Palabras que duelen: lo que NO debes decir a alguien que sufre

Estaba cansada de llorar, aún no podía comprender todo lo que estaba pasando pero sentía que debía responder cada llamada, cada mensaje que recibía, aunque algunos me lastimaban profundamente.

Pilar Ochoa Mendez

Ante la muerte, el mundo se detiene. Todo gira pero nada cambia. En segundos la confusión y el dolor forman una niebla que que abarca y aplasta, impidiendo el paso de cualquier rayo de luz. En momentos así, el amor de Dios se suele manifestar a través de pequeños detalles, a través de una llamada o una oración que, aunque de momento no sepamos quién elevaba al cielo, brinda un poco de consuelo.

Ante una situación como esta muchos no sabemos cómo reaccionar, qué decir o hacer. Si guardar silencio, llegar con una canasta de frutas o llamar insistentemente hasta obtener respuesta. Eso fue lo que motivó este artículo con la esperanza de que sirva de guía para saber acompañar a quienes pasan por un duelo y evitando los comentarios que lejos de ayudar, tan solo acentuarán el dolor latente o provocarán un rechazo a su portador.

¿Qué no decir a alguien que recién perdió a un ser querido?

¡Todavía no lo puedo creer!

Nadie espera morir de repente, nadie espera que su corazón se parta y quede incompleto de un momento a otro. Quien es forzado a lidiar con la incredulidad y el dolor de su propia pérdida, no tiene por qué ayudarte a ti -su amigo, su apoyo- a lidiar con la sorpresa que esta pérdida te provoque.

¡Fue culpa de tal o cual! Deberías demandar

Sí, el enojo es parte natural del duelo pero ni con las mejores intenciones en mente debemos presionar a los dolientes a que reaccionen como nosotros lo haríamos, mucho menos alentar sentimientos de revancha. Tampoco es momento para buscar culpables, que si lo hubieran, habrá un tiempo para pensar en ellos.

Pero explícame, ¿cómo fue?

Este es uno de los comentarios más odiosos. Después de perder a un ser querido nadie debería ser sujeto de incómodos interrogatorios que más parecen entrevistas dignas de un paparazzi de moda.

No existen fórmulas, pero sí ingredientes que no deben faltar

Las posibilidades actuales de comunicación nos permiten estar presentes cerca y lejos, acompañando con una llamada o un mensaje. A continuación enlisto algunas sugerencias con las que puedes apoyar:

• Ofrecer oraciones, muchas. Por quien se fue y por quienes se quedan, con el mayor respeto por las creencias de los dolientes.

• Demostrar amor incondicional y decirle de mil y un maneras “te quiero estoy aquí para ti”.

• Ofrecer pequeñas ayudas que pueden ser desde llevar algún refrigerio, hasta ayudar con las tareas más ordinarias. Pequeños actos de servicio pueden representar una bocanada de aire fresco para quienes enfrentan un duelo reciente.

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• Aceptar, comprender y respetar que cada persona vive el duelo de distintas maneras, y quienes les acompañamos debemos respetar su proceso, por más trabajo que nos cueste. Lejos de obligarles a caminar mi senda, camino a su lado por la senda que en ese momento necesitan.

No tengas miedo de preguntar de qué forma puedes apoyarles, si quieren hablar o prefieren un momento a solas. Recuerda que el duelo es un proceso que puede llevar subidas y bajadas, y que generalmente implica un proceso largo. Que nuestros seres queridos no tengan que andarlo solos.

Pilar Ochoa Mendez

Pilar es pedagoga, está convencida de que su forma de cambiar al mundo es a través de la familia y la educación. Le encanta leer, mirar televisión y una buena discusión, incluso cuando no gana.