Pequeño bloqueó el teléfono inteligente de su mamá por unos 47 años. ¡Un descuido que se puede evitar!

Dejar a los pequeños con el uso de la tecnología digital sin supervisión puede acabar en tragedia. ¡Conoce una historia sorprendente!

Adriana Acosta Bujan

En la actualidad cada vez existen más padres que dejan a sus hijos pequeños jugar con aparatos electrónicos (celulares, ipad, computadoras, tablets entre otros), con el objetivo de entretenerlos mientras ellos siguen realizando sus actividades habituales.

Muchas de las apps, videos y juegos, pueden ser ideales para fomentar la educación y el conocimiento de los pequeños, siempre y cuando se encuentren bajo supervisión de un adulto, de lo contrario puede ser perjudicial para ellos.

Muchos de los juegos y videos que se encuentran en los aparatos electrónicos especialmente para niños, pueden ser de mucha ayuda cuando ellos suelen estar inquietos y ansiosos, sin embargo, un error de los padres es dejarlos solos, como es el caso compartido por El Mundo y otros medios, donde un niño de 2 años bloqueó el teléfono de su mamá por 25 millones de minutos.

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No hay que subestimar a los niños

Cualquiera que haya visto a un pequeño manejar un teléfono inteligente, seguramente se ha quedado pasmado ante la habilidad con la que abren aplicaciones, toman fotografías, buscan videos y juegos, incluso chatean enviando emoticones, sin necesidad de saber escribir o hablar.

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No hay que subestimar la capacidad y la inteligencia de los pequeños, puesto que muchas veces ellos saben más que un adulto. Sin embargo, es sumamente arriesgado dejar tu teléfono bajo sus inquietas manos, puesto que lo pueden destruir fácilmente.

Cómo ocurrió

En china una madre de 47 años, residente de Shangahái, dejó su iPhone a su pequeño de 2 años, para entretenerlo mientras ella realizaba otras actividades dentro de su casa. Según la madre dejó a su hijo viendo videos educativos, sin embargo, en un instante el teléfono solicitó la clave para ingresar al menú, como era lógico el pequeño lo ignoraba.

Mientras el niño jugaba divertido en su habitación esperando a que su mamá terminara, él introdujo erróneamente el código de ingreso en varias ocasiones, bloqueándolo por 25 millones de minutos, lo que hace referencia a aproximadamente unos 47 años de ser inutilizado, puesto que cada vez que el niño oprimía los botones se sumaba un periodo más.

Una sorpresa

La madre cuando regresó a la habitación, vio en la pantalla de su iPhone, la leyenda de que estaba inhabilitado para los próximos 25 millones de minutos. Al ver la sorpresa inesperada, la madre entró en contacto con un técnico de la compañía Apple Store para restaurarlo. La solución era resetear el dispositivo o esperar 47 años para que volviera a funcionar. La madre dejó el aparato por unos dos meses sin utilizarlo esperando que solo se restauraría, sin embargo, decidió resetear su aparato, por lógica perdió todo los datos que tenía en su teléfono inteligente.

Una solución más útil

Para evitar tragedias como la anterior, es importante que los padres tengan la responsabilidad de brindarles a los hijos juguetes adecuados a su edad y por ningún motivo facilitarles teléfonos y otras herramientas digitales que posiblemente destruirán fácilmente por su inmadurez.

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Sí quieres entretener a tus pequeño con algun video o película educativa, te recomiendo prender la televisión y buscar un canal adecuado para su edad, así como facilitarle un juguete, te aseguró que se mantendrá ocupado aprendiendo y desarrollando su creatividad.

Los juegos recomendados para niños de dos años son los que se les permite ordenar materiales de forma lógica y clasificar objetos, juegos de construcción, ensamblar piezas, plastilina, escuchar canciones, bailar, jugar con agua y arena, saltar y correr, así como muñecos que estimulen sus sentidos.

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Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.