Ponle nombre a tu malestar estomacal, descubre si lo que tienes es intestino irritable
Por desconocimiento confundimos no solo síntomas, sino enfermedades. Descubre si lo tuyo es realmente intestino irritable.
Yordy Giraldo
Colon irritable, colitis mucosa, colon espástico, colitis espástica todos estos extraños nombres corresponden a la misma enfermedad, pero muchos de nosotros la padecemos sin siquiera darle un nombre. Es dos veces más común en mujeres que en hombres, y es el padecimiento intestinal que más pacientes remite al gastroenterólogo.
Alrededor de este padecimiento existen más malas que buenas noticias, quien en verdad lo padece, lo padecerá por siempre puesto que los tratamientos existentes solo son paliativos, más no una cura al problema. El lado amable por llamarle de alguna manera es que no causa daño permanente en los intestinos, ni lleva a enfermedades graves; además existen alternativas para lidiar con la colitis.
Se dice que el estrés es su principal aliado, ya que por increíble que pueda parecer nuestro cerebro y el colon se encuentran conectados. Otra teoría es que se manifiesta luego de una infección intestinal, o que puede deberse a algún tipo de problema en los músculos del intestino. Lo cierto es que a ciencia cierta nada de lo dicho es concluyente, quizá son estas las únicas causas o tal vez existen otros motivos.
Sus síntomas más comunes son dolor estomacal, gases, sensación de estar lleno, inflamación y, por opuesto que parezca, tanto el estreñimiento como la diarrea son manifestaciones del colon irritable. Aunque si a todo lo anterior se suma pérdida de peso y sangrado en las heces, vaya inmediatamente a su doctor porque esto último nada tiene que ver con la colitis, pero si con males mayores.
¿Cómo lidiar con la enfermedad?
No hay pruebas para corroborar el diagnóstico, los doctores se guían por los síntomas que les damos y muchas veces la colitis se confunde con la intolerancia a la lactosa, ya que coinciden en los síntomas, aunque no en el origen del problema. La forma más efectiva de saber si tenemos una u otra es dejar de consumir lácteos durante dos semanas para ver si el trastorno desaparece, o también estar atentos a si el malestar se hace presente luego de consumirlos.
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Evita el consumo de bebidas irritantes como el café, té o refrescos de cola.
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Evita sobrecargar tu intestino, lo mejor es comer porciones pequeñas.
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Reduce al mínimo el consumo de chocolates, trigo, cebada, centeno y alcohol.
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Aumenta el consumo de fibra, eso no incluye los suplementos de fibra porque podrían empeorar los síntomas.
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No te auto mediques, cada persona reacciona distinto incluso a lo mismo, lo mejor es que sea un médico quien determine lo que es mejor para ti.
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La razón por la que no asociamos los malestares con la colitis o no buscamos ayuda, es que el padecimiento se hace presente de manera esporádica, así que lo que hacemos es esperar a que el episodio pase para seguir con nuestra vida. No esperes a que tu calidad de vida se vea afectada, no solo le pongas nombre a lo que sientes, también ponle remedio.