No te agobies con tener el cuerpo perfecto, mejor esmérate por ser feliz
Deja de buscar la perfección de tu cuerpo y comienza a abrazar la perfección de tu alma. Valórate, eres única.
Fernanda Gonzalez Casafús
Estoy luchando contra mi conciencia. Un té verde humeante al lado del teclado y un folleto con los horarios del gimnasio ocupan mis pensamientos. Repaso los beneficios de esa milagrosa infusión mientras reviso raudamente el mejor horario de la clase Crossfit.
Me levanto, me miro en el espejo. ¿Cómo me quedará el traje de baño este verano? Me acerco, miro mis incipientes arrugas alrededor de mis ojos y observo mi cabello, que pide por tratamientos de nutrición urgente. Mientras tanto un pensamiento me acecha: ¡Uff!, ¡qué ganas de comer un chocolate!
Y entonces, me desplomo sobre el sillón, con mi té listo para tomar, y pienso en cuánto nos martirizamos las mujeres por tener el cuerpo perfecto, la piel de porcelana y el cabello de las mejores actrices de Hollywood. Pero hay algo que a medida que van pasando los años voy dejando de lado, y es el fanatismo.
Porque el arma más poderosa está en mi interior
Nunca tuve problemas de peso. Más bien siempre fui delgada. La maternidad dejó en mí algunos excesos, que a decir verdad, no han visto demasiada voluntad de erradicación por mi parte más que alguna que otra dieta y trucos de la abuela.
Puedo decir que hoy, a mis treinta y tantos, me encuentro feliz con lo que soy. Sí, quiero estar bien y verme bonita; y de hecho me esmero para que así sea. Pero ese fanatismo de la adolescencia por tener el cuerpo perfecto quedó atrás, y dio lugar a una mujer que ahora celebra sus “imperfecciones”.
Soy coqueta por naturaleza y me encanta verme y sentirme bien. Intento no comer en exceso y pruebo con alguna dieta detox cuando es necesario, pues es innegable que cuando nos vemos bien nos sentimos de igual modo. Pero hoy, mi verdadero poder reside en mi interior.
Nuevos cánones que nos marcan
La revolución de la alimentación y estilo de vida saludables están en auge. Mientras que hasta hace no mucho tiempo atrás la mujer “perfecta” tenía curvas al estilo Marilyn Monroe, luego el estándar de belleza femenino pasó a ser el de los cuerpos extremadamente delgados.
En la actualidad, los preceptos de belleza en la mujer proponen cuerpos musculosos y tonificados, acompañados de la “fitspiration”, que es esta moda de subir a las redes sociales fotografías e historias de personas que han logrado su cuerpo soñado en poco tiempo, a base de ejercitación intensa.
El cuerpo musculoso y tonificado está siendo el nuevo ideal de belleza. Y muchas mujeres estamos comprando esa idea. Mientras tanto, aunque los mensajes positivos y de aliento abunden en las redes, muchas de nosotras vemos cómo nuestra autoestima cae, tratando de llegar a una meta que nos es a veces muy difícil.
Cuida tu cuerpo, pero enfócate en la belleza de tu alma
Vivimos en una sociedad que se alimenta de nuestras inseguridades. Es necesario amarnos un poquito más tal cual somos para poder asimilar nuestras peculiaridades y acoger cada cambio en la vida.
Mantener tu cuerpo sano y en forma es necesario y gratificante. Pero es hora de despertar del tedio que nos producen los cánones impuestos y comenzar a comprender que nuestro cuerpo es maravilloso tal cual es, con sus imperfecciones y sus marcas de vida.
Cultivar nuestra alma nos llevará mucho más lejos. Enfocarnos en quiénes somos y qué hacemos con ello nos ayudará a comprender que aunque es bonito sentirse bien con un cuerpo esbelto y “fit”, también está muy bien que nos queramos aunque no tengamos el cuerpo de las revistas de moda.
Tienes motivos de sobra
Es innegable que el ejercicio físico segrega endorfinas que nos hacen sentir felices. O ponerte esa blusa que cae muy bien sobre tu pecho, o ese pantalón que antes no te entraba, hace que te sientas feliz con ello.
Pero no te estreses. Estás muy bien así. Con esos pocos kilos de más que no cambian en nada la hermosa mujer que eres. ¿Y sabes por qué? Porque tienes motivos de sobra para hacer una mirada introspectiva y abrazar a la mujer en la que hoy te convertiste.
Tienes seres maravillosos que te aman, ese hombre que tienes a tu lado está loco de amor por ti, y eres una mujer libre y llena de energía. Deja de agobiarte por buscar siempre el cuerpo perfecto, y muestra con orgullo esa actitud ganadora que te hace invencible.
Eres hermosa, y lo sabes
Preocuparse en extremo por lucir como los estándares de la sociedad marcan no hace sino bajar nuestra autoestima y desarrollar problemas emocionales, según los expertos. Es tarea harto difícil desprenderse de los estereotipos, pero no es imposible.
Mírate más al espejo, e intenta observar tu alma. Encuentra en tu mirada a esa mujer llena de fortaleza y belleza que sabe lo que quiere, y lo consigue.
Eres hermosa. Eres única y especial. No eres como nadie más en el mundo, y debes hacerlo valer. No tengas miedo de mostrarte tal cual eres. Y cuando lo hagas, notarás que un río de posibilidades se abre ante ti. ¡Esmérate siempre por ser feliz!