Naturaleza divina, el valor de una mujer
En muchos países, culturas y religiones en la actualidad todavía se considera a la mujer como una propiedad. Toda mujer debe comprender que el valor que merece como individuo y como persona se lo da ella misma.
Ruth Huppe
Mi valor como mujer
En muchos países, culturas y religiones en la actualidad, todavía se considera a la mujer como una propiedad, incluso en el mundo occidental. Por lo mismo, toda mujer debe comprender que el valor que merece como individuo y como persona, es algo que se lo adjudica ella misma y, como consecuencia de ello, es frecuente que encontremos historias de mujeres que sabían que valían más que lo que sus padres, costumbres y hasta las leyes del país donde residen decidieron por ellas, antes de que ellas nacieran.
Una vez una mujer me dijo: “Soy muy diferente a ti. No somos iguales.” Aunque intenté disuadirla de lo contrario, me fue imposible. Lo más triste es que ella no sabía que como mujeres tenemos la misma capacidad física y mental para lograr las metas que nos ponemos en nuestra vida. La única diferencia es la determinación, los ideales y la perseverancia que se tiene para alcanzarlos. Sin importar religión, nacionalidad, apariencia física, cantidad de dinero en la cuenta bancaria y el idioma que se habla, todas las mujeres nacimos para cumplir un propósito en este mundo. Nuestro cuerpo está hecho para tener hijos. Pero no es la única función que tenemos. ¿Estás dispuesta a encontrar tu propósito en esta vida?
Pienso que nacimos para ser felices, para crecer física y mentalmente. Somos excelentes esposas, novias, madres, compañeras, amigas, creadoras de vida, amantes, maestras, consejeras, enfermeras, doctoras, abogadas, jueces, chefs, contadoras, bailarinas, cantantes, directoras, vendedoras, diseñadoras, modelos, etc.
¿Cómo puedo sentir que valgo como mujer?
Nuestra misma forma de pensar es el único límite que tenemos. Cuando hemos sufrido y hemos sido dañadas, quedamos en posición de ataque, escondiendo nuestros talentos y virtudes como mujeres. Por ello, debemos cambiar nuestra perspectiva y tener una actitud positiva. Los siguientes consejos te pueden ayudar:
Aprende a conocerte
Conoce tus miedos, gustos, carácter, virtudes y talentos.
Intenta mejorar cada día
Si existen mil cosas que no te gustan de tu personalidad, cambia las que puedas, poco a poco. Un día a la vez.
Repite diariamente 10 cosas positivas de ti frente al espejo
Date tiempo para soñar
A veces no creemos que tenga sentido hacerlo porque creemos que es imposible. No te limites, recuerda que soñar es gratis.
Ten metas
Una vida sin metas, es una vida sin logros y sin progreso. ¿Quieres acabar la escuela y tener el trabajo que siempre soñaste? ¿Quieres apoyar económicamente en tu hogar, pero no sabes cómo? No tengas miedo de fijarte metas altas. No olvides ser realista, pero tampoco debes ser negativa al fijarlas.
Ámate
Debemos de aprender que el amor es la fuerza más poderosa que vamos a encontrar en este mundo. Si te amas lo suficiente como persona, te vas a cuidar y vas a darte cuenta de que puedes lograr grandes cosas. Ama a tus amigos y a tu familia sin dudarlo. Necesitas gente que te apoye y te aliente en esta vida para lograr tus objetivos.
Cuidado personal
No descuides tu salud ni tu mente. Cultiva tu intelecto cada día con libros, clases y programas que te eduquen. Ve al doctor cuando lo necesites, haz ejercicio todos los días y come saludablemente.
Desarrolla un talento
Aunque no seas muy buena al hacerlo o no tengas tiempo, esto va a ayudar a que sientas progreso. Si tienes un instrumento en casa date el tiempo para practicarlo. Si te gusta bailar, baila cada día y enseña a otros. ¿Eres buena en la cocina? Hay muchas mujeres que apreciarían algunas recetas para su familia. No dudes en compartir con los demás. Puedes ayudar a otros a desarrollar sus talentos también.
El valor que tienes lo defines tú y nadie más. Somos mujeres y no objetos. Tenemos sentimientos, metas y sueños. Nuestro cuerpo, mente y espíritu jamás podrá estar a la venta ni tiene valor equivalente a nada en este mundo. Nacimos para lograr grandes cosas. Enseña a tus hijas y mujeres a tu alrededor que ningún hombre, mujer, ley o creencia puede determinar cómo sentirse con respecto a una misma.
Solo recuerda: Mi valor es infinito porque nací mujer.