¿Por qué los niños escriben los números al revés?
Cuando tu hijo está aprendiendo a escribir, es posible que comiences a ver esta situación. Entérate aquí por qué lo hace.
Emma E. Sánchez
Para quienes nos dedicamos a la educación en los primeros grados de la Primaria, no nos extraña que un niño escriba los números al revés, pues en realidad se trata de algo que sucede a menudo entre los niños menores de 7 años. Y a ello se le llama inversión.
Algunos especialistas inclusive pueden considerar la inversión como un paso o una etapa en el desarrollo de los niños, antes de que consoliden sus procesos de escritura.
Cuando tu hijo está aprendiendo a escribir, es posible que comiences a ver esta situación y lo primero es entender que no se trata de un problema, ni que tendrá dificultades futuras en matemáticas.
Solo se trata de números escritos de manera inversa o espejo y que tienen que ver con la manera en la que su cerebro está procesando la información que le llega mediante sus ojos y sus músculos del brazo.
Ahora, esto no quiere decir que dejes que la situación se arregle por sí misma, quiere decir que, si observas esto en tu pequeño, puedas comenzar a poner en práctica estos consejos:
Señalar el error con delicadeza
No a gritos, sin regaños o insultos y menos con acciones violentas o agresivas de tu parte hacia el niño.
Si observas que hay algo de confusión al momento de escribir los números, muéstrale la manera correcta de hacerlo.
Puedes tomar su mano en la tuya, y juntos con suavidad, repasar el movimiento en el aire y luego trazarlo muy grande en papel.
Puedes hacer ejercicios previos, por ejemplo, trazando con gis (tiza) en el piso, con una brocha o esponja mojada en el piso, o con un poco de crema para afeitar, aceite o algún material que les resulte una experiencia táctil, esto ayudará muchísimo.
Repetirlo mucho de muchas maneras ayuda a la memoria muscular
Trazar en arena, con los dedos, con un palito o trazar una y hoja vez sobre una lija, ayuda mucho a las sensaciones y a que los músculos se acostumbren al movimiento.
Celebrar
Esto es reconocer y elogiar sinceramente y sin exageraciones cuando el niño hace los trazos correctamente. Reconocer el esfuerzo, sus avances y logros siempre trae un aumento a la confianza y deseos de seguir intentándolo.
Escribir las letras de manera invertida
Casi siempre que un niño escribe los números al revés, escribirá de igual manera, algunas letras al revés.
En este punto, debemos ser cuidadosos y no juzgar de manera precipitada diciendo que se trata de una dislexia.
De hecho, algunos niños diagnosticados con dislexia escriben las letras al revés y otros no. Las señales comunes de la dislexia incluyen el tener dificultades para saber cómo pronunciar las palabras o para comprender lo que se lee.
Lo mismo pasa con escribir los números al revés, invertir letras es muy común en niños pequeños.
Y ¿qué sigue?
En estas situaciones no hay atajos, ni debemos apurar procesos. Es mejor tener paciencia y siempre utilizar un enfoque multisensorial y practicar hasta que los niños escriban correctamente números y letras.
La instrucción multisensorial
Es una manera de aprender en la que participa más de un sentido a la vez. La vista, la audición, el movimiento y tacto proporciona a los niños varias maneras de relacionarse con los que están aprendiendo.
Estos son varios ejemplos de técnicas multisensoriales que puedes aprovechar con tu hijo si tiene dificultades para escribir o leer:
Escribir con arena
En una charola, pon un poco de arena seca y espárcela de manera que puede trazar las letras mientras repite el sonido. Luego mueve la charola para que la arena pueda volverse a extender y una vez más trazar.
Una variante de este ejercicio es hacer lo mismo pero con crema de afeitar. Puedes añadir un poco de sal de grano y eso brindará una nueva sensación en sus manitas.
Escritura en el aire
Aquí el niño traza en el aire la letra pudiendo contrastar por ejemplo /b/ con /d/ y diciendo en cada caso su sonido.
Letras de papel o lija
Estás herramientas fueron desarrolladas y sus beneficios comprobados por María Montessori.
Se trata de letras cortadas donde el niño puede sentir los bordes con sus dedos, pueden calcar las letras si colocan una hoja de papel debajo.
Pueden hacer trazos uno cada vez con diversos colores.
Construir la palabra
Esta técnica requiere de letras de plástico, magnéticas o de cualquier material, solo verifica que sean las letras como tal, no imágenes en cartón.
Con estas letras sueltas, puedes mostrar una palabra, leerlo y luego tu hijo “construirla” y leerla. Puedes jugar contra el reloj, cantidad de palabras formadas o leídas correctamente, recuerda que lo importante es que tu hijo la pase bien mientras se ejercita.
Golpear con sonidos
Se conoce como el sistema de lectura Wilson y con este método los niños escuchan y “sienten” las palabras.
Los niños separan las palabras en sílabas las palabras y golpean el dedo índice con el pulgar. Ejemplo: si la palabra fuera mamá, el niño golpearía la /m/ con el dedo índice y pulgar, luego /a/ golpea con el dedo medio, cada letra tiene un dedo que golpea con el pulgar. La palabra entonces “se siente” al activarse el tacto.
La bolsita llena de gel
En una bolsita puedes poner gel del cabello con un poco de pintura vegetal de tu preferencia, que se vea atractivo. Sella la bolsita y empareja el gel y permite que tu pequeño trace las letras y disfrute de la sensación que el gel le proporciona.
Jugar, jugar y jugar
Otro aspecto importante que ayudará a tu hijo es que le permitas jugar al aire libre, correr, saltar, jugar con agua y con tierra, manipular diferentes materiales y experimentar diferentes texturas.
Esto, más todos los ejercicios que ya mencionamos, harán que tu hijo pronto esté leyendo y escribiendo correctamente.
Recuerda, lo más importante es practicar, tener paciencia y animar constantemente.