¿Perder un amigo es tan doloroso como perder un amor?
Perder una amistad puede ser doloroso, pero tienes las herramientas necesarias para salir adelante. Date la oportunidad, con estos consejos.
Erika Patricia Otero
Nunca tuve muchos amigos, pero hubo un tiempo en que los pocos que tenía, los valoré mucho. Pese a eso, el tiempo pasó y diferentes situaciones de la vida nos alejaron; puedo decir que para bien, porque cada uno de nosotros hizo su vida como quiso y mejor pudo.
Pero en la universidad conocí a una chica un año menor que yo. Era muy extraña, quizás por cómo había sido criada. Un día era un amor de persona y al otro compraba la comida, y sin más, la tiraba a la basura. Sin embargo, era una buena persona.
Lo malo con ella es que creía que toda persona que se le acercaba, lo hacía por interés. A mí me agradaba mucho porque me hacía reír con sus locuras, además que era muy brillante y rara; jamás conocí a alguien como ella y realmente llegué a apreciarla mucho.
Jamás tuve una amiga como ella. Se preocupaba por mí y me ayudaba a estudiar. En ocasiones llegaba con comida y fotocopias para las 2, que dicho sea de paso yo jamás tenía, pues vivía con lo poco o nada que puede tener un estudiante de universidad.
Pero las cosas no eran fáciles con ella; fueron muchas las ocasiones en que de estar bien y cada una irse para su casa, llegaba al otro día mirándome mal y ni sabía que había hecho. Siempre fue así y me tenía desconcertada, así que terminé yendo a terapia.
Para ser muy honesta, un día simplemente me cansé y me alejé de ella. Me dolió mucho porque en serio la apreciaba. Luego, un día simplemente no regreso más a la Universidad.
Con el tiempo, me enteré que se había mudado a Panamá, y eso fue todo. Un día, en 2013, recibí una llamada de ella; me contó que allí tenía (y tiene) una carrera exitosa como psicóloga, y varias cosas más de su vida. Pero las cosas como son, ella jamás cambió, seguía igual de extraña; fue entonces cuando confirmé que alejarme de ella fue lo mejor que pude hacer.
¿Por qué duele tanto perder un amigo?
Cuándo se establece una amistad, el nivel de compenetración y complicidad que se logra llega a ser muy grande. Te acostumbras a esa persona, comparten gustos, algunas metas, sueños y anhelos; así que el hecho de que esa amistad termine, resulta doloroso.
No podemos llegar a saber a cabalidad si alguien será o no un buen amigo. De hecho, un estudio llevado a cabo por la doctora Laura Radaelli, señala que efectivamente, jamás podremos llegar a tener la certeza de ello.
Así que tener amigos y confiar en ellos es como un acto de fe; das tiempo, lealtad, confianza y no sabes cuánto tiempo durará. Así, algunas amistades duran para toda la vida, o en ocasiones solo unos meses o años.
Perder un amigo es sufrir un duelo similar al de perder un amor
Así es, duele y mucho. Quienes hemos pasado por esa situación, sabemos que se llega a extrañar mucho a esa persona, es normal, ocupó un lugar especial en nuestras vidas.
Duele porque:
1 Se pierde un soporte emocional
Es posible que esa amistad sea la única persona con la que podías contar en momentos difíciles. Ella o él escuchaba tus problemas y no te juzgaba ni criticaba. Recibir ese tipo de apoyo era invaluable y más cuando era prácticamente el único ser humano en el que podías confiar aparte de su familia. Así que duele.
2 Pierdes un cómplice
Perder ese aliado con el que pasabas tiempo, reías, e incluso sabía cosas de ti que nadie más supo.
3 Tus expectativas incumplidas
Es de conocimiento que sufrimos mucho porque a veces esperamos cosas de las personas que no se ven cumplidas. Esperar algo de alguien que de un día para otro deja de estar a tu lado, es doloroso.
Es que dar por sentado que esa persona va a estar ahí en tu vida por mucho tiempo y que eso no pase, genera una herida profunda en tu confianza hacia los demás. Nos hace preguntarnos qué hicimos mal para alejarla o para que nos tratará de determinada manera.
4 No vuelves a confiar como antes
¿Cómo volver a confiar en otra persona que se acerque a ti? Es difícil. Podrás mostrarte amable, generosa e incluso amistosa, pero jamás vuelves a abrirte y a confiar como en antaño.
Puede ser que te cierres al contacto con otras personas e incluso prefieras jamás volver a dar tu amistad a nadie. Es que no quieres volver a sufrir por una amistad pérdida.
Como puedes ver se pasa por los mismos conflictos emocionales que se atraviesan cuando hay una ruptura amorosa; solo que el afecto que se tiene por ese amigo, aunque era fuerte, era diferente al que se siente por un amor.
¿Cómo podemos reponernos de los estragos de una amistad pérdida?
1 Los primordial es darte tiempo para sanar
Perder un amigo nos deja solos y enfrentándonos a una serie de incertidumbres acerca de esa pérdida; por eso, se hace necesario que nos demos tiempo para sanar. Algunos se demorarán unas semanas, y otros meses, pero siempre se sabe salir de esa situación.
2 No te culpes
Cuando una amistad se acaba es casi siempre son 2 personas las responsables de la ruptura. Por eso, cargar tu solo con la responsabilidad y culparte una y otra vez por lo que sucedió entre ustedes, no tiene caso.
3 Perdónate
La amistad se acabó, así que “pasa la página” y sigue adelante. Si te sabes responsable de la razón por la cual esa persona se alejó de ti, pues solo perdónate, procura jamás volver a cometer ese error y sigue con tu vida, no te queda de otra.
4 Recuerda los buenos momentos
Siempre es mejor recordar las buenas experiencias que los malos ratos. Siempre se aprende algo de las personas y una amistad no es la excepción.
Conservar una amistad es importante para la vida de todos nosotros. Debemos reconocer que hay personas que llegan para enseñarnos algo e irse, y otras que llegan para quedarse. Nadie es malo por irse, solo debemos aprender y sacar lo mejor de cada situación y seguir adelante, sin desconfiar ni alejarse, solo seguir y tratar de ser feliz con quienes nos rodean y aceptan en sus vidas.