Perdona a tus padres, antes de que sea demasiado tarde
Adriana Acosta Bujan
La mayoría de los padres amamos a nuestros hijos con gran intensidad, es un amor incondicional que no reclama, no juzga y sabe perdonar en muchos casos los maltratos de los hijos.
Por naturaleza los padres nunca guardan rencor, odio o resentimiento en contra de sus hijos a pesar de que algunas veces sean mal agradecidos; ya que el amor que se experimenta es inexplicable, maravilloso y mágico.
Pasa todo lo contrario con los hijos. Algunas veces los hijos cuando han fracasado o se sienten frustrados e infelices con sus vidas, buscan a quién culpar y lo primero que hacen es reclamar a sus padres.
La razón de esa actitud es por el vínculo familiar que los une, puesto que todo lo que han aprendido a lo largo de su vida fue inculcado y enseñado por sus padres.
Sin embargo, a medida que los hijos van madurando y construyen su propia familia, logran comprender mejor a sus padres, puesto que ahora son ellos mismos los que serán juzgados por sus propios hijos, ¡Es el círculo de la vida!
Por esta razón es fundamental que aunque estemos en el lugar de padres primerizos o hijos, aprendamos a perdonar a nuestros padres. Ya que el perdón sana heridas, nos libera de la carga emocional, mejora la calidad de nuestras relaciones y nos convierten en mejores personas, entre otros muchos beneficios.
No saber perdonar destruye el alma
Por muchos años creí que la relación con mi padre era algo maravilloso, éramos inseparables amigos y confidentes. Él siempre estuvo ahí para apoyarme, guiarme y ayudarme en todos los momentos difíciles que experimente a lo largo de mi vida.
Tal vez en alguna que otra ocasión lo llegue a culpar de mi infelicidad, sin embargo, lo perdonaba fácilmente.
Pero un día en especial cuando mi padre estaba a punto de morir me dijo que su última voluntad era dejarle todos los bienes materiales a mi hermana mayor. Fue tanto mi sorpresa y desilusión que muchos años guarde rencor ya no podía perdonarlo a pesar de que él ya no estaba en este mundo.
He de confesar que no soy una persona que le interese pelear por los bienes materiales, ya que creo que es algo superficial; sin embargo, la voluntad de mi padre me dolió mucho ya que creía que él dejaría su poca herencia en manos de sus dos hijas.
Al final acepte la palabra de mi padre, sin reclamar nada, pero mis sentimientos por él cambiaron de manera radical.
Tal vez mi historia te parezca familiar, ya que existen muchos motivos por los cuales sentimos que es imposible perdonar los errores de los padres aunque ellos ya no estén en este mundo terrenal. Sin embargo, debemos aprender a hacerlo por nuestro bienestar emocional y físico.
Ahora bien, por qué perdonar a los padres:
Como bien lo dijo Dalai Lama “Si no perdonas por amor, perdona al menos por egoísmo, por tu propio bienestar”, cuál es ese bienestar que podemos encontrar con el perdón.
1. Menos carga emocional
Debemos comprender que el pasado no se puede cambiar, y que a pesar de que los padres lleguen a arrepentirse por sus errores, no pueden regresar el tiempo y borrar las heridas causadas a sus hijos.
En cierta manera, no sabemos cómo nuestros padres fueron criados y por tal razón ellos cometieron las mismas equivocaciones.
A pesar del rencor y el enojo que llegues a sentir por tus padres, deberás aprender a perdonar por tu propia tranquilidad emocional, ya que ahora gracias a esas cosas que te sucedieron tienes un ejemplo para mejorar tu vida presente e incluso la crianza con tus propios hijos.
Al final de cuentas todos aprendemos de nuestros errores y ahora tú tienes el poder de evitar los mismos errores que cometieron tus padres con tu propia familia.
2. Un mejor futuro
Concentrarse en las heridas del pasado impide avanzar y ver tu futuro. Si todos los días estás pensando en tu dolor, odio y rencor es probable que llegues a enfermar física y emocionalmente, afectando tus relaciones personales.
Dedicar más tiempo de lo normal en pensar en el pasado, no te permitirá disfrutar las maravillosas cosas que la vida tiene para ti; es por ello que debes perdonar a tus padres, para liberarte y poder valorar lo que tienes en el presente, en el aquí y en el ahora.
3. Ser más empáticos
Podrás convertirte en un juez que solo culpe las acciones de sus padres por tanto dolor que te han causado. Sin embargo, es importante aprender que tanto tu como ellos son humanos y que comenten errores en todo momento, ¡nadie es perfecto!
Trata de entender cuáles fueron sus razones o motivos de sus equivocaciones, qué fue lo que les impulso a actuar de cierta manera; todo ello con la finalidad de ser más empáticos, así podrás comprender la raíz de los problemas.
Tal vez los estas juzgando demasiado y no has logrado percatarte de las cosas buenas que ellos hicieron por ti o de las cosas que ellos evitaron que tú sufrieras.
4. El amor no se reemplaza
Lamentablemente las personas que han perdido a sus padres saben perfectamente que el amor de ellos nunca será reemplazable. Nadie en este mundo te amará como lo hacen ellos.
Los padres son capaces de dar su propia vida por sus hijos; ellos son guerreros, valientes, incansables y audaces, en pocas palabras son personas capaces de amar sin medida.
Por esa razón es conveniente perdonar a los padres, ellos siempre estarán con los brazos abiertos para apoyarte, escucharte, guiarte y amarte. Son tu familia y las personas que más se preocupan por tu bienestar.
Tal vez tus padres te hicieron mucho daño, pero es momento de perdonar, de liberarte y continuar. Sabes bien que el tiempo no regresa y que algún día ellos se irán de este mundo, por eso te recomiendo hacer las paces con ellos y ámalos a pesar de sus errores.