Protege a tu familia del ciberacoso

Si tienes hijos que frecuentan chats y redes sociales, es bueno saber cómo protegerlos de un mal moderno: el ciberacoso.

Erika Otero Romero

Centenares de personas, niños, jóvenes y adultos, día a día se ven perjudicados por la violencia que en la actualidad estremece a nuestras ciudades y hogares. Casi nadie está a salvo de ella, pues está presente en cada rincón del mundo. Una de sus manifestciones más visibles hoy en día, es el llamado bullying o matoneo. Cuando estuve en la secundaria padecí aquello, sin embargo, ya adulta también fui víctima de acoso cibernético, por parte de una mujer a la que nunca llegue a verle el rostro. Padecer ciberacoso es algo que no le deseo a ningún ser humano.

El acoso cibernético

En Colombia, así como en tantos otros países del mundo, esta situación está muy en boga. Alguien a quien no le inspiras buenos pensamientos, te tiene envidia o rabia, roba tus fotografías, inventa cosas sobre ti, incluso hace memes o montajes fotográficos, todo con el fin de dañar tu reputación o humillarte ante la gente que te conoce, por el puro gusto de hacerlo. Esa persona halla en esa actividad algún tipo de placer socarrón, que no cesará si tú le das más importancia de la que realmente merece. De cualquier forma, es mejor que sepas cómo actuar y así cortar de raíz esa situación.

¿Cuál es el fin del ciberacoso?

Depende del victimario, pero por lo general es ridiculizarte para hacerte sentir inferior, mantenerte acorralado o manipularte con algún fin determinado.

¿Quiénes pueden ser las típicas víctimas de los ciber acosadores?

En realidad cualquier persona, no hay necesidad de un motivo o provocación. Niños y adolescentes son las víctimas más frecuentes, pero también mujeres solteras, casadas y hombres. No tiene límite de edad, ni obedece a criterios de raza o creencia religiosa.

¿Cómo proteger a tu familia o a ti mismo del acoso cibernético?

Muy al contrario de lo que creen muchas personas hay varias formas de protegernos del matoneo o ciberacoso, acá algunas:

• Habla claro con tus hijos sobre los peligros en la red.

• Vigila de cerca lo que tu hijo publica en las páginas sociales: fotos, comentarios y demás.

• Persuade a tus hijos para que confíen en ti y te cuenten cuando sean acosados o molestados por alguna persona.

• Cuida que el computador que usa tu hijo se encuentre a la vista de un adulto.

• Así como tu hijo puede ser víctima, también puede ser victimario, por tanto, no le permitas asumir ese tipo de conductas hacia otros.

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• Busca indicios de ciberacoso en las páginas que frecuenta tu hijo.

• Apóyate en la tecnología: instala en el computador un programa que te ayude a cuidar a tu familia de los peligros en la red.

• Anima a sus hijos a tener buenas amistades y a cuidarse entre sí, pero también procura conocer de cerca y en persona a sus amigos.

¿Cómo actuar si hay víctimas de ciber acoso en tu casa?

• No esperes a que el acoso se termine por sí solo. Por lo general, el acosador deja de hostigar al momento de verse acorralado por la policía.

• Trata todo lo posible de que la identidad el ciber acosador sea develada a tiempo, y así frenar el hostigamiento.

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• Indica a tu hijo que no responda las agresiones del acosador, para así no alimentar la conducta maliciosa. Evita que tu hijo acceda a los reclamos o exigencias del acosador.

• Bloquea a la persona acosadora. Las redes sociales por lo general tienen mecanismos para bloquear a las personas que no deseamos que tengan contacto con nosotros.

• Guarda evidencia: los correos, graba llamadas, números y comentarios para así fundamentar una demanda o acusación de acoso ante la justicia.

Como puedes ver, hay múltiples formas de prevenir el ciberacoso o de cortarlo de raíz, si es que ya eres víctima o tus hijos padecen este flagelo. La cuestión es poner manos en acción y no tener miedo de la situación. Hacerle frente a esos actos de cobardía es lo que evitará que tú o tu familia sean destruidos por el ciberacoso.

Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.