¿Nosotros elegimos traer un bebé al mundo o ellos nos eligen antes de nacer? Lo que se cree de su alma
¿Ellos nos eligieron a nosotros? ¿Desde cuándo su alma está con la mamá?
Mariel Reimann
Creyentes o no, a todas las mamás alguna vez se les ha cruzado por la mente esta pregunta y otras preguntas acerca del alma de nuestros bebés. ¿Estaba pre-establecido que seríamos sus padres? ¿Les prometimos antes de nacer que los traeríamos con nosotros?
Las experiencias son incontables y los sentimientos que cada madre tiene al respecto varían, sin embargo, la mayoría de las mamás han sentido al alma de sus bebés con ellas desde el momento de la concepción.
La verdad es que no hay una ciencia exacta detrás de esto, ya que la ciencia sólo estudia lo empíricamente demostrable. Aunque existen algunas teorías un tanto fundamentadas de que existiría una separación entre el cuerpo físico y el alma o espíritu, es muy poco lo que la ciencia puede aportar con respecto al tema.
¿Qué es lo que otras mamás cuentan?
Mientras buscaba entre la fascinante información, no fue lo que algunos expertos dicen lo que me atrapó, sino lo que las mamás cuentan y cómo cada una de ellas lo ha vivido. Algunas con experiencias casi idénticas y en lugares opuestos del mundo.
“Yo creo que el alma de los bebés entra en el cuerpo físico en cualquier momento después de la concepción. También creo que las almas de mis hijos siempre fueron destinadas a ser mis hijos”, nickle730.
“Mi mamá también cree que los bebés están más conectados con el mundo espiritual de lo que nosotros queremos darle créditos. ¿Cuán seguido a caso no vemos bebés riéndose mientras miran algo por arriba de tu hombro y tú sabes que no hay nadie allí? Y con el tiempo, mientras su conexión con su cuerpo físico crece, eso va desapareciendo”, comparte una de las mamás en Belly Belly, un fórum de mamás para hacer preguntas y respuestas.
Mary Kretzmann,autora de un artículo que habla acerca del tema expresa: “Yo amaba los niños, y queríamos comenzar una familia en algún momento cercano. Además, recientemente había trabajado en un jardín de infantes y era inevitable darme cuenta de su individualidad; (sus diferencias) parecían ir mucho más allá de lo que los padres podrían haber influido en sus formaciones desde sus nacimientos. El comportamiento de algunos de esos niños, sólo podía explicarse aceptando que habían nacido de esa forma”.
Aunque sean hermanos y se hayan criado bajo el mismo techo, son diferentes
Si no existiera un alma que nos diferenciara de los demás, todos los nacidos y criados bajo un mismo techo, deberíamos pensar de la misma manera, comportarnos iguales, y actuar con al menos mucha similitud. Sin embargo, hay hermanos que no parecen venir del mismo lado.
Mis hijas se parecen físicamente muchísimo, pero no podrían ser más opuestas en sus formas de ser. Desde que las estaba esperando a las dos, la forma en la que se movían dentro de mi vientre, y el sentimiento que irradiaban, me hacía percibirlas de la manera en la que hoy son. Una con el corazón más grande y noble del mundo, sin una pisca de maldad, y la otra tremendamente impulsiva y segura de sí misma, que no dudaría en llevarse el mundo por delante.
Nosotros elegimos a nuestras familias antes de nacer
Según lo expresado en Soy Espiritual, “el alma de un bebé escoge a los padres y a la familia dónde va a nacer hasta 3 meses antes de la concepción”. Con esta creencia, tratan de descartar la celebre frase que muchos hemos usado con nuestros padres cuando nos enojábamos por algo: “Yo no te pedí que me trajeras al mundo. Yo no elegí que seas mi madre”.
Pues al parecer, si nos aferráramos a esta creencia, no podríamos defendernos más con esa frase tan usada para lastimar a nuestros padres.
¿Qué dice la biblia?
Según dice una de las escrituras de la biblia, Jeremías 1:5 “Antes de que te formase en el vientre de tu madre te conocí. Antes de que nacieras te santifiqué, te di por profeta a las naciones”.
Esta escritura, así como muchas otras, dan testimonio para los creyentes de que Dios nos conoce desde antes de nacer y de que existe una separación entre el cuerpo y el alma.
Creo que todas las mamás podemos percibir ese algo tan especial desde el momento en que nos enteremos que estamos esperando un bebé y, a veces, antes de que esto pase. A lo mejor la ciencia y las religiones no tienen una respuesta unánime, pero todas las mamás sabemos que conocemos a esa personita desde antes del primer latido de su corazón.