¿Qué les enseñas a tus hijos sobre las cosas? ¿Su valor o su precio?

La felicidad viene de la mano de la humildad y del valor que le des a las personas.

Erika Patricia Otero

Vivimos en un mundo donde el capitalismo y las clases sociales son aspectos que sobresalen a primera vista. Millones de personas en el mundo se rigen por el precio de lo que tienen. Es más, hay países donde las personas son despreciadas abiertamente si no tienen comodidades económicas. Incluso, hay matrimonios concertados entre hijos de familias ricas para “engrandecer el patrimonio económico. En estos arreglos matrimoniales poco importa el amor, solo el dinero tiene valor y da prestigio.

Este tipo de “relaciones” existe y no estoy hablando de países “atrasados” culturalmente; esto puede estarse dando cerca a tu casa.

Tengo algunas primas “del lado rico de la familia” que se casaron con este parámetro. Sus padres hicieron firmar a sus futuros yernos capitulaciones para proteger los bienes de sus hijas. Entiendo su posición; quieren proteger los bienes conseguidos con esfuerzo. Esto me lleva a pensar: ¿Qué vale más: el amor o el dinero?

Ahora bien, al respecto quiero hacerte una pregunta ¿Cómo estás educando a tus hijos en este aspecto? ¿Les enseñas la diferencia entre el valor de las cosas o el precio de estas?

El dinero es importante, pero no lo es todo

Creo que en todas las familias existe ese sector de personas que nació con privilegios. Puedo decir cómo funciona porque la mitad de mi infancia estuve cerca de ellos. No te voy a engañar, yo nací y crecí en una familia de clase media con pocos privilegios. Los fines de semana íbamos donde mi abuela y primos ricos; ellos siempre han sido personas amables y gentiles. Luego de un tiempo, y por razones que no vienen al caso, nos distanciamos. Recuerdo que jamás nos menospreciaron a mi hermana y a mí por no ser de su misma clase social. Eso se lo deben a la crianza que les dio mi tía.

Ella siempre fue una mujer de grandes valores y principios. Apreciaba sinceramente a mi mamá y siempre nos trató con cariño y ayudó todo lo que pudo. Ella dio un buen ejemplo a sus hijos sobre lo que tenía más valor en la vida: las personas.

Sí, sé que no faltará quien piense: “pero esas personas ricas qué van a saber de necesidades”. No lo creas, sí que lo saben; puede ser que no les falte dinero, pero en ocasiones les falta amor, comprensión y fidelidad. Incluso, cuando tienes dinero muchas personas se acercan a ti buscando algún beneficio. Ya se trate de amistad, amor o negocios, personas dispuestas a engañar hay por montones.

La necesidad de enseñar a los niños a apreciar el valor de las cosas

Cuando decimos valor nos referimos a la valía que tiene algo por lo que pueda significar, no por su precio.

Hay personas que dan tremendo significado a los regalos que reciben de otras personas por lo que eso pudo costar. En cambio, hay quienes valoran una simple flor silvestre y lo atesoran como su mayor bendición. ¿Qué tipo de persona eres?

Conozco a alguien que creció en un hogar lleno de dificultades económicas. Nunca le faltó lo básico, pero por como es en su adultez, es de esas personas que siempre quiere más. Él solo usa prendas de marca y para él, quien no las use vale menos.

Como señalé antes, tuve muchas dificultades económicas a lo largo de mi vida. Es por esto que he sido víctima de muchas humillaciones por parte de este personaje. Sin embargo, aprendí que las personas “solo dan de lo que tienen en su corazón”. Es verdad, nadie puede dar lo que no tiene. Para él las personas valen por lo que tienen, no por quienes son; muy desafortunada forma de ser.

Como él hay muchas personas en el mundo que solo le dan importancia a las posesiones materiales. No es que ser rico sea malo, para nada; ojalá todas las personas en el mundo supieran lo que es no padecer necesidades. El dinero da tranquilidad económica, pero también trae consigo algunos problemas. Sin embargo, esas dificultades pueden mermar si se tiene bondad, principios y valores.

Cómo enseñar a los niños que la felicidad poco tiene que ver con el dinero

Decíamos que bien el dinero no lo es todo, si otorga paz. El dinero es importante, pero lo es más el valor que le demos a las cosas y a las personas. Cuando un niño aprende esto, crece siendo alguien humilde, amable y de valor para la sociedad.

Hay cientos de personas en el mundo millonarias que no son felices. Sufren soledad, enfermedad y deslealtad de parte de familiares y “amigos”. Las personas con pocos recursos también sufren, pero en su mayoría tienen buenos amigos a su alrededor. A pesar de esto, todo en la vida de las personas es relativo. Hay personas felices e infelices, independientemente de lo que tengan en sus cuentas de banco.

Un niño debe aprender que a veces sus padres podrán comprarle un juguete y otras veces no.

Incentiva a tu hijo a jugar con palos y ramas. A hacer maracas navideñas con tapas y un poco de alambre viejo. Motívalo para que use hasta que se acaben sus colores viejos. Hacer esas pequeñas actividades le enseña a valorar las pequeñas cosas que le ofrece la vida,

Cuando sea una fecha especial, ayúdale a hacer un dibujo o un regalo con sus propias manos, y lo obsequie. Ayúdale a recoger algunas flores del camino y que se las dé a mamá o a la abuela como regalo.

Aunque tengas los recursos para darle todo lo que quiera, ayúdalo para que “se gane” eso que tanto desea. No es dar por dar; es dar porque se lo merece.

Por último, predica con tu ejemplo. Cuida lo que haces y dices delante de tu hijo; él o ella aprenderán de ti todo lo que hagas, no lo que digas. Sé alguien humilde, generoso y bueno, y tu hijo será de igual manera.

Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.