Niño pierde autobús escolar, sin saber qué hacer, recurre a la peor opción que podía elegir, golpear una puerta para pedir ayuda
Él no estaba preparado para lo que iba a pasar...
Viviana Domínguez
“Vamos, recibe tu educación…”
De acuerdo a lo publicado por e; portal Newsner un jovencito se sintió desesperado ante la situación en la que estaba, había perdido el autobus escolar.
Sin pensar con exactitud lo que estaba haciendo, comenzó a golpear las puertas de su vecindario para pedir ayuda; después de haber tocado en tres casas, las cuales le negaron ayuda, llegó hasta la puerta indicada.
Brian Smith, un hombre grande, musculoso, con tatuajes y muy serio fue quien abrió su puerta. Como él mismo lo cuenta en su página de facebook, “me levanté medio dormido, como cuando te despiertan con un golpe en la puerta, primera cosa de la mañana, abrí la puerta y observando al joven dije ‘¿qué te pasa niño?'”, por lo que ni bien el joven le contó la historia, él dijo que “no lo pensé un minuto, ni siquiera me había lavado los dientes, me puse los zapatos, tomé las llaves del auto y le dije, VAMOS, RECIBE TU EDUCACIÓN PEQUEÑO HERMANO”.
“Esto es lo que un hermano mayor debe hacer por un hermano menor”
Con estas palabras, Brian Smith termina su historia en facebook, que lo hizo popular y llegó a tener más de 300.000 “me gusta”, y 134.000 compartidos.
Estas son las situaciones que gustan conocerse y convertirse viral, para así imitar gestos parecidos, y es que la gran desconfianza e inseguridad experimentada en estos últimos tiempos, nos ha llevado a sospechar de todo, limitando así la posibilidad de ayudar o servir a otros, especialmente en la calle.
No obstante, y a pesar de las circunstancias, es bueno, analizar las diferentes situaciones, y actuar de acuerdo al sentido común, como en el caso de este joven a quien tres personas se negaron a ayudar.
Todos tenemos un poco de intuición, de sentido de discernimiento; esto nos permite reconocer cuando algo no está bien, y no debemos acceder, o por lo contrario, si podemos actuar. Este tipo de conductas es lo que se espera de cada ser humano, ayudar cuando es posible.
Sin embargo, cabe destacar, que en la situación de este niño, la historia podría haber terminado mal, si hubiese tocado a la puerta equivocada, y por ello, lo que hizo no fue la mejor decisión que podría haber tomado, sino y lamentablemente, la más peligrosa.
Situaciones así les pasan a todos
La ciudad donde nací, no es pequeña, y de niña mi madre me envió a mí y a mi hermana a una escuela del centro; eso significaba que estábamos a más de 30 o 40 cuadras de nuestra casa.
Recuerdo una ocasión, y la única, que por un mal entendido entre mi madre y hermana mayor, ninguna de las dos vino por nosotras. Ahí estábamos, yo con 6 años, mi hermana con 8 años, paradas frente a la plaza principal de la ciudad sin saber qué hacer.
Mi hermana lloraba, y yo sólo observaba a las personas. En un momento, reconocí el auto de mi vecina, que pasaba frente a nosotras, grité fuerte, y la señora nos recogió, y así llegamos a nuestro hogar. A pesar de la valentía del momento, aún conservo la sensación de pánico y desesperación.
Pedir ayuda en la calle
La mayoría de los niños saben que cuando están en la calle, no deben hablar con extraños, o pedir ayuda, no obstante siguen siendo una de las primeras razones por la cuales los pequeños son secuestrados en el parque, especialmente los menores, pues ellos siempre confían en un adulto, y las estrategias para engañarlos son tan tentadoras que no pueden resistir.
Si bien en este caso del artículo, este pequeño niño encontró un “buen samaritano”, no obstante expuso su vida y seguridad a una situación que pudo resultar completamente diferente y ser lamentable, por lo que es importante además de hablar con los niños, y explicarles los peligros que existen, crear un plan previo de acción, ante cualquier circunstancia.
Sean cual sean las circunstancias, los niños deben saber cómo pedir ayuda a un policía en la calle y a nadie más, aunque en la era del celular, la mayoría de los niños cuentan con uno, facilitando las cosas, teniendo un rápido acceso a un familiar.
Igualmente, es importante, considerar las diferentes opciones, y siempre tener un plan; es la mejor forma de reducir los riesgos, y prevenir situaciones lamentables.
En la época en que mis hijos eran pequeños, y no había celulares, siempre llevaban monedas para hacer uso del teléfono público ante cualquier necesidad (obviamente no tan efectivo como un celular, pero ayudaba).
Los más pequeños y un plan de acción
Recuerda que este plan de acción está destinado a situaciones relacionadas con la salida de la escuela, situaciones de emergencias que imposibilitan seguir lo previamente planeado, etc.
Con los niños, a partir de los 8 años (tal vez antes), el uso del celular, como ya expliqué, facilita el rápido acceso y contacto con un familiar, no obstante, se debe igual trazar un plan estratégico y una línea de comunicación fuera del círculo habitual, un ejemplo, si el niño espera a uno de sus progenitores, y ninguno llega, o no contestan el telefono, contactar al familiar previamente asignado para este caso de emergencia, que así como una computadora, el sistema de alarma familiar, también se activa.
Ya como madre, en mi familia, supimos tener una palabra clave familiar, una palabra que por seguro sabíamos que nadie la conocía, pues era de una experiencia familiar, y sólo nosotros podemos identificarla. Mis hijos sabían, que si alguien diferente llegaba por ellos, deban solicitar la palabra clave.
Con los menores de 6 años, es un poco más complicado, según la situación, ellos son más vulnerables, y se asustan al encontrarse desprotegidos.
Por lo que es apropiado:
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Conversar con los niños sobre las diferentes posibilidades, de acuerdo al programa de vida que cada uno tiene.
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Explicar en forma sencilla, que en alguna ocasión, suceden cosas y como padres no podrán ir por ellos.
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Por lo general, las escuelas, jardines o guarderías, tienen un sistema propio de proceder en caso que los padres no lleguen por los niños. Explicale a tu hijo el procedimiento de la escuela, para que el sepa de antemano qué va a suceder.
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Actualmente existen unos relojes pulsera que sirven de telefonos digitales, en los cuales los niños, pueden llamar a tres personas nada más. No son caros, y el costo de la llamada es económica.
Este es un tema que se puede extender a otras situaciones más complejas como cuando los niños juegan en el parque y se van con personas completamente desconocidas, o son engañadas por adultos que dicen conocer a sus padres, pero será un desafío para otro artículo.
Por ahora, recuerda que tener un plan de acción es la mejor forma de prevenir y enfrentar situaciones lamentables.