No eres mi aire… Porque puedo vivir sin ti. La verdad sobre el amor que no te dicen las canciones
Decir que una persona es el aire que nos mantiene con vida resulta un concepto erróneo acerca del amor; el cual, muchas veces nos hacen creer las letras de las canciones que escuchamos.
Elizabeth González Torres
Resulta del todo interesante escuchar algunas canciones de amor que hoy suenan en la radio, se ven por televisión o internet. Melodías que, al parecer, sin mucha dificultad son memorizadas y tarareadas por los jóvenes. Gran parte de las letras y mensajes de estas canciones transmiten y contienen ideas un tanto deprimentes acerca de lo que es el amor.
Frases como, “Sin ti no puedo vivir”, “Tú eres todo para mí”, “Eres lo mejor de mi vida”, “Si te vas, mi mundo se acabará”, etcétera; son algunas máximas con las que, quizás, muchos crecimos e ingresamos al mundo del amor. Son las expresiones que, sin duda, las nuevas generaciones utilizan con frecuencia para describir sus primeros encuentros en el mundo del romance; son las frases que, de forma constante, pueden leerse en los perfiles de las redes sociales de millones de adolescentes que presumen estar enamorados; son las consignas con las que viven día tras día cientos de miles de hombres y mujeres, sin saber con exactitud su significado.
Hace unos días, mientras corría por la mañana, puse atención en la frase de una canción que, en definitiva, me inspiró para escribir este artículo, y reflexionar sobre el concepto actual que muchos tenemos acerca del amor. Dicha frase decía más o menos esto, “Tu eres mi aire”. ¿Tú eres mi aire? Me pregunté, de veras ¿alguna vez has pensado que alguien es tan indispensable en tu vida, como el aire, que de faltar no se podría vivir? Al responderme a mí misma me di cuenta de que ciertamente formo parte de una de las muchas generaciones que crecieron creyendo en el amor como en una especie de mundo en el que la principal fuente de vida la compone la pareja o el ser amado, porque, y esto es lo paradójico, alguna vez llegué a pensar que no podría vivir sin alguien.
No negaremos que enamorarse es uno de los acontecimientos más emocionantes, trascendentales y maravillosos en la vida de cualquier persona; sobre todo, en el caso de los jóvenes que, por primera vez, comparten esas emociones y sentimientos que han guardado por años en sus mentes y corazones. No existe sensación más real y reconfortante que la de pensar, mirar, besar o incluso abrazar a aquella persona que nos hace creer que el mundo es mejor, que nos hace querer ser mejores e imaginar que todo lo podemos, siempre y cuando ella esté con nosotros.
Es cierto, ese ser al que en muchas ocasiones llegamos a comparar con el aire en nuestras vidas, puede convertirse en una persona tan importante que abrigamos la certeza de que si abandonara nuestro camino la existencia dejaría de tener sentido. Sin embargo, pese a lo adoloridos que nos podamos sentir por momentos, es inevitable no darnos cuenta de dos cosas principales que la calma trae después de la tormenta:
Tú eres el aire
el aire que nos mantiene con vida es el amor propio por nuestros sentimientos, deseos, nuestra persona; porque, al final, somos el aire que nos levanta cada mañana
Lo primero que reconocemos, queriendo o no, es que el verdadero aire que nos mantiene con vida sigue fluyendo con la mayor naturalidad por nuestros pulmones, sin importar la ausencia de esa persona por la que sufrimos. El tiempo comienza a pasar: días, semanas, meses y años, tiempo que nos hace descubrir una realidad que muchas veces esconden las letras o mensajes de los grandes éxitos musicales, cinematográficos o televisivos; la realidad de que una persona no es nuestro aire, porque podemos vivir a la perfección sin esa persona. Una verdad que duele reconocer, pero que, al final, termina siendo nuestro comenzar de nuevo, es queel aire que nos mantiene con vida es el amor propio por nuestros sentimientos, deseos, nuestra persona; porque, al final, somos el aire que nos levanta cada mañana.
Puedes vivir perfectamente sin esa pareja cuando llegue la hora de partir
el amor verdadero es como el aire que fluye con constancia, a pesar de la lluvia y la sequía que pueda experimentar un corazón destrozado o abandonado
Más de una persona partirá de nuestras vidas dejando una pizca de dolor en nuestro interior; más de una vez nos enamoraremos de alguien que solo estará de paso en nuestra vida, y pensaremos que el aire es esa persona que ya no está más con nosotros. Pero, entonces, esos serán los instantes en que debamos aprender que el amor verdadero es como el aire que fluye con constancia, a pesar de la lluvia y la sequía que pueda experimentar un corazón destrozado o abandonado, que nunca deja de mantenernos con vida por más que nosotros ya no queramos hacerlo.
De modo que respira con fuerza al sentir que tus latidos se detienen en la tristeza; cuando tus motivos parezcan decaer respira el aire fresco de un presente y un futuro que traen consigo nuevos recuerdos, nuevas emociones, nuevos sentimientos, nuevas personas y, por qué no decirlo, nuevos amores.