No temas sufrir por amor, siempre vas a salir ganando
Luego del dolor de una ruptura, solo van a llegar a tu vida las mejores experiencias. No temas jamás brindar lo mejor de ti.
Erika Patricia Otero
Todo lo que elegimos hacer en la vida refiere un riesgo; aún más cuando implica dar de ti. Conozco personas a las que les da terror volver a enamorarse y llegar a amar a alguien; incluso también hay personas que temen ayudar a los demás debido a que antes se aprovecharon de ellos.
Vivir de esa manera, temiendo que dar de ti sea causa de tu sufrimiento, te restringe, pues hace que temas relacionarte con los demás, algo que es vital para el ser humano en su desarrollo y crecimiento personal.
Tener miedo de volver a amar
¿A qué se debe ese miedo? Al dolor y la decepción que deja el hecho de que te hayan dañado.
Si en el pasado brindaste tu amistad a alguien que solo sacó provecho de ti, lo más probable es que eso te haya marcado. No ofreces una amistad a la espera de que te rompan el corazón.
Pero esto pasa en la amistad y en el amor; solo que en este último las cosas son un poco diferentes. Tú puedes elegir a tus amigos, pero no eliges quién te gusta y de quién te vas a enamorar. A veces simplemente te das cuenta que te atrae esa persona que se aleja mucho de lo que tu creías era tu prototipo, pero igual pasó y no hay nada que hacer.
Cuando en el amor eres correspondido, pues te dispones a dar de ti y a recibir afecto y atención. Que la relación termine o no, depende mucho de las circunstancias que la rodeen.
Pero también pasa que te enamoras de alguien que jamás se sintió enamorado de ti; inevitablemente sufres por ese desamor. Pese a eso, tú eliges si te empeñas en querer a esa persona que jamás se dio la chance de quererte, o si cierras ese capítulo y sigues adelante.
Caso contrario sucede cuando se acaba una relación en la que diste mucho de ti y luego descubres que te traicionaron. El dolor es grande y te deja lleno de inseguridades y preguntas que quizás jamás lleguen a tener una respuesta que te deje satisfecho. Muchas personas le temen a eso y se bloquean conscientemente para evitar salir lastimados.
El sufrimiento como aprendizaje
Nadie quiere sufrir, y es natural que así sea. Ninguna persona desea pasar noches enteras sin dormir, no comer bien, no poder disfrutar de las cosas que antes sí porque le traen recuerdos dolorosos, pero se debe ver el lado bueno de eso que te dejó devastado.
Quizás hayas aprendido de ese amor del pasado que es bueno dar de sí; pero que es necesario sentirse retribuido para que la relación crezca. Tal vez también tuviste que aprender que la otra persona merecía respeto y ser valorada. Entonces, cuando estés sano y dispuesto a volver a amar, vas a dar pero también te dispondrás a recibir, vas a ser respetuoso y vas a valorar a tu amor; con eso compensas tu dolor y te dispones amar más y mejor.
Cada relación que una persona tiene en su vida, le deja un aprendizaje que lo hace más fuerte y hace que sea una mejor persona para sí misma y para quienes le rodean.
Los seres humanos somos como un diamante
¿Sabes cómo se forman los diamantes?
Pues simple: un diamante fue un trozo de carbón que tras billones de años de fuerte presión de la capa litosférica, fueron expulsados por las erupciones de volcanes a la superficie, donde son encontrados por los hombres. Pero como ya señalé antes, este proceso toma billones de años.
Supón que el sufrimiento es la presión de la capa litosférica en ti que eres un diamante en proceso. Unas personas necesitan mucha presión para llegar a ser su mejor versión, y otras no tanto; pero todos sufren, luego de ese arduo proceso salen adelante.
Estoy segura que te pasó que luego de recuperarte de un desamor, descubriste que no eres la misma persona de antes. Tal vez no eras tan generosa y ahora lo eres más; quizás eras mucho de dar y no recibir nada; pues ahora eres más justa contigo misma. Así pasa con todos los aspectos; solo te preparas para alguien que de verdad vea en tu la joya invaluable que eres.
Dar lo mejor de nosotros desde la intención
Es importante que sepas esto, porque es muy fácil ser malo o hacer las cosas esperando algo a cambio. Lo realmente difícil es darte sin esperar nada como recompensa. Es posible que sufras, como también es muy probable que no, y al final te des cuenta que en tu búsqueda hayas dado con esa persona especial que se merece todo lo que hagas por ella; el punto es que te arriesgues a dar lo mejor de ti y te dispongas a ser feliz.
Piensa que si alguien obró mal y con eso tu saliste herida, pues no eres tú quien pierde, pierde esa persona. porque no solo te hizo daño, sino que sembró la gran posibilidad de que luego sea él quien deba pagar las consecuencias de sus actos para que se convierta en una mejor persona.
Te invito a que no temas dar amor, a que no temas sufrir y a que te arriesgues a siempre dar lo mejor de ti; al final tu serás la ganadora, porque luego de apostar mucho darás con el mejor premio de todos: el amor de verdad.