¿Pasas mucho tiempo sentada? ¡Estás en peligro!

Si piensas que no tienes tiempo para hacer ejercicio, después de leer este artículo podrás ver la oficina como tu nuevo gimnasio.

Emma E. Sánchez

Cuando era niña observaba que cuando hacíamos ejercicios en la escuela, o alguien se lastimaba, o todos terminábamos cansados. Por esa razón yo llegué a creer que lo mejor era no hacer ejercicio y eso haría que mi cuerpo no se maltratara, se agotara y, por lo tanto, me duraría más cuando fuera viejita. Por supuesto, el paso de los años ha corregido mi error: nuestro cuerpo requiere movimiento y ejercicio para poder conservar sus funciones en óptimas condiciones por más tiempo.

Hoy en día, la mayoría de nosotros pasamos más tiempo sentados que en movimiento. Todos, absolutamente todos los seres humanos necesitamos del movimiento para que nuestras funciones vitales, de todo tipo, se mantengan, mejoren y no las perdamos. Los niños requieren de sesiones cortas de trabajo intercaladas por sesiones de movimiento físico y, en el caso de los adultos, las sesiones de trabajo pueden ser más largas pero tras dos o tres horas sentados es indispensable levantarse, caminar y moverse. Considera las siguientes recomendaciones:

1. Programa una alarma

Ya sea en tu celular, tu computadora de escritorio o tu reloj, programa una alarma cada dos horas y cuando suene ¡levántate y a moverse! Por cada dos horas debes de moverte entre 15 y 30 minutos. Tal vez te suene mucho tiempo pero primero, no es tiempo perdido, es tiempo invertido en tu salud y por lo tanto es una prioridad en tu vida. Dispón por lo menos de 10 minutos, verás que en tres meses hará la diferencia en tu peso, en tus medidas, tu estado de ánimo y salud general. Verás tales resultados que aumentarás tu tiempo de ejercicio.

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2. Toma agua

Como parte de esa rutina de movimiento ve por agua y bebe uno o dos vasos. Bebe con calma, de pie, y mientras lo haces puedes mover tus tobillos, mover tu cabeza, relajar los hombros y relajarte un poco más.

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3. Haz estos tres ejercicios

Ponte de pie y estírate completamente, alza los brazos como queriendo tocar el techo y luego flexiónate hasta tocar el piso con tus manos. Si puedes, quítate los zapatos y haz dos o tres sentadillas.

Gira tus brazos, tus muñecas, gira tu cabeza de un lado a otro y gira la cintura. Siente cómo se mueve tu cuerpo y, sobre todo, ¡estírate!

4. Camina y sube escaleras

Esos diez o quince minutos que te vas a regalar úsalos para ir a atender un pendiente en otra oficina, usa las escaleras y sube y baja varias veces un solo piso. Este simple ejercicio activará tus piernas, mejorará la circulación en todo tu cuerpo y tendrás mayor poder de concentración y resolución de problemas.

Cada vez que no puedas resolver algo, camina, toma agua y verás cómo tu mente se aclara y las soluciones llegan.

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5. Salta o recuéstate

Hay oficinas que en el servicio de sanitarios cuentan con un pequeño sillón, aprovéchalo y sube tus piernas o recuéstate por unos breves minutos.

Cada día más empleados aprovechan sus descansos u horas de comida para moverse. Salta un poco, camina, cambia tus zapatos, date un masaje en las pantorrillas y, si es posible, come de pie alzando una pierna a la vez poniéndola sobre algo de manera alternada.

No deseches estas sugerencias, pasar mucho tiempo sentada o de pie nunca será sano. Ayuda a tu cuerpo dándole el movimiento que requiere, ya verás que todo mejora.

Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.