Muchos médicos dicen que es imposible, sin embargo, esta madre adoptiva logra lo imposible para alimentar al bebé de su amiga fallecida
La conmovedora historia de una mujer que hace que todas las mujeres nos sintamos ORGULLOSAS de ser mujeres.
Viviana Domínguez
Verónica no lo dudó ni un instante
Esta historia comienza años atrás, cuando Verónica conoce a su amiga Patricia en la escuela secundaria, donde nació una hermosa y continua amistad.
Cuando Patricia cumple 28 años, se entera de que está embarazada de su tercer hijo; ella junto a su esposo formaban una hermosa familia, de la cual Verónica era también parte por la amistad que las unía.
Pero al llegar el cuarto mes de embarazo, los médicos encuentran en Patricia una condición médica llamada “cardiopatía congénita”, problema que de ninguna manera es compatible con un embarazo.
Lo que los doctores le recomiendan, es que interrumpa el embarazo. Pero Patricia no estaba dispuesta a interrumpir la vida de su tercer hijo “Jeremías” de acuerdo a lo publicado por La Nación.
Un plan perfecto
Patricia teniendo plena conciencia de que sus días estaban contados, decide crear un plan, para que su bebé, tenga una madre en su ausencia.
Por lo que con el previo consentimiento del esposo, Patricia y Verónica, acuerdan que esta última asumirá el rol de madre del recién nacido, y el esposo de Patricia asumió la paternidad.
Las cosas sucedieron como lo planearon, al momento de fallecer Patricia, su mejor amiga Verónica, retira del hospital a Jeremías, un hermoso bebé, lleno de vida, morocho y de ojos marrones grandes, y como todo niño, necesitaba de mucho amor, brazos, cuidado y ALIMENTACIÓN.
Una gota de amor
Durante los 5 primeros días de vida, Jeremías quedó en el hospital internado, por lo que Verónica buscó información acerca de madres adoptivas y lactancia materna, donde encontró que las madres adoptivas podían dar el pecho a sus bebés.
Fue así que comenzó un largo pero exitoso proceso de amamantamiento.
Primero recurre a un centro llamado “Liga de leche” de la ciudad donde ella vivía, Mar Del Plata, Argentina, ahí es donde aprende junto a su asesora Ana María que:
- La lactancia se puede inducir.
- Las mujeres no gestantes, no pasan por la etapa calostral.
- Las primeras gotas de leche son de como una madre de 10 días del nacimiento de su hijo.
- Con esfuerzo y tiempo se puede lograr una lactancia normal.
Lactancia seca y puerperio
Verónica cuenta que desde el primer día que dieron de alta a Jeremías, ella lo prendió al pecho, para así crear un vínculo, y empezar con la denominada “etapa seca”, en la cual, se deja al niño que succione para así estimular los pezones, ya que el sacaleche, ayuda pero no es lo mismo que la realizada naturalmente.
Llevó meses hasta que la primer gota de leche asomara, pero antes de que esto sucediera, mientras el proceso de lactancia seca continuaba, Verónica debió tomar una sustancia que estimula la producción de la leche materna en las glándulas, llamada “galactogogos”.
Verónica cuenta con sus propias palabras ” tuve un puerperio muy emocional, cada día intentaba hacer mejor las cosas, ser la mejor mamá para Jeremías. Al mismo tiempo estaba agotada, tenía que superar varios duelos. El de mi amiga, el de mi propia identidad como mujer, y el de pasar a ser mamá de un día al otro”.
Persevera y triunfarás
Nada mejor que estas palabras para expresar por lo que Verónica debió pasar para que el milagro sucediera.
Después de casi 7 meses de intentarlo comenzó a sentir calor en sus pechos y la sensación de dureza al llenarse, y mientras Jeremías amamantaba en seco aún, un día empezó a succionar con ganas y a TRAGAR, estaba recibiendo leche materna.
Jeremías tomó leche hasta los tres años, actualmente tiene 13 años de edad.
Verónica conoció a quien actualmente es su esposo, y tuvieron un hijo hace años atrás, pero hace dos, esta valiente madre fue bendecida nuevamente con el don de la maternidad al ser madre de mellizos a quienes actualmente está amamantando.
Inducción de lactancia materna
La posibilidad de estimular leche materna en madres adoptivas, es una posibilidad a la que muchas mujeres se se están sumando, y al igual que en el caso de Verónica, es un proceso largo que conlleva mucha paciencia, tiempo y amor.
Para lograrlo se debe buscar ayuda especializada, y un médico debe prescribir la medicina para estimular las glándulas mamarias, por lo demás, el proceso es simple succión, ayudada con el extractor de leche, y fórmula adicional para alimentar al bebé.
Aunque en la mayoría de los casos, los resultados son positivos, algunas veces por inconvenientes emocionales, o estrés en el proceso de adopción la leche que baja no es la suficiente, o casi nada.
Un estudio acerca de la lactancia inducida demuestra que en los países como Estados Unidos, Canadá y Australia, no es muy aconsejada, pues no siempre tiene los resultados esperados, llevando a las madres a sentirse frustradas.
Sin embargo, ocurre lo contrario en los países subdesarrollados, donde madres adoptivas o sustitutas logran amamantar sin ningún inconveniente.
Los motivos de esta diferencia según el estudio son “las diferencias culturales”.
En los países subdesarrollados, las personas crecen con el conocimiento de la lactancia materna, y es considerado un acto natural de amor, además las mujeres en estos países se sienten más confidentes con el proceso de amamantar, no presentan restricciones al respecto, pues si el bebé tiene hambre, no dudan en amamantar, sin pensar en el lugar que lo realicen, y esto estimula y acelera la fabricación de leche.