Muerte por otitis: que a tus hijos no les pase, por favor.
Una infección de oídos mal tratada causó la muerte de un niños de 7 años; no cometas los mismos errores.
Camila Ignacia Gómez González
Seguramente hace algunos días también fuiste ingratamente sorprendido por la prensa al enterarte que una simple otitis acabó con la vida de un pequeño niño de apenas 7 años de edad. Debo confesar que esta nota me golpeó fuerte, pues mi hijo mayor tiene la misma edad y no imagino el dolor que deben estar sintiendo sus padres en este preciso momento.
Al seguir leyendo diferentes medios de prensa mi sorpresa fue aún mayor, pues el pequeño había sido tratado durante año en base a la homeopatía y no fue apoyado por la medicina tradicional sino hasta unos días antes de su deceso.
Fueron sus propios padres quienes afirmaron que desde los 3 años el pequeño era tratado con este método y que incluso en ocasiones anteriores habían obtenido buenos resultados. Sin embargo, esta vez la fiebre no había bajado durante 2 semanas, por lo que ante este panorama fue trasladado al hospital donde finalmente falleció, producto de una severa infección que había afectado a su cerebro.
¿Qué pudo haber salido mal entonces?
Los padres no tomaron en cuenta que las otitis en su mayoría son virales, por lo que a los pocos días de iniciado el cuadro este se cura fácilmente. Sin embargo, hay otras que se denominan bacterianas. En la mayoría de los casos el cuerpo es capaz de combatir con ellas por sí mismo, pero cuando los mecanismos del sistema inmunológico no son suficientes, es cuando se necesita sí o sí la toma de antibióticos. Y este último fue el caso de su pequeño hijo.
Pero ¿Qué rol cumple la homeopatía en la historia entonces? Al parecer y tal como lo ha afirmado la comunidad científica NINGUNO. Pues no hay la suficiente evidencia científica que respalde el actuar de los medicamentos homeopáticos, por el contrario, se sugiere que solo tendrían efecto placebo en el cuerpo de quien los toma. Por lo que el niño durante los 4 años que estuvo siendo tratado con este tipo de “medicina”, en realidad lo que tuvo fueron cuadros virales donde independiente del consumo de la homeopatía, terminaría curándose de igual manera.
Entonces ¿cuándo debemos acudir a un médico que pueda entregarnos un tratamiento adecuado para los niños?
- En caso de fiebre persistente
Nuestro organismo es capaz de actuar en contra de los virus y bacterias y lo hace a través de la fiebre. Sin embargo, tal como vimos con anterioridad, muchas veces necesita una ayuda extra.
- Vómitos – Diarrea
Independiente de las razones que lo desencadenen, es imprescindible que tus hijos visiten al médico de urgencias si es que están afectados por vómitos y/o diarrea. Pues la deshidratación ocurre muy rápido y podría ser mortal.
- Síntomas de resfríos
Algunos niños no manifiestan NINGÚN tipo de síntoma grave ante algún tipo de infección respiratoria grave. Lo sé por experiencia propia, pues cada vez que mi hijo mayor se enferma, lo sé solo por su mirada, porque no presenta fiebre ni dolores musculares, sin embargo sus ojos vidriosos señalan que algo anda mal. Y efectivamente he llegado con él a centros médicos, donde me han preguntado por sus síntomas, he dicho que ninguno y sin embargo al ser revisado por su pediatra ha tenido tantas enfermedades terminadas en “itis” como no podrías imaginar.
Es nuestro deber como padres acudir a la medicina moderna, recuerda siempre que más vale prevenir que lamentar la partida de un niño indefenso y que no tuvo más remedio que morir porque por sus propios medios no podría haberse salvado, pues no tenía la capacidad de escoger si visitar o no a un médico regular.