Preescolares y pantallas: algo que se traduce en problemas de conducta
¿Estás siendo consciente del tiempo que pasan tus hijos frente a la pantalla? Todavía estás a tiempo de que la adicción no se desarrolle. ¿O no?
Emma E. Sánchez
Josué es un niño de 5 años. Como muchos, hijo único cuyos padres trabajan largas jornadas diarias, el niño está a cargo de la abuelita dos veces por semana, y el resto por la señora que hace el aseo. Con frecuencia se duerme tarde, pues espera a sus padres para que ellos lo lleven a dormir, pero estos llegan muy tarde regularmente.
El pequeño ingresó a la escuela desde cumplió 40 días de nacido, pero desde hace unos meses las maestras del niño han estado mandando reportes de mala conducta en el salón de clases, y hace unos días, fue retirado de la clase porque golpeó a un compañero menor durante el receso.
Los padres fueron citados para hablar con la Directora.
¿Qué puede estar ocurriendo?
Al platicar con la Directora y la psicóloga, los padres descubrieron que Josué estaba pasando mucho tiempo con la tableta, más de dos horas cada día, a veces hasta cuatro. Ni su abuela, ni mucho menos a señora del aseo, habían notado que el niño prefería pasar tiempo frente a la pantalla que hacer los deberes, jugar o inclusive descansar.
Y esto es un serio problema
Los niños menores de 5 años que pasan más de dos horas jugando con dispositivos electrónicos tienen cinco veces más la probabilidad de desarrollar problemas de conducta como la falta de atención, inclusive ser diagnosticados con TDAH (trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad) según un estudio del Child Cohort Study en Canadá.
No se trata de lo que el niño ve o juega con la tableta, estamos hablando simplemente del tiempo que el niño pasa frente a la pantalla.
Ya sea que salgas a un restaurante, en el autobús, en el parque o inclusive en la iglesia, podrás ver en cualquier lugar la misma escena una y otra vez: niños pequeños jugando o distrayéndose con una tableta o un teléfono celular ¿Lo has notado? ¿Lo haces tú también?
El chupón moderno
Es por esta razón que a las tabletas también se les conoce como “el chupón moderno”, pues se le da al niño para que deje de llorar o molestar pero no le ayuda en nada.
Los efectos negativos del uso desmedido de estos aparatos también pueden desencadenar agresividad, trastornos de sueño y depresión. Terrible ¿verdad?
Evita estas problemáticas tan serias en tus hijos siguiendo estas sencillas recomendaciones.
Primero, la más importante de todas:
Evita a toda costa dar el celular a tu pequeño, y mucho menos a tu bebé, tu celular o una tableta para que se distraiga y deje de llorar o molestar. Hay que atender las necesidades del niño, cualesquiera que estas sean y una tableta nunca será la mejor opción.
Y por cierto, el celular de un adulto tiene una gran cantidad de gérmenes y bacterias, aunque lo limpies, mejor no se los des a tu pequeño.
Segundo: Vigila rigurosamente el contenido y el tiempo de exposición
No me digas que es imposible que los niños usen los dispositivos electrónicos porque tal cosa cosa no es cierto.
Si lo piensas un poco, ningún niño puede tener ese poder sobre sus padres, los padres son quienes mandan, no al revés, y si está ocurriendo, hay un problema que hay que atender antes de que se vuelva una tragedia.
Entonces, hablando de ese poder que tienes, considera retrasar la interacción del niño con la tecnología antes de los 3 años, porque ese tiempo debe estar dedicado al desarrollo de habilidades físicas, de coordinación locomotora, afectiva y cognitiva, y pasar mucho tiempo frente a una pantalla puede interrumpirlas y hasta afectarlas.
Si yo te dijera que tu hijo tiene un periodo de aprendizaje único en su vida que jamás volverá a repetirse ¿Qué le enseñarías? ¿Qué te gustaría que aprendiera?
Bueno, pues esa edad única e irrepetible por la capacidad de aprendizaje que tiene es de los 2 a los 5 años, por lo que si decides que tu hijo use la tecnología digital, observa con atención el contenido que estará observando y asimilando, pues la incorporará a su mente como pocas cosas en la vida.
No desperdicies esa gran oportunidad llenándola con basura.
Las actividades físicas y el deporte
Tanto para los niños como adolescentes y en realidad, para todas las edades, la actividad física es vital, y los dispositivos electrónicos nos están volviendo sedentarios desde edades muy tempranas.
Invita y fomenta con tus hijos los juegos al aire libre, un deporte y práctica regular del mismo. Si logras este hábito en la infancia, tus hijos estarán alejados de las drogas, enfermedades, y no desarrollarán adicción por la tecnología, pues tendrán otros intereses más sanos.
Todo tiene su tiempo y su edad, la tecnología también
Cuando lo reflexionamos un poco podemos darnos cuenta que un niño de 10 ó 12 años no necesita un celular, tampoco tienen edad para tener alguna cuenta en las redes sociales o para vivir el día conectado a un chat.
Los niños y jovencitos pueden comenzar a manejar computadoras o tabletas de la mano de sus maestros, pues es innegable que requerirán aprender su uso por cuestiones académicas, pero siempre sus padres deberán estar atentos al tiempo de exposición ante las pantallas y los contenidos que manejan. No lo olvides.
Hace ya algunos años, cuando el uso de los hornos de microondas comenzó a hacerse popular entre las mamás, una amiga mía dijo que cocinar con el microondas le dejaba “mucho tiempo libre” y que ahora podía dedicarlo a cosas más importantes.
Creo que eso debe pasarnos ahora justamente con la tecnología, debemos usarla para nuestro beneficio y no ella controlarnos a nosotros.
Deseo de todo corazón que puedas proporcionar a tus hijos una infancia llena de experiencias y aventuras que puedan recordar con alegría, libres de cualquier tipo de adicción por más atractiva que esta pueda parecer.
Tú eres una mujer sabia y sabrás tomar las mejores decisiones para tu familia.
Emma E. Sánchez
Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.
