Por miedo a las redes sociales, puedes perder a tus hijos
Tus hijos pueden estar pisando la zona de riesgo, sal de tu zona de confort y aprende a usar las redes sociales, porque por miedo al Facebook puedes perder a tus hijos.
Paola López Martínez
Hace unos días llegó a mi consultorio una madre preocupada por su hija. Ella es una viuda de 28 años, madre de una adolescente de 11 años y de un niño de 8. La señora estaba interesada en recibir consejería para ayudar a su hija, que estaba actuando raro: pasaba del llanto al enojo, no quería salir de su cuarto y presentaba conductas de hostilidad hacia su tía, así como rechazo a socializar con sus primos y otros familiares cercanos.
Una de mis funciones como terapeuta es ayudar a los padres a ver desde “afuera” la situación que les está causando conflicto. Lo que logramos después de 20 minutos de charla fue poner sobre la mesa que su hija estaba siendo acosada en su cuenta de Facebook. Recibía comentarios ofensivos por parte de su tía y de otros familiares que viven fuera de la ciudad, y con quienes tiene muy poco trato. Además, su agresora también se daba el lujo de insultar a su joven madre y a su hermano, quienes no tienen cuenta en las redes sociales.
Recuerdo haberle propuesto a la mujer acceder a la cuenta de Facebook de su hija para corroborar nuestra teoría y estar al tanto de toda la información que recibiera en dicha red social. Se quedó paralizada. Me dijo, “Tengo miedo”. Yo supuse que la raíz de esta sensación se debía a no querer descubrir el contenido ofensivo de los comentarios. Pero no fue así, su miedo lo provocaba el no saber cómo usar el teléfono celular, la internet y mucho menos las redes sociales. Me sentí en la necesidad de alentarla a dejar atrás su temor a la tecnología, y le hice ver que de ello dependía la integridad de sus hijos.
Para tal efecto le sugerí algunas acciones que rápidamente traerían la estabilidad a su familia. Ahora, con buenos resultados a la mano, las comparto contigo:
Compromiso
Como padre es normal que te sientas “fuera de onda” en el ámbito de la tecnología; sin embargo, necesitas comprometerte a salir de tu zona de confort, y que se vuelva una de tus prioridades el familiarizarte con los aparatos electrónicos a tu alcance. Conozco a muchos padres que regalan tabletas a sus hijos y confían en que ellos les darán un buen uso. Sé que tus hijos son personas con valores y principios bien arraigados, pero te aseguro que muchos de sus contactos no, de modo que inicia tu faceta de “prueba y error”. Una buena idea es que tu hijo te enseñe a usar el teléfono celular o la computadora, así no solo aprenderás a manejarlo, sino que supervisarás su acceso a internet y verás fortalecida su relación.
Reglamento
Es importante que juntos creen un reglamento sobre el uso de las tecnologías. De modo que te sugiero que monitorees el tiempo y los días en que tus hijos pasan tiempo en internet, así como la información a la que tienen acceso. Te sugiero que delimites un lugar (mesa o cajón) en el que todos los miembros de la familia puedan colocar sus aparatos tecnológicos y que establezcas horarios; por ejemplo, que mientras comen queden prohibidos o después de las nueve de la noche.Te sugiero esta página que promueve algunos candados y la rendición de cuentas.
No es una niñera
No utilices la tecnología como una niñera digital. Las computadoras, los teléfonos y las consolas de videojuegos son para uso recreativo no para embeberse con ellos. Estoy consciente de que como padre tienes que llevar a cabo labores profesionales y del hogar, pero otorga a tus hijos el tiempo necesario para conversar cara a cara, con total atención.
Miedo a la tecnología que hace el bien
Modificar tu impresión acerca de las tecnologías te ayudará a estar más cerca de tus hijos. Esta será una oportunidad de propiciar la unión familiar: si tu hijo se acerca a ti con un problema relacionado con las redes sociales inicia una conversación calmada, aconséjalo y juntos resuelvan la situación. Además, no todo es malo; enseña a tus hijos a recibir y compartir información apropiada, positiva y que impacte de manera favorable en su vida y en la de quienes lo rodean, y déjale claro que la internet no debe ser una vía de comunicación que vulnere los derechos de los demás.
Estos consejos ayudaron a mi paciente a poner un alto a la información que su hija recibía y a que la niña volviera a su estado de ánimo normal. Pero, sobre todo, a ella le ayudó a entender que muchas veces el miedo puede hacer que pierdas mucho más que el tiempo.