Nace el primer bebé genéticamente perfecto
Aunque parezca algo futurista las parejas ya pueden elegir con qué genes nacerán sus hijos. ¿Hasta qué punto es recomendable intervenir en un proceso natural?
Fernanda Gonzalez Casafús
Muchas parejas alrededor del mundo realizan frustrados intentos por concebir un hijo. La reproducción asistida es un gran aliado de la ciencia moderna para llevar el sueño de convertirse en padres a miles de parejas. Ahora, suma un ingrediente: si los genes son defectuosos pueden descartarse y elegir sólos aquellos que no presentan ninguna anomalía. Un proceso que ya genera polémica.
En Argentina, nació hace pocos días el primer bebé genéticamente perfecto, según informa el portal Todo Noticias. Se trata del primer bebé de este tipo en ese país, pero no a nivel mundial, ya que el pionero fue en 2013 en Estados Unidos. El bebé nació gracias a un tratamiento in vitro con una modalidad especial llamado “Método de Diagnóstico Genético de Preimplantación”. Este método consiste básicamente en seleccionar aquellos genes que se sabe no presentan ninguna anomalía en el número de cromosomas.
El Doctor Fernando Neuspiller, especialista de la Fundación Fecundarte, de Argentina, explicó al portal TN que “a medida que aumenta la edad de la mujer, se incrementa la proporción de óvulos genéticamente anormales, es decir, que hay cromosomas de más o de menos que los 23 que debería tener. A los 40 años solo el 30% de los cromosomas son normales, el 70% son anormales. Entonces cuando se junta un óvulo genéticamente anormal con un espermatozoide normal, el embrión será con un número de cromosomas anormal”.
Analizar y descifrar el mapa del ADN completo de una persona, no sólo sirve para saber si heredará una enfermedad de sus padres, sino también para saber qué riesgos tiene de desarrollar otras enfermedades en el futuro, como cáncer, problemas cardíacos o Alzheimer. Teniendo en cuenta esta premisa, podríamos decir que la Ciencia juega entonces a favor del desarrollo humano y su evolución..
En palabras del Dr Neuspiller, “el tratamiento con el Método de Diagnóstico Genético de Preimplantación no implica un proceso de selección, como por ejemplo de sexo, sino que su objetivo es que la pareja pueda concebir lo más rápido posible y que, cuando se comprueba que el embrión es normal cromosómicamente, se puede transferir uno con muy buenas probabilidades de embarazo”.
Bebés perfectos
Claro, cuando hablamos de bebés perfectos imaginamos que nacen sin ningún tipo de imperfecciones, literalmente. Sin embargo, lo que buscan los especialistas es que nazcan bebés genéticamente perfectos para así dar por sentado que no nacerá con ninguna anomalía o enfermedad, que es lo que preocupa a cualquier padre. Como método, el tratamiento es un gran aliado de las mujeres que superan los 40 años de edad, que son las que más riesgo corren de gestar embriones con anomalías. Elegir el embrión genéticamente sano promete un embarazo y un niño sanos. Pero no todos están de acuerdo.
El límite ético y moral
Habrá muchas personas que se pregunten ¿Quiénes somos nosotros para decidir cómo influir en la naturaleza para gestar hijos como si fueran robots?. El límite es tan sólo ético y moral. ¿Está mal querer traer hijos sanos al mundo? En principio no, pero ¿qué sucede con aquellos embriones que traen fallas genéticas y no son implantados? Es decir, aquellos embriones que tienen alguna anomalía o enfermedad, ¿son personas? ¿qué se hace con ellos? El sólo hecho de pensarlo abre un abanico de opiniones y reflexiones. La ley y la moral se enfrentan y el debate está abierto.
¿Elegirías como crear a tu hijo?
Cuando la ciencia se inmiscuye en temas de salud para beneficio de los seres humanos hablamos de un avance en materia no sólo científica sino antropológica. Si hablamos de elegir los genes para que nuestros hijos vengan sanos al mundo casi nadie estaría en desacuerdo, pero ¿elegirías su color de cabello, sus rasgos faciales, o su personalidad? Los bebés de diseño podrían llegar a ser realidad en algún futuro cercano, pero aquí lo fundamental es tener en claro hasta qué punto es necesario interferir en la propia naturaleza para hacer algo a nuestro gusto, por simple capricho.
Y tú, ¿modificarías el ADN del embrión para tener un bebé genéticamente perfecto?