¿Qué hacer para evitar situaciones conflictivas en mi familia?
La vida cotidiana y otros elementos pueden influenciarnos e incluso agobiarnos al punto de causar conflictos en nuestras familias. Intenta practicar estas sugerencias para evitar conflictos en tu familia y privilegiar la paz en el hogar.
Cindy Peterson
El hogar donde vivimos es reflejo de lo que somos y cómo actuamos. Se conforma, en gran parte, por nuestro ser y actuar en determinadas ocasiones. Es decir, con nuestras actitudes, dones, estados de ánimo, humor, y otros sentimientos y emociones conformamos el clima hogareño. Debido a que no todos somos exactamente iguales, esto hace que en algunos momentos surjan desacuerdos y momentos de tensión que pueden resultar en que los parientes recurran a ciertas expresiones de enojo que más tarde podrían lamentar.
¿Cómo podemos evitar esas situaciones conflictivas que nos hacen infelices? ¿Cómo podemos fortalecer a nuestros seres queridos aún en las situaciones más difíciles? A pesar de que hay manuales gratuitos sobre cómo afrontar los conflictos y dificultades familiares, y cómo resolverlos, te comparto las siguientes propuestas, que explican algunos pasos que podemos seguir para ser pacificadores en momentos conflictivos y transformarlos en experiencias positivas de aprendizaje:
El respiro profundo y pausado
Por lo general, cuando formamos parte de una situación tensa, nuestro cuerpo siente los efectos de la carga mental o emocional que estemos experimentando. Respirar profunda y pausadamente puede ayudarnos a no reaccionar de mala manera ante nuestro cónyuge, nuestros hijos o cualquier otro pariente que resida en el hogar. Los segundos que nos lleva tomar un respiro pueden ayudarnos a calmar nuestra ansiedad y a no actuar de manera negativa. La mala respuesta y la ira nunca nos conducen a buenos resultados, y si enseñamos este principio a nuestros hijos, mediante palabra y ejemplo, ellos podrán imitar a su manera esta técnica para evitar discusiones acaloradas.
El lugar adecuado y calmado
Conviene tener un lugar (e incluso podría ser una silla “especial”) que nos permita sentarnos por un momento, cerrar los ojos y tranquilizar nuestra mente; donde podamos pensar en calma sobre la situación y barajar las opciones que tenemos a fin de reaccionar sin herir a los demás. En lugar de pensar, “qué voy a hacer para que la otra persona sienta este mismo dolor que siento”, deberíamos intentar con, “cómo puedo resolver esta situación para que podamos continuar disfrutando de nuestra relación” (ya sea como hermanos, cónyuges, tíos o hijos).
El poder de la oración
Si eres una persona religiosa o que practica una fe determinada, la oración sana en lo espiritual y puede ayudarte a encontrar paz y sabiduría para saber cómo proceder. Mi familia siempre ha sido beneficiada por causa de esto.
El diálogo
Muchas personas a menudo creen que el “no hablar sobre el tema” hará que el conflicto pase, pero en realidad sucede lo contrario. Si utilizamos un poco de tiempo para dialogar sobre lo que creó el conflicto y llegamos a una resolución familiar para actuar de forma prudente, será posible alcanzar un acuerdo mutuo y llegar a la expresión de perdón, lo cual hace que la paz en el hogar vuelva a la normalidad. El diálogo sincero es fundamental; siempre hay un poder mágico en tus palabras, cuando dialogas.
El primer paso
Muchas veces “perdemos” tiempo esperando que la persona que supuestamente “nos ofendió” dé el primer paso para hablar sobre el conflicto, o aún para resolverlo. Sin embargo, nos beneficiamos mucho cuando somos los primeros en dar dicho paso para solucionar la situación.
En realidad, aunque es cierto que toda persona puede experimentar enojo en algunas situaciones determinadas, también es esencial que sepamos cómo expresar la frustración y la decepción de la manera más calmada posible, a fin de poder meditar y reflexionar sobre el asunto antes de conversarlo o tratar el tema con los familiares relacionados. Esto me ha sido muy útil porque me ha permitido brindar un ejemplo a mis hijos sobre cómo pueden ellos también reaccionar en situaciones conflictivas de modo positivo.