No eres tú, es él
No, no te pega porque le hiciste enojar, por estrés, por celos, ni porque siente un amor exacerbado. Sigue leyendo y descubre qué hay detrás de la conducta violenta de aquella persona que te maltrata.
Yordy Giraldo
La violencia de género no conoce de género, como no sabe de equidad, de respeto, ni tiene idea de para qué sirven las segundas oportunidades. Para quien es violento, las relaciones son de pertenencia y -en su mente trastornada- amor y posesión son exactamente lo mismo.
En el caso de los varones -que decir caballeros sería desproporcionado-, lo hacen para someter a la mujer y demostrar su dominio. Las féminas, en cambio, al no ver en sus parejas esa autoridad absurda creada por los estereotipos, lo toman como debilidad y suponen que está bien castigarlos.
Sobra decir que ambos están equivocados sobre cómo funcionan las relaciones de pareja. Si bien ser una persona que maltrata no es algo que tenemos predestinado, sí suele suceder cuando los cauces naturales con los que nos conectamos son forzados, violentados o alterados en alguna de las etapas de nuestro desarrollo.
Echa un vistazo a: La violencia doméstica: identifica el proceso, sal del círculo.
¿Qué tienen en la cabeza los abusadores?
1. Vínculo parental roto
El amor de los padres hacia sus hijos es uno de los más profundos, y se supone que surge naturalmente. Por eso, cuando este vínculo sufre un traumatismo, los hijos difícilmente podrán tener relaciones sanas en su vida adulta. Problemas emocionales y deficiente control de la ira pueden ser la consecuencia.
2. Pobre autoestima
Una autoestima mal llevada provoca que, para transformar o reforzar la imagen que se tiene sobre sí mismo, se recurra a someter a quienes se tiene cerca, en la desesperación de sentirse superiores.
3. Masculinidad mal entendida
Tanto las mujeres como los hombres que son educados con una imagen exagerada de lo que la masculinidad significa, tratarán de aferrarse a ese ideal con toda la carga negativa que tiene. A través de la reproducción de este estereotipo procurarán explicar el maltrato.
4. Ven la violencia como algo natural
La violencia genera violencia, y cuando en la infancia se es abusado, que en la adultez se busque repetir estas conductas es altamente probable. Algunas personas que sufren maltrato infantil, crecen con el deseo de que llegue su oportunidad de “desquitar” o desahogar en otros lo que a ellos les hicieron. La violencia les es natural.
5. Vacíos emocionales
Por lo general, estos vacíos buscan ser llenados con drogas, alcohol o cualquier otra conducta que les sirva de argumento para dejarse llevar. Por lo general, los vicios son el pretexto que se utiliza para dejar salir sus impulsos negativos.
6. Crianza deficiente
Niños y jóvenes que no saben manejar la frustración, ni lidiar con el rechazo, o bien, el típico hijo acostumbrado a obtener siempre lo que quiere, tenderá en la adultez a comportarse de forma violenta.
Decir que si vives alguna de las situaciones en automático serás un maltratador, es faltar a la verdad. No todos respondemos de igual forma, incluso a las mismas experiencias. Sin embargo, sí se vale decir que este tipo de vivencias son comunes en quienes abusan de otros.
Si eres víctima de abuso, ahora sabes que no eres tú, son ellos. Que nada tiene qué ver con que le hiciste enojar, que no es el estrés, los celos, o un amor exacerbado. Ahora sabes que sí es para tanto, que lastimarte sí era su intención. Ahora que conoces lo que tiene en la cabeza un abusador, ¡aléjate!
Porque ellas también pegan, te invito a leer: Las mujeres agresoras.
