Qué hacer y qué no hacer si tu hijo no quiere practicar tu religión

¿estás preocupado porque tu hijo se muestra renuente a practira la religión de la familia? Aquí te doy algunas ideas de lo que puedes hacer y dejar de hacer para resolver el problema.

Arturo Leonardo

¿Has notado que tu hijo o hija están renuentes a aceptar tu religión? ¿Esto se ha convertido en un problema? No te preocupes, es un fenómeno de la actualidad, muchos padres sufren de los mismos problemas y tienen las mismas batallas en casa, así que checa estas opciones para poder sobrevivir a ellas:

1. Platica con ellos

La comunicación es la base de una buena convivencia, exprésales la importancia de tener fe, de creer. Hazles entender que no es capricho tuyo, sino que les servirá para que poco a poco encuentren la paz.

2. No infundas miedo

Si tus hijos no están seguros de querer estar en una religión no trates de amenazarlos con frases como: “si no crees te pasarán cosas malas”, “si no rezas no conseguirás lo que quieres”. Esto solo logrará alejarlos en lugar de acercarlos, debes tener mucho tacto para tratar el tema.

3. Intégralos

Busca actividades dentro de tu religión que les puedan interesar y que al mismo tiempo los acerque a ella, por ejemplo, en varias congregaciones tienen equipos de deporte, los hacen escuchar misa o el sermón antes de jugar. Esto los estimulará a asistir y puede que encuentren el gusto por asistir.

4. Que vean la religión como apoyo

Esto va relacionado con el primer punto, entre más platiques con ellos, más estarán enterados e interesados. Si tú les haces ver que la religión es un apoyo para cuando estén tristes o tengan problemas ellos solos poco a poco acudirán. Es cuestión de platicar y explicarles.

5. No seas cerrado e impositivo

No quieras meter la religión a fuerza, porque a la fuerza ni los zapatos y, por capricho, se alejarán más. No les digas que practicarán esa religión porque tú lo mandas, de nuevo hay que saber llegar a los hijos.

6. Busca ayuda

Para no caer en los errores mencionados y reforzar los positivos puedes buscar ayuda con personas de tu congregación para que entre todos integren a tus hijos, inclusive hacer que se junten con personas de su edad que estén muy apegados a tu religión y los contagien con su entusiasmo.

7. Negocia

Si ellos te acompañan a un evento de la religión después pueden hacer una actividad que ellos prefieran. No se trata de premiarlos, se trata de llegar a acuerdos que beneficien a todos y que tengan la finalidad de que tu hijo no vea la religión como una obligación sino como una actividad familiar y que sepa que si él coopera ustedes cooperarán con él o ella.

8. Cursos de verano

Como lo expusimos en puntos anteriores es importante integrarlos y que convivan con gente de su edad. Para evitar que de adolescentes se desvíen puedes desde pequeños inscribirlos en cursos de verano que muchas congregaciones tienen. Con esto matarás dos pájaros de un tiro; por una parte los integrarás a la religión y por otra tendrán actividad durante las vacaciones y no estarán tan inquietos en casa.

Arturo Leonardo

Comunicador fanático de sus hijos a quienes les relata día a día sus aventuras de música y deportes, gusta de leer lo que se cruce en su camino, piensa que el acto más revolucionario que puede existir es el de reír.