Por qué las películas románticas son tan perjudiciales como la pornografía para tu matrimonio
¿Qué? Exactamente, lee y te darás cuenta por qué los estudios científicos llegaron a esta conclusión.
Mariel Reimann
Debo confesar que me encantan las películas románticas. Crecí viéndolas y ahora de adulta las sigo viendo. Es más, hay algunas que he visto mucho más de una vez. Según yo, son sólo entretenimiento y por supuesto que sé que no son reales y que la vida real no es así. Sin embargo, el mensaje que nuestro cerebro graba es totalmente diferente.
¿Por qué las comedias románticas, las películas de amor y las novelas son tan malas como la pornografía?
Sacando de lado que la pornografía aparte de los efectos que causa en los que la consumen y que es una industria en la que se degrada a la mujer, que puede ser peligrosa, que produce esclavos sexuales y más, ambos tipos de films son nocivos a la hora de encontrar la felicidad emocional.
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Mi esposo siempre me dice que no sabe cómo me puede gustar ver la misma historia una y otra vez. “Hombre conoce a mujer, se enamora, se pelean por algo (un secreto, una enfermedad terminal, etc.), se reencuentran más tarde, se dan cuenta que se aman y que fue un error, se reconcilian y viven juntos para siempre”. Si eres como yo, probablemente, estás pensando en alguna película de amor en la que no pase eso, pero no creo que la encuentres, la mayoría se trata de lo mismo.
Básicamente todas las películas que produce Hollywood siguen esa receta, y por qué no hacerlo, es lo que da resultado; nosotros seguimos pagando para verlas y cada año la industria del cine se hace más millonaria.
El problema
Ambos tipos de films muestran algo que es imposible de alcanzar en la vida ordinaria de todos nosotros, que somos quienes lo consumimos, nos arruinamos la vida, y ellos son los que se enriquecen. Ambas son usadas como una forma de escapar de la realidad, el problema es que todos vivimos en el mundo real y no todas las mujeres miden 90-60-90, ni todos los hombres se ven como en las películas.
Las películas románticas crean en las mujeres falsas expectativas. Si aún eres soltera, sueñas con el día en que conozcas al amor de tu vida (que se verá igual a Chayanne) en un accidente manejado por el destino. Y si eres casada, sueñas con que tu esposo te trate como Patrick Swayze trata a Demi Moore en Ghost. Por más que tú conscientemente sepas que las películas son eso, sólo películas, la sensación de añoranza que le producen a tu cerebro cuando las ves, hace que tu cuerpo quiera más de lo mismo.
Idealizamos
Idealizamos los momentos, los hombres, los besos, la intimidad, el romance, las rupturas, y esto hace que no podamos atrapar a la verdadera felicidad aun cuando esté en frente de nuestra nariz. Te sorprendería saber cuántas mujeres usan los modelos de discusiones de las películas para ver si sus esposos o novios reaccionan de la misma manera que en el film.
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Por otro lado, los hombres tienen una mayor inclinación a consumir pornografía, idealizando el sexo, los cuerpos, los sentimientos, el placer, etc., tratando de recrear eso (que no existe en la vida real y ordinaria, porque está hecho en frente de una cámara por actores, con el objetivo de vender y de hacer dinero) con sus esposas. Cuando no logran esto, o se hacen más adictos, o comienzan a buscar a una mujer que sea como la de la película.
Aunque tu primera reacción sea el escepticismo y te convenzas de que ver películas románticas no te afecta en nada porque tú sabes separar la realidad de la ficción, analízalo nuevamente. A nivel subconsciente, tu cerebro cree que lo que amas de esas películas es lo que buscas en la vida real, sabe que te encantaría que un príncipe azul te rescatara de tu vida en un carruaje y que mientras se den el primer beso se escuche una orquesta sinfónica de trasfondo (y a quién no le gustaría eso), sin embargo, las personas que llegan a ser realmente felices son las que en realidad no ven al amor como en las películas, quienes entienden que el hecho de que su esposo se despierte temprano para ir a trabajar cada día para proveer para la familia, es igualmente comparable al hecho de que Richard Gere subió por una escalera de incendios (a pesar de su pánico a las alturas) a rescatar a Julia Roberts en Mujer Bonita.
No compares tu vida a la ficción, tu historia de amor (por más común que le parezca a Hollywood) es única y la mejor del mundo, porque es tuya, y eso es lo único que debe importarte.
Mariel Reimann
Mariel Reimann estudió leyes en la Universidad de Córdoba, Argentina y vive en Salt Lake City, Utah. Es madre de dos hijas que son la luz de su vida.
