que el hombre, aunque ocupen un puesto o cargo similar. Esta es una situación que, desafortunadamente, en muchos países es el pan de cada día.
  5. Si una mujer llega a los 35 años y aún no se ha casado, su vida amorosa está prácticamente acabada y está condenada a ser solterona de por vida. Un “rótulo” social con el que muchas han tenido que lidiar.
  6. Una mujer es la causante de los continuos abusos por parte de los hombres, por la forma en la que viste. Falso por completo; muchas mujeres han sido violentadas sexualmente dentro de sus casas o trabajos, y el abuso no tiene nada que ver con la forma en que visten.
  7. Para ser “físicamente atractiva” se debe lucir sensual. Es una lástima que muchos hombres juzguen a una mujer por su aspecto, pero lo peor es que nosotras pensemos de esta manera. Por fortuna, las relaciones no se limitan ni se estancan en el aspecto físico.
  8. La mujer fue creada para placer del hombre; por lo tanto, es contra la voluntad de su esposo o de Dios que sienta placer al tener intimidad con su pareja. Muchas creencias religiosas y culturas inculcan en sus mujeres esta creencia, lo que ha llevado a lo que conocemos como ablación.
  9. Una mujer es duramente condenada si no llega virgen al matrimonio. Incluso ahora, para algunas mujeres casadas su pasado sexual puede ser causa de celos y violencia doméstica.
  10. Hasta hace unos años, ser madre soltera era considerado una vergüenza para la mujer y su familia. Aunque ya no es “condenado” con tanta saña, a algunas madres solteras les es difícil rehacer su vida amorosa, pues algunos hombres ven a los hijos de su pareja como una carga.

Puede parecer absurdo y hasta ilógico, pero muchos de estos anteriores estigmas sociales y culturales han sido generados por nuestros ancestros femeninos, y ellas nos han dejado la ardua labor de erradicarlos, lo cual se logrará enseñando a nuestros hijos valores y respeto con sus compañeros de vida.

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“La mujer tiene un solo camino para superar al hombre: ser cada día más mujer.” (Ángel Ganivet).

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.